Los Juegos Olímpicos del año 2030 están causando estragos en España. La disputa que se ha generado entre Cataluña y Aragón ha trascendido lo deportivo y se ha situado ya en el espectro más político posible. La comunidad que preside Pere Aragonès ha metido de lleno el conflicto del independentismo y eso ha provocado que todo salte por los aires.
La última medida tomada por la Generalitat fue situar a la exesquiadora Mónica Bosch como la coordinadora de un proyecto que siguen considerando como propio. Esto irritó profundamente a la comunidad aragonesa y a su presidente, Javier Lambán, quien se sintió ninguneado y humillado una vez más. Por ello, su decisión ha sido la de mantenerse al margen asegurando que ya se le ha agotado la paciencia tras los reiterados desplantes sufridos.
Lambán ha ido la bisagra de la concordia y la equidad en este proyecto que cada vez huele más a candidatura fallida. Los planes del Gobierno de España y del COE pasaban por una estrategia conjunta entre Aragón y Cataluña. Sin embargo, las ansias secesionistas y de protagonismo que se han exhibido desde la Generalitat han imposibilitado esta idea cuando quedan apenas unas semanas para que el proyecto tenga que ser presentado de manera definitiva ante el COI.
Durante su guerra, Cataluña siempre ha mantenido la intención de liderar el proyecto Barcelona-Pirineos 2030 y han afirmado que tienen capacidad suficiente para llevar en exclusividad el peso del mismo. Sin embargo, Lambán, dentro de su monumental enfado, ha terminado afirmando que Aragón tiene una capacidad igual o mayor para llevar a cabo una candidatura en solitario que pudiera optar a esos Juegos de Invierno. Aunque no es su intención, no ha dudado en lucir un músculo que, por suerte, su comunidad sí tiene.
Un órdago a medias
Javier Lambán no tiene dudas. Como un general de guerra, está dispuesto a enseñar su armamento para amedrentar al rival, pero no a iniciar la contienda. Lo que sí ha hecho es desentenderse del proyecto de los Juegos Olímpicos y de esa candidatura para la edición del año 2030 en la que además ya tiene rivales muy potentes
Sin embargo, se podría decir que su mayor oposición la tiene en casa. Después de meses y meses de conversaciones y de esfuerzos, ha decidido echarse a un lado y dejar que otros trabajen ahora por el entendimiento y la concordia. No significa esto que el presidente de Aragón quiera romper con el proyecto en conjunto con Cataluña, ya que sigue abierto a hablar y abrir vías de entendimiento con quien así lo requiera. No obstante, lo que tiene decidido es que ya no va a ir detrás de nadie para pelear por un proyecto que hasta el momento solo le ha traído quebraderos de cabeza y desplantes.
"Se me ha agotado la paciencia. Me desentiendo. La pelota está en el tejado del Comité Olímpico Español y en el del Gobierno de España que tendrán que asumir, como lo están haciendo, el liderazgo y plantearnos qué salida le dan". Esas fueron sus palabras empleadas hace unos días. Una situación que llamó la atención, pero que podría ser de lo más entendible teniendo en cuenta la crisis que ha provocado todo este tema.
Lambán sabe que cuenta con el apoyo de su territorio y también de su equipo de gobierno. De los 67 diputados que conforman las Cortes autonómicas, 58 parlamentarios apuestan abiertamente por esta cita, cinco no lo tienen claro y solo cuatro están en contra. Una situación que demuestra enormemente el apoyo que tiene el actual presidente respecto a este proyecto.
Además, el Javier Lambán ha lanzado una especie de órdago a medias después de muchas insinuaciones y amenaza a Cataluña con crear su propio proyecto deportivo en lo que terminaría siendo una guerra de guerrillas a nivel nacional: "Tenemos que dejar claras nuestras posiciones y si la Generalitat de Cataluña sigue insistiendo en este pertinaz desprecio hacia Aragón, nosotros pondremos nuestra propia alternativa".
"Si Cataluña es incapaz de aceptar las reglas del juego, Aragón hará un planteamiento al COE y al Gobierno de España, teniendo en cuenta a las instalaciones de Cataluña y al Pirineo catalán". Con estas palabras, Javier Lambán anunciaba la intención de crear un proyecto unitario si no quedaba más remedio.
En él, Aragón asumiría el total liderazgo y se aprovecharía de las posibilidades que ofrece el Pirineo catalán, zonas como el Valle de Arán, a los que no dejaría sin Juegos, e incluso zonas de expansión internacional. Todo por no dejar pasar el tren de los Juegos al que se tendría que subir apeando a las candidaturas que ahora mismo se postulan: Sapporo (Japón), Salt Lake City (Estados Unidos) y Vancouver (Canadá).
