El boxeo es uno de esos deportes que acostumbra a dejar imágenes muy duras cuando dos púgiles se juegan la vida golpe a golpe. Alma Ibarra, atleta mexicana, ha sido la protagonista de uno de esos momentos dramáticos que se viven sobre el cuadrilátero en su lucha contra la estadounidense Jessica Mc Caskill.
La norteamericana decidió poner en juego sus cinturones de campeona mundial del peso wélter de AMB, CMB, FIB, OMB y The Ring Welter. Un botín importante ante el que Alma tenía el reto de salir vencedora. Una velada apasionante que tuvo lugar en el Tech Port de San Antonio. Sin embargo, lo que prometía ser una noche grande para la mexicana terminó siendo una lucha por su supervivencia.
'Caskilla', apodo que recibe la boxeadora estadounidense, se mostró muy fuerte durante todo el combate. Era una roca. Un muro ante el que Alma Ibarra se chocaba una y otra vez. Su rostro se convirtió en el rompeolas sobre el que terminaban todas las acometidas de la campeona que, una y otra vez, castigaba sin piedad a su rival.
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El combate vivió por momentos una situación tensa y dramática ya que la propia Alma se veía incapaz de escapar del huracán que le estaba pasando por encima. Fueron tres asaltos que se convirtieron en un absoluto infierno. Una tormenta de golpes que le caían por todos los lados y ante los que no encontraba ni defensa ni respuesta.
Tanto es así, que en el descanso entre el tercer y el cuarto asalto, Alma se vio incapaz de volver a salir al ring para presentar batalla. Después de lo vivido en sus tres primeras apariciones, empezaba a temer de verdad por su integridad física. Y lo que es más importante, incluso por su vida.
Momentos de mucha angustia
Por ello, antes de arrancar el cuarto asalto, le gritó a su entrenador, completamente desesperada, que no quería salir. No podía hacer frente a su rival y un mal golpe podría traer consigo una desgracia. Su grito desesperado ya ha dado la vuelta al mundo.
"No... No... Yo sólo quiero llegar con vida a casa". Su preparador no estaba dando crédito a lo que estaba viviendo, pero tuvo que hacer caso a su pupila, quien ya había llamado la atención del árbitro. La situación se puso realmente tensa y la boxeadora consiguió finalmente su propósito. Su objetivo no era otro que no ser protagonista de una tragedia.
Así pues, Jessica Mc Caskill fue declarada como ganadora del combate y retuvo todos sus títulos. La estadounidense sigue invicta con un récord de 12-2-0 y con su situación de campeona del mundo desde el año 2018. Una demostración de poderío que ya es la comidilla entre todos los aficionados del mundo del boxeo.
Las desgracias de Alma
Por su parte, Alma Ibarra, ha vuelto a ser protagonista de una historia peculiar relacionada con su carrera. Hace unos meses no pudo participar en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, donde iba a representar a México. Y todo porque fue víctima de un secuestro.
La boxeadora fue sustraída de su hotel en Veracruz junto con su entrenador, Carlos Medellín. En un principio, para no despertar su alerta, sus propios secuestradores le dijeron que era por su seguridad, cuando realmente no era así. La policía acudió al lugar de los hechos y tras una breve investigación, consiguieron dar con el lugar donde estaban retenidos. Sin embargo, los secuestradores ya habían obtenido una suma de dinero de parte de su familia.