David Bustos (Palma de Mallorca, 1990) sabe lo que es tocar la gloria. Lo pudo experimentar en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro del año 2016. Allí pudo compartir tartán con los mejores atletas del mundo e incluso meterse en la final de la prueba de 1500. Aquel fue el mejor año de su carrera y lo redondeó con un diploma tras su séptimo puesto conseguido en Brasil.
Sin embargo, después de haber llegado a lo más alto y de tener el reto de pelear por las medallas en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, pasó a vivir la cara más amarga del deporte. Atravesó un largo periodo de lesiones y dudas que hicieron que sus resultados y su rendimiento se resintieran. Pasó de ser medallista en el Campeonato de Europa de Ámsterdam a tener que plantearse una vida fuera de las pistas para poder sostener económicamente a su familia.
EL ESPAÑOL habla con un David diferente a aquel que perseguía medallas y marcas porque su vida le ha obligado a cambiar. Aunque no ha dejado el atletismo de manera profesional, de hecho ya se prepara para volver, sí ha cambiado las zapatillas por los apuntes y el uniforme. Se sacó una oposición para Policía Local y hace pocas semanas que ha empezado su nueva andadura profesional en Torrelavega (Cantabria).
Ahora, mira más por su hija, su mujer y su hipoteca que por cualquier reto deportivo, pero no pierde la ilusión de volver a vestirse de corto en una gran competición para poder tener la despedida que merece. Por el camino, le da un consejo a todos aquellos jóvenes que están despuntando y que sueñan con llegar a la élite. Mirar por el futuro es necesario porque es el presente del mañana y ahí la vida siempre aprieta.
¿Cómo estás llevando la repercusión que ha tenido la noticia de tu cambio de vida?
Lo estoy llevando bien. Es una cosa que yo llevaba tiempo preparando, no es de nuevas. El cambio de vida ha salido ahora en la prensa, pero yo ya había ido enfocando mi vida a una etapa laboral futura. Además del atletismo, sabía que tenía que acabar en otro sitio. La pandemia fue el empujón definitivo para tirarme a ello.
El año 2016 fue tu mejor temporada y después vinieron tiempos muy difíciles con lesiones y la pandemia, ¿cómo has vivido estos últimos años?
Ha habido un poco de mala suerte y de todo. El primer año post olímpico fue duro porque estaba psicológicamente cansado. Me costaba ser capaz de sufrir lo que podía sufrir antes. Después he tenido mala suerte con las lesiones en una época mala en la que no he podido rendir a un alto nivel.
También fui padre hace tres años y eso supone un cambio de vida que afecta al rendimiento. Poco a poco me di cuenta que esto no era para toda la vida. No es como el fútbol que después de tener una vida deportiva puedes vivir de las rentas. En el atletismo, como en la mayoría de deportes, cuando estás arriba puedes dedicarte a ello, pero cuando dejas de ser de los mejores tienes que buscarte la vida por otro lado.
¿Cuál fue el grado de impacto que tuvo la pandemia de la Covid-19 en tu carrera?
Mi intención era preparar al 200% los Juegos Olímpicos de Tokio en 2020. Tomé la decisión de irme a Soria a entrenar ese año, pero la pandemia rompió esa intención. Quería ir a los Juegos y a partir de ahí empezar a pensar en la retirada. No sabía si sería justo después de Tokio o si sería luego en dos o tres años. Pero aplazaron los Juegos y el Campeonato de Europa de ese año y me quedé sin club. Tenía que renovar ese año y no pude hacerlo por culpa de la Covid-19.
Lo económico pesa mucho, ahora tengo un sueldo todos los meses y como atleta no lo tenía
Llevaba arrastrando unos años en los que no había rendido como debería y me vi sin patrocinadores, sin becas y sin nada. Y vi que era mi oportunidad, no podía permitir que me pasara teniendo responsabilidades como una hipoteca que pagar y una hija. Por eso intenté sacar una plaza. Desde 2016 llevaba con ese plan de vida, mirando hacia el futuro para poder sacarme una oposición de policía local y me puse a estudiar. Al final he tenido la suerte de poder conseguirlo.
El motivo principal de tu cambio fue económico, ¿pero te ayudó también en el aspecto físico y mental alejarte de la exigencia del atletismo de élite?
Lo económico pesa mucho, pero sobre todo es la tranquilidad que te da tener un sueldo todos los meses. Yo como atleta nunca he tenido un sueldo todos los meses. El club te paga dos veces al año y luego las carreras había veces que no sabías ni cuándo las cobrabas. Por lo menos ahora puedo decir que tengo mi trabajo estable.
Me quedé con el mal sabor de boca de no haberme retirado, pero estar sin competir varios años, y quiero quitarme esa espina. Me gustaría volver a competir a un nivel alto, aunque sé lo difícil que es. Pero con volver a competir y estar en un campeonato de España por ejemplo ya me daría satisfecho. Y me retiraría en dos o tres años.
