Nuevo escándalo en el mundo del deporte femenino. Esta vez en el rugby y en un país con tanta tradición en esta disciplina como es Nueva Zelanda. De los All Blacks a las Black Ferns. Y son estas últimas las que han sufrido una serie de abusos que ahora salen a la luz gracias a la revelación de un informe.
El informe se publicó este lunes después de un año de investigación. Esta llegó después de que Kura Ngata-Aerengamate denunciará públicamente a través de la red social Instagram que su entrenador, Glen Moore, había realizado comentarios inapropiados en el seno del combinado nacional.
Entre los abusos que se destacan en el informe están el favoritismo, la incomunicación, las críticas al cuerpo y comentarios culturalmente insensibles. Todo esto dirigido, de manera mayoritaria, contra las jugadoras maoríes y contra las de las Islas del Pacífico de las Black Ferns.
No solo Kura Ngata-Aerengamate confirmó lo que estaba sucediendo en la selección de Nueva Zelanda de rugby femenino, otras jugadoras de origen maorí y de las Islas del Pacífico de las Black Ferns se han sumado a ella. Según el texto, las internacionales "habían experimentado un comportamiento similar por parte de varios miembros de la dirección (de 'favoritismo', 'incomunicación' e insensibilidades culturales) o lo habían presenciado, o se lo habían contado al mismo tiempo".
Movimiento para el cambio
Mark Robinson, director general de New Zealand Rugby, ha asegurado después de la publicación del informe sobre los abusos que van a trabajar para aplicar las hasta 26 recomendaciones que se dispone en el escrito para acabar con las desigualdades en la selección. Una selección neozelandesa que suman cuatro títulos mundiales (1998, 2002, 2006, 2010 y 2017).
"Nadie debería dudar de nuestro compromiso con el progreso del rugby femenino en este país. Este informe pone de manifiesto que no lo hemos hecho todo bien y nos disculpamos por no haber proporcionado todas las herramientas para que nuestra gente tenga éxito", ha asegurado Mark Robinson en un comunicado.
El informe se basó en los testimonios de 52 jugadoras, además de miembros de la gerencia y personal asociado a la selección de Nueva Zelanda. 31 páginas de informe en el que se pone de relieve que el 50 por ciento de las Black Ferns son maoríes y el 25 por ciento de las Islas del Pacífico.
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