Aragón 2030, sin Cataluña
Lo que muchos se preguntan ahora es si la Comunidad de Aragón puede albergar unos Juegos Olímpicos de Invierno por su cuenta, y todo hace indicar que sí. El primero de los problemas sería la disposición de instalaciones para albergar una cita tan importante. Además, estos Juegos se celebrarán después de los de Pekín y Milan y Cortina d'Ampezzo. Dos de las ediciones que prometen estar con el tiempo entre las mejores de la historia, por lo que el listón parece estar muy alto.
A pesar de que los programas olímpicos pueden variar, unos Juegos Olímpicos de Invierno se componen de biatlón, bobsleigh, combinada nórdica, curling, esquí acrobático, esquí alpino, esquí de fondo, hockey sobre hielo, luge, patinaje artístico, patinaje de velocidad, patinaje de velocidad en pista corta, salto de esquí, skeleton y snowboard. Cada uno de ellos con sus diferentes modalidades y distinciones por sexos. Aragón ya estudia cuántas de estas disciplinas puede albergar.
Los principales feudos que tiene ahora mismo la comunidad y que dependen del estado son los centros especializados de tecnificación que se encuentran en la provincia de Huesca. El primero de ellos es el de Benasque y en él se pueden albergar las competiciones relacionadas con el esquí de montaña, esquí alpino y esquí nórdico. Además, sus instalaciones ofrecen comodidades y cubren necesidades como gimnasios, alojamientos, salones de actos y salas para el secado del material. Ahí se incluyen las estaciones de esquí de Cerler y de Llanos del Hospital.
El otro centro especializado de tecnificación de la provincia de Huesca se encuentra en Jaca. Aquí se pueden llevar a cabo pruebas de esquí alpino, esquí de fondo, patinaje artístico sobre hielo y biatlón. Además, todo hace indicar que en este tipo de instalaciones se pueden llevar a cabo pruebas como los saltos de esquí, el esquí acrobático o el snowboard. Ambos centros son dependientes del Consejo Superior de Deportes. Por si esto fuera poco, la región cuenta también con las instalaciones de las estaciones de Astún, Candanchú, Formigal-Panticosa, Javalambre y Valdelinares.
Sin embargo, el músculo de su proyecto no se cierne solo sobre su territorio, si no que también se abre a otras zonas del Pirineo catalán o del Valle de Arán. Aquí se encuentra el centro especializado de tecnificación de Vielha, liderado por la estación de esquí de Baqueira-Beret, un amplio gimnasio, una pista de hielo que se podría emplear para competiciones como el curling o el hockey, y no solo para el patinaje, y una gran residencia deportiva para los alojamientos.
La visión aperturista del proyecto aragonés no reduciría solo sus miras al territorio nacional y por eso podría abrir sus fronteras a países como Andorra o como Bosnia. Ambas vías ya han sido exploradas por el Comité Olímpico Español para la candidatura conjunta del país. Especialmente el proyecto nórdico y esa posibilidad de usar su mítico túnel del hielo de Sarajevo para pruebas como el bobsleigh, el luge y el skeleton, todas ellas correspondientes a las modalidades de descenso en trineo.
Estas son las pruebas que mayores quebraderos de cabeza podrían abrir tanto a Aragón como a Cataluña, ya fueran por separado o en conjunto. Se necesitan pistas modernas hechas de hormigón y con refrigeración autónomas que contengan al menos una recta y un laberinto de múltiples curvas consecutivas. Idealmente deben tener entre 1200 y 1300 metros de longitud y por lo menos unos quince giros. En el mundo hay solo 10 instalaciones de este tipo en funcionamiento y las más cercanas a España serían las de Austria, Francia, Alemania, Italia o Suiza.
Así es cómo se sitúa en estos momentos el proyecto de Pirineos 2030 para los Juegos Olímpicos posteriores a los que ya esperan en Milán y Cortina d'Ampezzo. Si España quiere optar al éxito, las regiones implicadas deberán encontrar un punto de unión que, hoy por hoy, necesita la implicación total del gobierno. Mientras tanto, Aragón ya perfila lo que podría ser su órdago en solitario para demostrarle a Cataluña que dispone de posibilidades. Aunque todo ello haría necesaria una amplia inversión en infraestructuras, logística, alojamientos y redes de comunicación y transporte. Sin olvidar pilares como el máximo respeto por el medioambiente.
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