Ya que oficialmente no estás retirado, ¿tienes intención de volver a competir o de decir adiós en la pista?
En el atletismo, como en cualquier otro deporte, si no estás al 100% es muy difícil competir a un nivel alto, en categoría internacional o volver a hacer mínimas para ir a un campeonato. Como sé todo el trabajo y el esfuerzo que lleva, no sé si seré capaz ya solo por tener también un poco de vida familiar. Trabajando y entrenando ya casi no me quedaría tiempo ni para mi mujer ni para mi hija ni para nada más. Dependerá un poco de la motivación y de las lesiones. Mi intención sí es volver a entrenar a un nivel alto. Me gustaría ser internacional otra vez. Pero el tiempo lo dirá.
¿Cuánto tiempo crees que te puede llevar volver a recuperar tu mejor forma?
Quiero empezar en este mes de marzo a volver a entrenar. Este verano descarto competir a un nivel alto. Ahora voy a intentar recuperar y perder algo de peso que he cogido. Quizás en septiembre podría empezar a preparar de verdad un campeonato, sobre todo de cara al año que viene. Espero que por lo menos se me pueda ver en un Nacional o algo así.
¿Es la profesión de policía un buen puesto para una persona que quiere mantener una carrera de deportista de élite teniendo en cuenta factores como los horarios o el desgaste físico?
Yo por ahora me estoy adaptando muy bien a los horarios que tenemos. Es verdad que las noches se hacen duras de cara al entrenamiento del día siguiente porque estás con el cuerpo machacado. Pero creo que es una profesión que me puede permitir bastante bien el entrenar a un alto nivel porque al final no es como estar en una obra que es mucho más físico. Yo creo que lo llevaré bien, pero lo veré realmente cuando esté entrenando a tope. A lo mejor luego veo que me pesan las piernas a la hora de entrenar.
¿Cómo de importante ha sido tu familia en todo este proceso de cambio? ¿Has sentido su apoyo?
Por supuesto, sobre todo por mi mujer. Ha sido la que me ha permitido poder estudiar todo lo que he tenido que estudiar para sacar la plaza porque ella estaba todo el día con nuestra hija y así me dejaba tiempo para los libros. Eso lo ha tenido que sufrir ella. Mis padres también me han dado la tranquilidad económica de que si en algún momento me hubiera hecho falta algo, me lo podían dejar para pagar la hipoteca o lo que sea. Al final llevaba bastantes años sin competir a un alto nivel y eso implica estar muchos años sin ingresar dinero, solo tirando de ahorros. Al menos me ha dado para poder sacar esa plaza y mantenerme.
¿Cómo está siendo tu adaptación a la Policía y cómo han recibido a tus compañeros a una persona que ha sido un atleta olímpico?
Yo me siento uno más. Sí que es verdad que al principio te preguntan un poco o cada vez que coincides con un compañero nuevo pues te saca alguna cosita de campeonatos internacionales o cosas relacionadas con entrenamientos, suplementación, descansos… siempre hay alguno que tiene alguna duda porque es más deportista y le hace un poco más ilusión estos temas y te cuentan sus dudas. Pero lo que es en el trabajo soy uno más, no me tratan diferente.
¿Te han hecho ya la broma de que si hay que salir corriendo a por alguien te va a tocar a ti?
Sí que es verdad que me la han hecho (risas). Pero también es verdad que ya no se corre tanto detrás de nadie como pasaba antes. Pero si hay que correr, correré yo, eso seguro.
¿Cuál puede ser la solución para que deportistas de élite no tengan que dejar sus carreras para buscar un sustento económico fuera de sus disciplinas?
El problema es que es muy difícil mantenerte con lo que haces. Beneficia más a los jóvenes sin responsabilidades que viven con sus padres o de alquiler con amigos y que no tienen gastos tan grandes como una hipoteca. Así es más fácil porque necesitas menos ingresos. Mientras eres joven no hay tanto problema para ser profesional. Pero cuando empiezas a desarrollar un poco tu vida, si te van bien las cosas sí ganas más que en un trabajo normal.
Yo antes ganaba más corriendo que ahora de policía, pero siempre estás con esa incertidumbre de no saber cuándo vas a cobrar, o cuánto o si simplemente lo vas a cobrar porque a veces te lo dejan a deber, pasa el tiempo y después te das cuenta que nunca llegaron a pagarte. Es una incertidumbre constante que la compensas con la ilusión de ser atleta. Pero no es un trabajo como otros deportes como el fútbol donde te pagan más e incluso si te deben algo, puedes seguir viviendo. Aquí, si ganas 10.000 o 15.000 euros al año y te lo rebajan a la mitad, empiezas a pasar apuros económicos.
¿Crees que deberíais tener una asignación periódica establecida o algún tipo de ayuda fija?
