La nadadora estadounidense Anita Álvarez protagonizó el gran susto de la jornada en los Mundiales de Budapest tras desvanecerse mientras realizaba su ejercicio en la final de solo libre de natación artística.
Un percance que se quedó sólo en su susto gracias a la rápida intervención de su entrenadora, la española Andrea Fuentes, que no dudó en lanzarse a la piscina para rescatar a su pupila.
Tras abandonar la piscina en camilla la nadadora se recuperó y se encuentra fuera de peligro, aunque como informó el equipo estadounidense será sometida a distintas pruebas en los próximos días para desvelar las causas del desvanecimiento.
En lo que se refiere a lo puramente deportivo, la española Iris Tió concluyó en una meritoria sexta posición su actuación en la final de solo libre de los Mundiales de Budapest, en la que la japonesa Yukiko Inui, que ya se colgó el oro en la final de la rutina técnica, cumplió con los pronósticos y se proclamó nueva campeona del mundo.
Pese a quedar lejos de las medallas, Tió, de 19 años y que debutó en la capital magiar como solista en una cita mundial, demostró el enorme futuro que le aguarda con un emocionante ejercicio.
Bajo los acordes del tema de Florence The Machine titulado You've Got The Love, cuyas partes de violín han sido compuestas por la madre de la nadadora española, Iris Tió dejó clara su capacidad para transmitir emociones sobre el agua.
Los jueces lo tuvieron en cuenta y valoraron especialmente la impresión artística del ejercicio. De hecho, Iris Tió mejoró su nota con relación a la obtenida en la ronda preliminar, pero los 89,700 puntos logrados por la española fueron insuficientes para pelear por la medalla de bronce, que fue para la griega Evangelia Platanioti con una puntuación de 91,7667.
Yukiko, campeona de la prueba
Mucho más lejos quedó la española de la ganadora de la prueba, la japonesa Yukiko Inui, que ya se había impuesto en la final de la rutina técnica y que se colgó el oro con una calificación de 95,3667 puntos.
Completó el podio la ucraniana Marta Fiedina, que, como en la final de la rutina técnica, tuvo que conformarse con la medalla de plata por detrás de la nadadora japonesa, tras lograr este martes una nota de 93,8000, un punto y medio menos que Inui.
En el apartado masculino, el español Hugo González, como ya le ocurrió en los 100 espalda y en los 200 estilos, no pudo alcanzar la final en la prueba de los 200 espalda en los Mundiales de Budapest, tras concluir en decimotercera posición su actuación en las semifinales.
Una marca insuficiente
Pese a rebajar en más de medio segundo su tiempo en las preliminares, el balear, que firmó un crono de 1:59.05 minutos, se quedó a casi dos segundos -1.93- del suizo Roman Mityukov que logró el último billete para la final con una marca de 1:57.08 minutos.
Mucho más lejos quedó Hugo González, de 23 años, del estadounidense Ryan Murphy, vigente subcampeón olímpico, que confirmó su condición como máximo favorito al título, tras lograr el mejor tiempo de todos los semifinalistas con un registro de 1:55.43 minutos.