En 2014 cayó un rayo en Nueva York y en la NFL. Odell Beckham Jr. fue aquel drafteado por los New York Giants en primera ronda (nº12) y pronto se pudo comprobar que una nueva estrella había aterrizado en la liga norteamericana de fútbol americano. Casi ocho años después, el viaje de OBJ ha tenido de todo y, para lo bueno y para lo malo, los focos nunca se han alejado de él.
Durante la madrugada del domingo al lunes en España, OBJ jugará su primera Super Bowl. Lo hará con Los Angeles Rams, favoritos a la victoria contra los Cincinnati Bengals. Con permiso del duelo entre los quaterbacks Joe Barrow y Matthew Stafford, de Bengals y Rams, respectivamente, la atención en la gran velada de la NFL estará puesta en Odell Beckham Jr.
La suya es una historia que casi no pudo empezar mejor. En la Semana 12 de su temporada como novato realizó una de las recepciones más espectaculares en la historia de la NFL. A una mano y con dos dedos, OBJ se presentó por la puerta grande en un duelo entre los Giants y los Dallas Cowboys. Aquel partido acabó en derrota de su equipo, quizás también un adelanto de que allí nunca llegaría a competir de verdad por ser el mejor equipo de la liga.
Desde aquel movimiento todo cambió para OBJ. Su repercusión empezó a subir como la espuma e igual de pronto empezaron a llegar las polémicas. La primera sucedió en 2015 cuando protagonizó una pelea a puñetazos con Josh Norman, de los Carolina Panthers. Lo peor fue cuando Odell se lanzó de cabeza contra un desprevenido Norman para impactar casco contra casco.
En los Giants, donde alcanzó 310 recepciones para 5,000 yardas y 38 touchdowns, estuvo hasta 2019. Fue en los últimos años cuando protagonizó más incidentes. Salidas de tonos, celebraciones polémicas, escándalos extradeportivos... Un vídeo que protagonizaba él mismo en 2018 lanzó las sospechas sobre su consumo de cocaína al aparecer un polvo blanco y una tarjeta de crédito justo donde él estaba sentado. Nunca se confirmó su consumo de drogas, pero volvió a manchar su imagen con aquello.
Decepción en los Browns
En 2019 fue OBJ el que decidió irse de los Giants, descartando su renovación y siendo transferido a los Cleveland Browns. Allí quería buscar el salto competitivo tras mofarse de su exequipo diciendo que la razón por las que le ponían los partidos en horario 'estelar' era por él: "La gente quiere ver el espectáculo. Me quieren ver jugar. Seamos realistas", decía Beckham.
A Cleveland llegó como nuevo icono de la ciudad tras la salida de LeBron James de los Cavs en la NBA. Pero su rendimiento nunca fue igual de bueno que en Nueva York y empezó a caer en picado entre nueva polémicas: violaciones del código de vestuario, otra pelea contra Marlon Humphrey (Baltimore Ravens) y una polémica universitaria por dar dinero en efectivo a los jugadores de LSU tras ganar el título nacional.
Sus números eran tímidos y culpó de ello a un compañero, el quaterback Baker Mayfield. Harto de ello, forzó su salida de los Browns en 2021 de una forma muy peculiar. El padre de Beckham Jr. publicó en redes sociales un vídeo cargando contra Mayfield, señalándole por no lanzarle el balón a su hijo cuando estaba desmarcado. Tras eso, los Browns cortaron a OBJ.
En el mercado, Beckham Jr. se decantó por la oferta de los Rams el pasado mes de noviembre y todo cambió para él. Por fin caía en un equipo con el que podía aspirar a llegar a la Super Bowl y, encima, se topaba con uno de los mejores quaterbacks de la liga, Stafford. La sintonía con este nada tiene que ver con la poca que tenía con Mayfield en Cleveland.
Los números hablan por sí solos. En los seis partidos que jugó con los Browns esta temporada, OBJ fue buscado por Mayfield con una media de 5.6 veces por partido. Su acierto para atrapar era del 50% y ninguno fue de touchdown, dejando caer dos de ellos. Con Stafford ha subido el promedio a 6.5 y un porcentaje de 71% con seis anotaciones y sin dejar caer ninguno.
Quizás lo único que necesitaba OBJ para centrarse en su juego y dejar de lado las polémicas era sentir que está en un equipo aspirante a todo. En estos meses con los Rams no ha estado involucrado en ningún lío y eso es un logro, como la mejoría de rendimiento.
Llega la Super Bowl LVI. Rams y Bengals se miden por el título. Para OBJ es la mejor oportunidad de su carrera para ganar un anillo. De momento, es la primera. Y así, de la noche a la mañana, se produjo el renacer de una de las estrellas con más repercusión de la última década.
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