No es funambulismo, es Highline. El equilibrio del ser humano se pone a prueba con esta modalidad de cinta tensa (así se conoce en español). Este fin de semana se ha disputado el campeonato del mundo en Suiza de este deporte extremo. A una altitud de 2252 metros sobre el nivel del mar en la cima de la montaña Crap Sogn Gion en la localidad de Laax, los acróbatas compitieron en las disciplinas de estilo libre y velocidad. Las imágenes ponen los vellos de punta.
Es la modalidad más extrema del Slackline. El equilibrista porta un arnés con una cinta con anillas enganchada a la cinta tensa sobre la que se mueve. Para la prueba de estilo libre se colocaron tres cintas de 63 metros de largo con diferentes tensiones. La prueba de velocidad contaba con dos paralelas de 100 metros de largo, en las que los profesionales debían correr un tramo de 60 metros. Hay quienes lo hacen sin seguridad, pero no es así en esta prueba oficial.
El francés Benoit Brume ganó la Speed Highline masculina con su tiempo más rápido a las 00:37:54. En el estilo libre, la también gala Louise Lenoble conectó un 'Front Almighty Flip', completando una rotación de pie alrededor de la cinta alta mientras se aferraba a la misma con los pies. Para la prueba masculina, el estadounidense Davis Hermes cautivó a la multitud con el movimiento que se conoce como 'El Santo Grial': completó un doble giro hacia adelante alrededor de la cinta alta y agarró la misma en el segundo giro.
La modalidad de Highline está denominada como deporte extremo. Se usa una cinta de nailon que se ancla entre dos puntos y se tensa con el objetivo de mantener el equilibrio en la cuerda, poder caminar hacia adelante y atrás y poder dar saltos y hacer piruetas. Surgió de otros deportes como el montañismo o el salto base. Su origen se remonta entre los años 1980 y 1990 con el francés Patrick de Gayardon quien falleció en 1998 en una de sus exhibiciones.
El Highline recuerda mucho a los acróbatas de circo que hacen piruetas en una cuerda floja con la diferencia que en este deporte se está caminando a cientos de metros de altura muchas veces entre dos picos de montañas enfrentadas y donde cualquier error puede ser fatal. Es un gran reto y una disciplina en la que el juego mental y la mentalidad son mucho más importantes que la capacidad técnica y física, a pesar de lo que pueda parecer.
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A pesar de que los accidentes son potencialmente mortales y de que se han producido muertes en el Highline, siempre que se haga con seguridad como estos campeonatos del mundo los profesionales no corren riesgo. La Asociación Internacional de Slackline desarrolló un sistema para probar y certificar el equipo apropiado que se puede utilizar. Riesgo y adrenalina se mezclan en esta disciplina con templanza y frialdad para la que no solo hay que ser valiente sino que es necesario no sufrir de vértigo.