El mundo de la hípica se prepara para una revolución en forma del uso de la fusta. La herramienta con la que los yoqueis golpean y estimulan a los caballos vive entre la censura de los sectores animalistas, que relacionan esta práctica con el maltrato animal, y la tradición de una competición que en el Reino Unido es casi una religión. Este país restringirá de forma severa el número de veces y la manera en la que se podrá azuzar a la montura con el objetivo de buscar la victoria en la carrera.
Los yoqueis pueden dar con su fusta entre siete y ocho veces, en función de si se trata de categoría flat o jump. Según las normas introducidas esta semana, si hacen cuatro golpes más, serán descalificados. Además, desde ahora solo podrán dar con su herramienta en posición de revés. Comenzarán con suspensiones de días de competición, además de incluir sanciones económicas. Si lo hacen en una carrera de gran cartel, pueden pasar todo un mes sin poder correr.
En cualquier caso, la aplicación de esta nueva normativa tendrá un período de adaptación que se extenderá hasta otoño. Para tomar esta decisión se tomaron en cuenta estudios como este de la revista Animals. Varios investigadores australianos esgrimieron que, aunque la piel del caballo es más dura que la humana, no aísla el dolor generado por los golpes de fusta. Es una manera de defender el maltrato al que son sometidos los animales. En Australia, por ejemplo, se permite a los yoqueis golpear todo lo que quieran a sus monturas en los últimos 100 metros de carrera.
La normativa se intentó cambiar en 2011, pero las protestas terminaron devolviendo las reglas a su posición habitual. La British Horseracing Authority lleva desde entonces tratando de adaptar unas restricciones que solo han hecho que generar columnas de opinión negativas en los principales medios de comunicación. Tampoco han encontrado el respaldo de los principales detractores de esta práctica. Los sectores animalistas quieren eliminar por completo esta práctica.
La Royal Society for the Prevention of Cruelty to Animals (RSPCA), un organismo que se quejó durante el Festival de Cheltenham del uso de esta herramienta después de que denunciaran la muerte de cuatro caballos, la peor cifra desde que en 2018 fueran siete las víctimas. Otras organizaciones como Animal Aid se apoyan en encuestas públicas de este mismo 2022 donde un 72% de las personas consultadas prefiere que se acabe con esta práctica en las carreras.
El dolor
El estudio mencionado previamente explica que no existe una diferencia significativa entre el dolor que los caballos y los humanos sienten al recibir golpes con una fusta. En la investigación se utilizaron las muestras de piel de 10 personas muertas y 20 caballos sacrificados de la raza purasangre. La parte del cuerpo analizada era la zona del glúteo, que es donde más golpes reciben las monturas durante las carreras. Aunque la dermis es más fina en humanos que en animales, no hay diferencias en las terminaciones nerviosas que marcan el nivel del dolor que sienten.
La RSPCA avala su apuesta por el veto del uso de la fusta en otro estudio que determina que su empleo no beneficia al resultado de la carrera ni favorece la seguridad del yóquey. La investigación se basa en los informes de los comisarios de 126 carreras en las que participaron 1178 participantes durante tres años y no encuentra diferencias entre los que lo usan en más casos que aquellos que no golpean tantas veces a su caballo.
En el pasado había sanciones por un uso desmedido de la fusta, pero no había un número de golpes establecido. Siempre se ha entendido que a mayor número de golpes, más motivación se crea en el caballo. No es una ciencia exacta y cada caballo reacciona de una manera diferente, también en función de su entrenamiento. Lo que ahora será indiscutible es que si das 14 golpes, como hizo Sam Waley-Cohen para ganar en una de las pruebas más importantes del mundo de la hípica como es la Grand National de este año, serás descalificado.
No es algo nuevo en California. El año pasado el órgano rector de estas carreras introdujo la misma regla el año pasado y los yoqueis se han adaptado bien, sin que haya más sanciones de las que había antes. Tom Scudamore, uno de los jinetes más famosos del país, lo ha comparado con el VAR en el fútbol: "Un defensa se salía con la suya antes mucho más que ahora. Solo hay que adaptarse, eso es ser un profesional".
Problema por las apuestas
La mayor parte de las críticas que ha recibido esta nueva normativa tienen que ver con el hecho de cómo afectan los cambios de resultados a las apuestas. La hípica es uno de los deportes sobre los que más se puja en el mundo. Es prácticamente una tradición para la burguesía inglesa. Ahora, una victoria puede cambiar en función de que la investigación de los comisarios tome una decisión sobre un golpe de fusta que pueda estar al límite tanto por cantidad como por el sitio en el que impacta.
La economía que rodea a las apuestas sobre la hípica en Reino Unido es muy importante. La llamada Gambling Act de 2007 liberalizó esta industria y en 2018 se movieron 14.400 millones de libras entre todos los deportes. En los próximos meses, según se vaya aplicando este cambio de normativa, se conocerá el impacto real de estas medidas. Lo que no va a cambiar van a ser las quejas de los sectores animalistas que seguirán pidiendo que se vete el uso de la fusta.