Damián Quintero afronta el 2022 sabiendo que será uno de los últimos años de su carrera profesional. A sus 37 años, este karateca nacido en Buenos Aires, pero afincado en Málaga, se ha convertido en uno de los rostros más conocidos del deporte español en los últimos años. Sobre sus hombros y sobre los de Sandra Sánchez recaen la mayor parte del protagonismo que recibe el kárate en nuestro país, especialmente en la modalidad de kata.
Con un palmarés al que casi no le caben ya más medallas, Damián afronta un futuro un tanto incierto sabiendo que el final se acerca. Poder participar en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, donde ganó una plata, ha sido una gran meta, pero todavía le quedan unos pasos extra por dar. Ahora afronta un año un poco diferente y en el que tiene varios conflictos que resolver. Unos personales y otros deportivos, pero todos ellos importantes.
Polémica por las becas ADO
Uno de los problemas que tienen la mayoría de deportes que no se consideran de masas es la financiación de sus atletas. El hecho de que estos puedan vivir única y exclusivamente para su deporte sin tener que preocuparse de tener otros estudios o incluso otros puestos de trabajo es clave. Así es cómo ha podido llegar hasta la cumbre Damián Quintero. Sin embargo, sabe que los que vengan por detrás lo van a tener más difícil.
El kárate, en su modalidad de kata, ha dejado de ser deporte olímpico tras la celebración de la cita de Tokio 2020. Esto implica que muy probablemente, los nuevos integrantes del equipo nacional no se van a poder dedicar en cuerpo y alma a su deporte, ya que necesitan un salario complementario con el que poder vivir.
Damián asegura que llegar a la élite requiere dedicarle más de ocho horas diarias a la práctica del kárate y al mantenimiento de la forma física. Eso, unido a una jornada laboral o a una rutina de estudiante, es prácticamente imposible. Pero sin el amparo de la concepción olímpica, el kata no podrá subsistir por sí solo sosteniendo a los deportistas como ha sucedido en el último ciclo olímpico.
Tan grave es la situación que el propio Quintero denuncia que tanto él como Sandra Sánchez tienen problemas para encontrar financiación ahora que se les niegan las becas ADO, esas que se entregan a aquellos deportistas que se ganan con resultados un apoyo para los siguientes Juegos Olímpicos. Sandra se colgó la medalla de oro y Damián la plata, por lo que les correspondían una serie de pagos durante los dos próximos años.
Sin embargo, el kata ya no estará en París 2024 y por ello, Damián no sabe que va a suceder con esas becas que ellos mismos se han ganado con su rendimiento. Sobra afirmar que ellos no tienen la culpa de que su modalidad haya desaparecido de la agenda del COI y que ellos se han ganando esos ingresos como cualquier otro deportista.
La comprensión de Damián con esta situación le lleva a pedir una revisión de los estatutos para que en el futuro, si sucede un caso parecido, el deportista siga recibiendo un apoyo que él asume que perderá. No obstante, no le produce una especial alarma ya que él va a continuar en activo gracias a sus patrocinadores y colaboraciones, las cuales le permiten seguir manteniendo una vida dedicada íntegramente a la competición.
El Europeo, gran objetivo
Más allá de esa polémica que espera que se resuelva y que se mejore de cara al futuro, Damián ya está centrado en un 2022 que es especial para él. Superar el eterno ciclo olímpico camino a Tokio ha dejado en muchos deportistas una cierta sensación de vacío y por eso Damián quiere centrarse ahora en pocos objetivos.
Sabe que la retirada está cerca y por eso quiere brillar en las pocas competiciones que tiene planeado hacer y después ver si quiere seguir compitiendo. De momento, su principal reto es estar en forma en el mes de mayo cuando afrontará su primera gran empresa: el Europeo 2022.
Damián quiere destinar toda su preparación a poder levantar el título continental, el cual ha ganado ya en seis ocasiones, la última en 2019. Según evolucione su preparación estudiará si antes de afrontar esa cita prueba suerte con alguna prueba de la Premier League. Esos serían sus planes ideales. Sin embargo, su otro gran reto está en los World Games.
Este segundo objetivo llegará en el mes de julio y será muy importante para él ya que se volverá a enfrentar contra los mejores karatekas del mundo como ya hiciera en los pasados Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Allí demostró su brillantez sobre el tatami hasta llevarse la medalla de plata.
Un año de cambios
Damián Quintero ha pasado unas semanas de vacaciones en Nueva York para desconectar después de un año y un ciclo olímpico que han sido de lo más exigentes. Ahora, ya ha comenzado su pretemporada para intentar alcanzar todos esos objetivos. Lo hace en un año que le tiene guardados una serie de cambios que afectarán a su preparación.
Este karateca nacido en Argentina y licenciado en Ingeniería Aeronáutica por la Universidad Politécnica de Madrid no dejará durante este 2022 el Centro de Alto Rendimiento de la capital a pesar de haber perdido su condición de deportista olímpico. La selección española mantiene allí su cuartel general a pesar del duro golpe que ha recibido el kata por parte del Comité Olímpico Internacional.
A su llegada a Madrid, Damián se ha encontrado con uno de los puntos que van a marcar su nueva temporada, el cambio de entrenador que se ha producido en la selección nacional. Fran Salazar sustituye a Jesús del Moral, quien se mantiene solo en el cargo de seleccionador y que hará las veces de supervisor del trabajo que lleven, entre otros, el propio Damián Quintero.
La relación entre Damián y Fran es inmejorable, ya que ambos se proclamaron campeones del mundo en la modalidad por equipos hace unos años y guardan un trato de amistad. Además, Salazar ha sido el seleccionador nacional de kata por equipos, por lo que está más que metido en la dinámica de trabajo. Por su parte, Del Moral seguirá supervisando la metodología de entrenamiento de la gran estrella mundial del kata desde un segundo plano.
Los otros grandes cambios en la temporada de Damián estarán en la competición, ya que la Premier League de kárate varía su composición. Ahora serán 32 competidores en ocho grupos de cuatro y rivalizarán todos contra todos. El primero de cada grupo pasará a cuartos de final, por lo que quienes lleguen a la lucha por las medallas deberán hacer seis katas, solo pudiendo repetir uno, siempre que no sea de forma consecutiva. De esta manera, al final de la competición habrán realizado uno más de lo habitual.
Un cambio que Quintero ve positivo y que ya ha empezado a preparar con la idea de sacar a competición nuevos ejercicios. El malagueño nacido en Buenos Aires cree con este tipo de reformas, o incluso con la introducción de ejercicios propios de otros deportes vistosos como la gimnasia, son el camino para hacer el kata más atractivo y que así pueda volver cuanto antes al programa olímpico.
Para Damián, si quieren volver a ocupar ese puesto, tienen que apostar por un contenido más profesionalizado y mediático para convertir su modalidad en un producto atractivo para los comités electores del COI. Y si para ello tienen que abandonar en cierto modo el componente más tradicional, tendrán que hacerlo en pro de su supervivencia.
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