España vuelve a estar en otras semifinales de un Mundial de waterpolo. El potencial de este país en este deporte es tal que prácticamente se ha mantenido generación tras generación entre los mejores de forma habitual; desde que Jesús Rollán defendía la portería a ahora que lo hace Unai Aguirre. Este portero de 19 años ha dado el relevo a otros dos grandes porteros como Iñaki Aguilar o Dani López Pinedo, que le cuida como un padre, y tratará de llevar a la Selección otra vez a la final este viernes superando a Croacia (17:00 horas).
Algo hay en ese vestuario de España que pone siempre en el agua grandes porteros. "Es una pócima secreta" al que Aguirre, además de las habilidades innatas de los guardametas nombrados, le pone nombre y apellidos: "Antonio Aparicio". "Estuvo con Jesús, estuvo con Iñaki, estuvo con Dani y ahora está conmigo, yo creo que por algo será", desvela este joven descarado, que ha cuajado en el vestuario de forma increíble tras sus experiencias previas y que se licenció en Tokio 2020.
Tras la retirada de López Pinedo, ha llegado su turno. En la primera gran competición está demostrando su potencial. El guardameta fue el mejor del equipo en los cuartos de final. En el equipo confían tanto en él que esas defensas "a la japonesa" (presionando al hombre) con las que está sorprendiendo el seleccionador David Martín Lozano. Aguirre probó bajo los palos sobre el césped, ya que su padre fue portero de fútbol, pero él se decantó pronto por el Waterpolo: "fue la mejor decisión de mi vida". Ahora quiere sumar su primer gran éxito.
Habla de obsesión abiertamente, porque Aguirre es una persona empecinada en ser el mejor y ganarlo todo: "Como todos mis compañeros. Porque al final es lo que hace que un equipo sea grande, estar obsesionado con ganar por el bien del equipo". Las personas que están cerca de él le describen como una persona con una personalidad tremenda, con gestos en el agua que demuestran un carácter fuerte y un liderazgo innato. Lejos de molestar a otros jugadores más veteranos, les da un plus.
Sus 19 años invitan a pensar en que tendrá una gran proyección. Si se le pregunta qué tiene que mejorar, dice que "en todo". Lo que está haciendo en este Mundial no le pone un techo. Para hacerlo, dice que "los elogios son bienvenidos, es bonito que reconozcan tu trabajo. "Pero lo que te hace mejorar son las críticas, las derrotas y los goles encajados", apunta este guardameta insaciable. Será este carácter un arma más para combatir contra los croatas.
Todo parecía indicado a que esta Selección pudiera vengarse de lo sucedido en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Allí ante Serbia, los únicos malos minutos que tuvieron en el torneo les apearon de la lucha por el oro. Croacia superó a esta selección esta semana en el Mundial y tratarán de frenar la progresión española. El problema está en que para verlo en España hay que indagar por internet, la televisión pública no ha dado este Mundial en el que el resto de las disciplinas ha fracasado.
Desde el vestuario, no quieren darle demasiada importancia a esta cuestión. "Es una motivación, pero aquí no podemos cambiar nada. Tenemos que concentrarnos en lo que depende de nosotros, que es ganar", apunta el portero. Solo "los que quieren verlo de verdad" pudieron presenciar cómo le daban el premio al MVP del partido ante Montenegro (ganaron 7-6). "Si la defensa no va bien, es muy difícil que el portero haga buen partido", quita importancia al hito.
López Pinedo, como un padre
Aguirre ha compartido a Dani López Pinedo en su última temporada como profesional desde los JJOO hasta que acabó la campaña con el Atlètic-Barceloneta. "Todavía me envía mensajes después de cada partido", explica Unai. "Hasta el día que se ha retirado ha sido el mejor", recalca. El joven portero explica que lo mejor que le ha aportado es "cómo es como persona", porque más allá de marcar la diferencia bajo la portería, se ha preocupado también porque el futuro de España sea este.
Es un guardameta que durante la fase de grupos dejó a Canadá en dos goles con más del 80% de paradas en lanzamientos. Su calidad permite a los compañeros y al entrenador proponer defensas más arriesgadas, haciendo que la Selección esté ganando sus partidos desde esta faceta. El carisma que tiene Unai Aguirre es único, con su voz sobresaliendo entre la de los demás. Solo falta que haga historia a sus 19 años dándole a España un Mundial que se resiste desde Fukuoka 2001.