El problema también es que nos plantamos con 34 o 35 años cuando quieres retirarte y es como si no hubieras trabajado ni un solo día en tu vida. Eso es lo que me pasaba a mí, que me he dedicado a ser atleta y no he hecho otra cosa que eso. He ido estudiando, pero al final estás sin nada detrás. Cuando decides hacer el cambio hay gente que tiene más suerte y encuentra trabajo en una empresa privada o en alguna institución pública, pero el problema es que si no tienes esa suerte, has dedicado tu vida a ser deportista de élite y cuando tienes que insertarte en el mercado laboral no sabes ni qué hacer. Es difícil entrar cuando no tienes ningún tipo de experiencia con esa edad.
¿Has tocado la puerta de la Real Federación Española de Atletismo o del Comité Olímpico Español para solicitar algún tipo de ayuda o puesto?
No me lo he planteado tampoco. Tenía claro que quería ser policía local cerca de casa, en Cantabria, para poder estar cerca de mi familia. Me dediqué a opositar para ello antes que a la nacional o a cualquier otra cosa. Con la Federación hubo un problema y es que justo cambiaron unas becas que asignaban por marcas y que eran un poco decentes.
Eso me afectó a mí y a algunos atletas que a pesar de no haber sido internacionales en los últimos años, sí habíamos tenido alguna marca decente. En el 2020 era así y aunque no eran muy altas, ya era un ingreso para ir tirando. De haber continuado con eso quizás me hubiera motivado a no dejarlo de una manera tan brusca. Pero son decisiones que si se toman por algo será.
Los que más facilidad tienen para tener una beca son los que menos la necesitan
Mi opinión es que hay que apoyar más al atleta que peor lo pasa económicamente y no al atleta que está arriba como ahora pueden ser Adel Mechaal o Mohamed Katir por ejemplo porque ellos lo tienen más fácil para tener ingresos por otras vías. Hay que darle más facilidad al que está en la segunda línea para que pueda obtener alguna beca. No digo una beca que te resuelva la vida, si no algo que te permita ir tirando ya que eso no lo vas a ganar ni con los clubes ni con las carreras, y menos tras la pandemia que no hay dinero en ninguna parte.
Justo cuando cambiaron eso a mí me perjudicó porque me quedé sin ninguna beca y sin nada. Lo que quiero decir es que al final, los que más facilidad tienen para tener una beca son los que menos lo necesitan porque por suerte tienen ingresos por otras partes. Los jóvenes o los que no han podido conseguir una marca mínima para estar en una carrera lo tienen más complicado para acceder a ellas y ellos lo necesitan más porque ingresan menos.
¿Conseguir patrocinadores es como introducirse en una jungla salvaje en la que no se perdona ningún bajón?
Es un poco así la verdad. Hay que tener un poco de suerte, que les caigas bien. Ahora también las redes sociales importan demasiado. Tienes que ser influencer más que atleta para poder tener un patrocinador. Y ahora con la Covid-19 está todavía más complicada la cosa.
¿Debería haber más conexión entre el deporte y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado como sucede en otros países?
Es bastante difícil la verdad. Por ejemplo en Italia creo que al ser internacional ya tienes opciones de entrar en puestos importantes de este tipo. Aquí es impensable sin hacer una oposición. Pero por lo menos debería haber alguna ayuda, que te enfoquen más desde el principio para poder atender tanto a la vida deportiva como a la profesional y que vayan más de la mano, sin abandonar ninguna de las dos. Así cuando llega el momento de retirarse puedes tener algo detrás si lo necesitas. Pero ahora mismo es muy complicado.
Creo que en algunos sitios te dan puntos por cada internacionalidad que tienes cuando eres deportista de alto nivel y eso es algo que te ayuda a entrar en algunos puestos. Están muy bien esas ayudas, pero eso no significa que sea fácil, es muy difícil aprobar las oposiciones teniendo que enfocar una vida deportiva con un trabajo.
Sí que hay un plan desde el Comité Olímpico en el que te ponen una especie de tutor para guiarte en estos sentidos. Yo no lo necesité demasiado, pero me fue bien saber que lo tenía ahí por si me hacía falta algo o si tenía alguna duda, sobre todo cuando estaba en la universidad y necesitaba por ejemplo hacer un cambio de un examen porque ellos podían hacer más presión que si iba yo directamente.
¿Dónde podría haber estado el techo de tu carrera y cuál era tu objetivo para Tokio 2020?
Sí que es verdad que cuando terminé en Río de Janeiro dije que en Tokio tengo que intentar ir a por las medallas porque me veía luchando con los mejores. Pero después he tenido muy mala suerte. Entre las lesiones y que las cosas no me salieron bien, con ir a Tokio ya hubiera estado contento seguramente. Pero bueno no sé dónde hubiera estado mi techo. Yo sé que una marca mejor de la que tengo la podría haber hecho perfectamente.
He estado muchos años preparándome para campeonatos y no tanto para una carrera en concreto o una marca y por eso no he tenido la suerte de encontrar ese día en el que lo bates y quizás por eso no he encontrado el registro que creo que merecía. Pero bueno, a ver si consigo ponerme en forma lo suficiente como para batir mis marcas personales en estos dos o tres años que puedo seguir corriendo.
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