Gerrie Eijlers es el hombre del momento en el balonmano europeo. Con 41 años y después de llevar más de 18 meses retirado de la actividad profesional, este preparador de porteros de la selección de Países Bajos ha tenido que acudir al rescate de su país. Su historia se asemeja a la de un héroe nacional que ha tenido que volver a ponerse bajo los palos por culpa de la situación de pandemia que atraviesa la humanidad y, en concreto, su equipo.
Este pasado jueves se produjo una circunstancia muy particular en el partido que disputaban tanto Francia como Holanda. En los últimos minutos del choque, el seleccionador neerlandés metía una curiosa variante. Cambiaba a su portero y daba entrada a Gerrie Eijlers, quien no solo no estaba en la lista de seleccionados para disputar el Europeo, sino que ni siquiera se trataba de un jugador en activo.
Eijlers se retiró de la práctica del balonmano hace 18 meses y esta semana ha tenido que volver a ponerse bajo los palos tras las bajas que ha registrado su equipo, especialmente en la portería. Por eso, ha pasado de ser parte del cuerpo técnico a convertirse, de nuevo, en portero. Y todo provocado por los efectos del coronavirus que está llevando el caos al Europeo de balonmano.
Los problemas de Holanda
El jueves por la mañana, la federación neerlandesa de balonmano informaba de que su portero, Denis Schellekens. Había dado positivo por Covid-19 tras las últimas pruebas a las que se habían sometido todos los jugadores y miembros del cuerpo técnico. En total fueron tres los casos notificados, pero el que ponía en dificultades al combinado tulipán era el de su meta.
De esta manera, a solo unas horas de afrontar ese partido contra Francia, el seleccionador nacional no disponía de margen de maniobra para buscar un reemplazo y se quedaba solo con Bart Ravensbergen bajo palos. Pero una lesión o un problema de este y estaría metido en un auténtico lío.
Fue en ese momento cuando se les ocurrió darle la oportunidad a 'un joven e inexperto' de 41 años. Gerrie Eijlers, preparador de porteros de la selección e histórico jugador que se había retirado hacía tan solo 18 meses. Sin embargo, esta condición de exjugador le hacía no estar presente en la lista de disponibles para disputar el Europeo. Cada seleccionador había hecho en diciembre una lista de 35 preseleccionados en la que lógicamente no había entrado un miembro del cuerpo técnico.
No obstante, la normativa de la Federación Europea permitía recurrir a nombres fuera de esa lista para suplir bajas por Covid-19. Y ahí llegó el momento de Gerrie Eijlers que hacía de esta forma su debut en un Europeo, competición que no disputó durante su etapa profesional.
La situación de Países Bajos se ha complicado todavía más ya que para su siguiente partido, el que disputaban este sábado contra Montenegro, el portero que les quedaba, Bart Ravensbergen, también había dado positivo. Para dicho encuentro, el seleccionador había llamado ya a un tercer guardameta, Rene de Knegt, por lo que el nombre de Gerrie Eijlers volvía a aparecer como solución de emergencia para seguir haciendo más grande la historia curiosa del torneo.
Un debut europeo soñado
El coronavirus está provocando un verdadero terremoto en el Europeo de balonmano ya que casi todos los equipos están teniendo problemas en sus plantillas con los positivos. La situación de Holanda no ha sido un hecho aislado y es que se ha llegado incluso a pedir la suspensión de algunos encuentros, aunque de momento el torneo sigue su curso.
Se podría decir que de los pocos que han 'sonreído' con esta situación ha sido Gerrie Eijlers, quien se ha vuelto a sentir jugador después de llevar dos temporadas apartado de las canchas y de haber superado en ese periodo los 40 años. Todo un veterano con la ilusión de un juvenil.
El pobre Gerrie ni siquiera tenía equipación para jugar y se tuvo que improvisar una solución de emergencia. Usar su indumentaria de preparador de porteros y estampar en la espalda de la sudadera el que iba a ser el dorsal, el 80. Francia se llevó el partido con claridad, pero a falta de cuatro minutos para el final, el seleccionador neerlandés quiso premiar el compromiso de Gerrie y le dio la oportunidad de jugar y de debutar en todo un Campeonato de Europa.
Y lo hizo con nota ya que fue capaz de detener tres de los cuatro lanzamientos que recibió. Una derrota deportiva, pero una victoria moral para un deportista muy querido dentro del país y del equipo que ha cumplido así un sueño que ya no esperaba disfrutar cuando decidió poner punto y final a su carrera deportiva. Cosas del deporte y de las situaciones tan extrañas que provoca la Covid-19 y sus contagios en algunas competiciones.
[Más información: Cámaras ocultas en un vestuario: el escándalo en el TuS Metzingen, equipo de balonmano femenino]
Noticias relacionadas
- El pádel, en guerra: la Federación Internacional contra el WPT con España de testigo
- Chloe Kim, la reina de los JJOO de Invierno que tiró su medalla de oro a la basura: "Odiaba la vida"
- Los JJOO de Invierno, entre la tensión y la guerra: el boicot crece y la estrategia rusa aumenta el conflicto
- Cámaras ocultas en un vestuario: el escándalo en el TuS Metzingen, equipo de balonmano femenino