La mayor parte del mundo se está volcando con los damnificados de la invasión de Rusia a Ucrania. Con esos millones de víctimas que no saben qué pasará después de la guerra. Algunos ni siquiera si podrán regresar a sus casas... o si tendrán todavía sus hogares en pie. La guerra continúa. Avanza y arrasa. Pero la solidaridad también aparece en los peores momentos.
Historias que emocionan en los distintos rincones del planeta. El protagonista de una de ellas es Oz Pearlman. El corredor de ultramaratón quiso poner su granito de arena como mejor sabe: corriendo. Y lo hizo de una manera muy especial. En el corazón de Nueva York, en el mítico Central Park. La cuna de tantas imágenes en películas o series. El lugar que es una visita ineludible cuando se viaja a la capital del mundo.
Central Park ya fue protagonista en la pandemia de la Covid-19 por un reto viral. Fue en 2020. Aaron Zellhoefer corrió once vueltas en poco más de 14 horas. Marcó así el tiempo más rápido conocido en el parque, construido en 1858, según los datos de la plataforma digital Fastest Known Time (FKT). Un reto en uno de los momentos más delicados de la historia moderna, en el que el deporte tuvo también que parar y en el que ante la cancelación de carreras, fueron muchos los que prepararon desafíos inesperados.
Desafío como este de Oz Pearlman. Vestido de amarillo y azul, con los colores nacionales de Ucrania, 'Oz the Mentalist' llegó a la Puerta de Ingenieros, una de las entradas de Central Park. Entonces se paró en East Drive, donde varias personas le esperaban con una bandera ucraniana. No dudó a la hora de tomarse fotos con ellos antes de correr durante horas para recaudar fondos para los niños ucranianos desplazados por la invasión de Rusia.
En el punto de mira, el récord que firmó Robbie Balenger en 2021. Otro ultracorredor de largas distancias que durante 2019 saltó a la fama por correr por los distintos estados de EEUU. Mientras que en el verano de 2021 completó el Colorado Crush. Es decir, 1.176 millas y más de 300.000 pies verticales de desnivel durante 63 días.
Correr en casa
A sus 39 años, Oz Pearlman, que actualmente vive en Brooklyn, es toda una celebridad que ha aparecido en programas como el de Ellen DeGeneres, Today o Live With Kelly and Ryan. Durante más de media viva ha entrenado en Central Park. Casi 20 años corriendo por allí, como él mismo reconoce: "Es la tierra de casa. Ese circuito de seis millas es mi zona de confort".
Se conoce cada recta, cada curva, cada pequeño desnivel. Pero por delante, un gran reto: 18 horas y 50 minutos para poder marcar un nuevo récord. Central Park tienen unos horarios fijos. Y ni siquiera por este buen motivo se podía saltar. Abre a las 6 de la mañana y cierra a la 1 de la madrugada. Pero no se permiten corredores hasta cinco minutos después de su apertura, al igual que cinco minutos antes del cierre deben estar fuera de él.
Pearlman llegó puntual a la cita. A las 06:05 comenzó a correr por los caminos de Central Park, a un ritmo inferior a 7:30 por milla. Junto a él estuvo en ese momento otro histórico de las ultramaratones de Nueva York, Mike Halovatch. Aunque fueron varias las personas que a lo largo del desafío ayudaron a Oz, cuatro veces ganador del Maratón de Nueva Jersey y tres del Maratón de los Hamptons, el ritmo.
Lo suyo además de correr también es el mundo del mentalismo. Y, según afirma en declaraciones recogidas por The New York Times, es el mentalismo lo que le "ayuda a correr". "Si puedo entrar en tu cerebro, puedo entrar en mi propio cerebro cuando estoy sufriendo, profundizar y seguir corriendo", señala el estadounidense. "Tu mente te juega malas pasadas", llegó a comentar en la octava vuelta.
"Empiezas a pensar en cuánto más lejos y cuánto tiempo tienes, y las dudas te invaden. Simplemente te devoran. Es tu mente diciéndote que renuncies", apunta sobre ese momento de bajón alrededor de la milla 50. Ya en la vuelta duodécima, fue su digestión la que le jugó una mala pasada. Solo había consumido geles -entre dos y tres por vuelta-, píldoras de cafeína y Gatorade de naranja.
Tuvo que vomitar dos veces. También hacer una visita al baño. Pero continúo adelante, aunque bajando el ritmo a los ocho minutos por milla. Ahí actuó su equipo. Le llenaron la gorra de cubitos de hielo que él mismo se tiró por la cabeza para despertar. Causó efecto y después de volver a tomar unas dosis de cafeína, siguió a por el récord para el pueblo ucraniano.
Objetivos conseguidos
Cuando ya encaraba el final de la vuelta 13 y el comienzo de la 14, Oz Pearlman logró alcanzar a su velocidad máxima. Ahí apareció la milla más rápida: 6:42 en la 91. Casi nada. En la vuelta 16, con 98 millas a sus espaldas, igualó el récord de Robbie Balenger. Pero todavía quedaba un poco más. Solo un poco. Dos millas después, llegó a esa mágica cifra de 100 millas recorridas para un tiempo de 14 horas y 36 minutos.
Todo un hito, también a nivel personal, superando su propia marca de 100 millas en dos horas. Cuando finalizó la vuelta 17, sobre las 21:15 horas, estableció el Central Park Loop Challenge FKT y se confirmó que la recaudación de fondos había superado los 100.000 dólares. Aún corrió un poco más. Ya por mero gusto personal ante la petición de los allí congregados. La vuelta 19 fue la del campeón: "Le dije a los muchachos que íbamos a terminar como empezamos: fuertes. Y simplemente lo hice".
19 vueltas a Central Park. 116 millas recorridas. Y así acabó cayendo al suelo antes de la medianoche. Justo donde comenzó todo, en la Puerta de Ingenieros. "Tuve un día espectacular. Simplemente no hay otra manera de describirlo", dijo un Oz Pearlman que llegó al límite para sellar una de esas historias que aunque muchas veces se quedan en un cierto segundo plano, son dignas de copar portadas.
[Más información - Clermont Foot, el equipo francés que intenta cambiar el fútbol: nunca paga por fichar jugadores]
Noticias relacionadas
- El exilio del Shakhtar por la guerra en Ucrania: huye a Turquía y hará una gira para recaudar fondos
- Putin colgado de una soga: ultras del Legia Varsovia 'matan' al presidente de Rusia por invadir Ucrania
- Igor Belanov, de robar el Balón de Oro a Maradona en el 86 a defender Ucrania de la invasión rusa