Un día fue uno de los mejores entrenadores de atletismo del mundo, ahora es uno más de la lista que comienza a engordar a niveles preocupantes de técnicos bajo la sombra de los abusos sexuales. Alberto Salazar (La Habana, Cuba; 1958) dirigió las carreras deportivas de algunos de los mejores atletas estadounidenses antes de ser suspendido por infracciones de dopaje. Pero la acusación de varios atletas ha acabado con su carrera después de que se haya refrendado su suspensión de por vida.
El cubano ha sido excluido del deporte de por vida hace unas semanas después de que un árbitro haya determinado la alta probabilidad de que agrediera sexualmente a la atleta en dos ocasiones distintas. Así lo recoge The New York Times, que ha tenido acceso a la sentencia. El caso contra Salazar fue llevado por el Centro para un Deporte Seguro de los Estados Unidos, la organización que investiga denuncias de abusos en los deportes olímpicos.
Este organismo dictaminó que Salazar no era elegible hasta julio de 2021, además de descubrir que había cometido cuatro violaciones, que incluían dos casos de penetración con un dedo a un corredor mientras le daba un masaje deportivo. Alberto negó las acusaciones en una audiencia que él mismo solicitó, en la que explicó que no habló ni vio a esa atleta en los días en cuestión. El juez, sin embargo, no encontró creíble la explicación de Salazar y aceptó la versión de su acusador.
El entrenador sigue negando todo lo sucedido y lo hace precisamente en una carta al diario neoyorquino: "Como devoto esposo, padre y ser humano, considero que cualquier tipo de conducta sexual inapropiada hacia otra persona es personalmente repugnante y va en contra de todo lo que creo". Así acaba este episodio de la historia negra del atletismo mundial que involucraba a atletas de la talla de Mo Farah.
Sin acusación penal
Según, The New York Times, estos detalles del fallo arrojan nueva luz sobre por qué a Salazar, una figura poderosa en el atletismo estadounidense, se le prohibió específicamente participar en su deporte. Varios atletas lo habian acusado públicamente de intimidación y comportamiento verbal y emocionalmente abusivo, entre ellas una de las joyas más jóvenes que tenía Estados Unidos, Mary Cain, pero no habían trascendido acusaciones de agresión física. De hecho, Salazar nunca ha sido acusado penalmente por estos presuntos delitos.
El caso de Salazar se ha convertido en el de mayor notoriedad de los investigados por el centro, dado el prestigio que el entrenador tuvo al frente del equipo que la empresa de ropa deportiva Nike fundó en Oregón, en la que se formaron algunos de los mejores atletas del país. La marca apoyo a Alberto en sus primeros desencuentros por casos de dopaje, pero más tarde retiró su nombre de uno de los edificios del complejo deportivo para los atletas.
Además de los casos de abuso sexual y dopaje, Salazar fue señalado en varias ocasiones por casos de acoso o maltrato psicológico a atletas que él consideraba subidos de peso, y él mismo admitió más tarde haber hecho "comentarios insensibles". En cualquier caso, la prohibición impide que Salazar entrene en cualquier encuentro o programa afiliado a la USATF en los Estados Unidos No todas las instituciones reconocen a la organización y, en teoría, aún podría entrenar en pista en una institución privada.
Más acusados
Ganador de tres maratones en Nueva York y una en Boston, Salazar se reconvirtió en el mundo del entrenamiento antes de los treinta, siendo una celebridad nacional antes de que los casos por dopaje, abusos verbales y ahora también sexuales hayan acabado con su carrera definitivamente. Junto a Salazar, también cayó Jeffrey Brown, doctor del Oregon Project. El dúo habría preparado de manera fraudulenta a algunos de sus atletas con los famosos 'geles' de L-Carnitina, que se administraban vía intravenosa, el tráfico y administración de testosterona y el sabotaje de controles antidopaje.
Esto salpicaba al mismo Mo Farah. Trabajó con Salazar hasta 2017, cuando ya había hecho historia en los Juegos Olímpicos. "Dejé el Nike Oregon Project en 2017 pero siempre he dicho que no tolero a nadie que se salte las reglas o pase una línea. Ha habido una decisión y estoy contento de que se haya llegado a una conclusión", exponía tras la sanción del entrenador por tratar con sustancias dopantes.
No solo es Mo Farah uno de los nombres más famosos tras Salazar. Donavan Brazier y Clayton Murphy, dos líderes mundiales del 800 metros, y, sobre todo, la plusmarquista de la media distancia Sifan Hasan también estaba enrolada en su proyecto de Nike. Travis Tygart, el sheriff del antidopaje que al frente de la Usada se hizo famoso acabando con Lance Armstrong, fue el hombre que acabó también con la carrera del entrenador en cuanto al asunto del dopaje. Precisamente, hay conversaciones que unían a Alberto con el ciclista.
Pero Alberto Salazar fue más allá. Este técnico a quedado marcado para siempre como otro de los monstruos del deporte que abusaban de sus atletas. Después de hacer trampa con las sustancias dopantes, también han quedado demostradas ante los tribunales del deporte estadounidenses estas acusaciones que habían hecho varios de sus pupilos. Mientras tanto, él lo sigue viendo como una vía de Estados Unidos para quitarse de forma definitiva de encima su figura.
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