En una decisión sorprendente, el Gran Maestro del ajedrez Magnus Carlsen ha declarado que no defenderá el título de campeón del mundo. No ha anunciado su retirada, pero sí que ha dejado claro que no encuentra la motivación para defender ahora mismo el campeonato.
"He hablado con gente de mi equipo, de la FIDE (Federación Internacional de Ajedrez), con Ian (Nepomniachtchi)... La conclusión es que no estoy motivado para jugar otro mundial. Siento que no tengo mucho que ganar, y aunque estoy seguro de que este encuentro sería interesante por razones históricas, no tengo interés por jugar y, simplemente, no jugaré", declaró el número uno del ajedrez en el pódcast The Magnus Effect de Unibet.
"Voy a jugar el Grand Chess Tour, la Olimpiada de Chennai (India) con el equipo de Noruega, Miami, la Copa Sinquefield. Tengo mucho ajedrez por delante. Disfruto mucho jugando torneos más de lo que disfruto del Campeonato Mundial. Francamente, no me veo dejando de ser un jugador de ajedrez en el corto plazo y espero llegar a los 2900 Elo", añadió. Sobre un posible retorno Carlsen manifestó: "No lo descarto, pero tampoco contaría particularmente con ello".
Ahora, con este agujero de poder en el mundo del ajedrez, los grandes beneficiados con esta decisión de Carlsen, pentacampeón del mundo desde 2013, serán Ian Nepomniachtchi y el chino Ding Liren, primer y segundo clasificado del Torneo de Candidatos.
Para el ajedrez en sí mismo esto resulta un problema, ya que el nivel de Carlsen se ha mostrado muy superior al de sus rivales años atrás y esto podría devaluar el título de rey del ajedrez. Existe una posibilidad real de que quien gane la partida por el campeonato mundial del próximo año, que ahora se jugará entre Nepomniachtchi de Rusia, quien ganó el torneo de candidatos a principios de este mes para convertirse en el retador prescrito, y Liren, de China, quien terminó como subcampeón, sea poco estimulante.
Arkady Dvorkovich, presidente de la Federación Internacional de Ajedrez, el organismo rector del juego, reconoció el pasado miércoles el golpe que supone la decisión del noruego, icono indiscutible del ajedrez moderno.
"Su decisión de no defender el título es sin duda una decepción para los fanáticos y una mala noticia para el espectáculo", dijo Dvorkovich en un comunicado emitido por la federación, que organizó el partido por el campeonato mundial. "Deja un gran vacío".
Prodigio desde la niñez
Un ajedrecista que lleva haciendo historia desde que era un niño, cuando su padre le enseñó a jugar. "Empecé a jugar y aprendí los movimientos cuando tenía aproximadamente 5 años y medio. Me gustaba el juego, pero por entonces no tenía la paciencia para sentarme, esforzarme y estudiar con el propósito de mejorar", dijo en una entrevista el pasado 2021.
"No fue hasta los 8 años cuando realmente empecé a aprender sobre el ajedrez. Comencé a interesarme mucho y mi primer objetivo fue ganar a mi hermana mayor. Después de eso me enamoré del juego y estudiaba por mi cuenta, y así ha sido desde entonces", reconocía un Carlsen que ahora parece haber perdido parte de la pasión que le llevó a los tableros.
Un prodigio que, en 2004, con 13 años, casi elimina a Garry Kasparov en un torneo de ajedrez rápido y eso lo hizo saltar a la fama. Ese mismo año también se convirtió en el segundo jugador más joven de la historia en obtener el título de Gran Maestro de ajedrez. De hecho, durante una temporada, el propio Kasparov fue su mentor y entrenador.
Y es que en su caso, además de pasión y dedicación, toda su carrera ha asombrado por su talento. En 2010, con 20 años, Magnus Carlsen llegó a la cima del escalafón de los mejores ajedrecistas del mundo y desde el mes de julio de 2011, está instalado en ella de forma continua. Carlsen también es, de lejos, el jugador mejor clasificado del mundo, una clasificación que no perderá si no defiende su título.
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"Lo que experimenté en 2013 (primera corona mundial) fue genial, claro. Casi toda mi vida ha estado dedicada a este objetivo en particular, convertirme en campeón del mundo, y es cierto que, en términos de edad, sí que era joven. Sin embargo, ya había estado jugando y compitiendo durante muchos años y era un ajedrecista experimentado", dijo sobre las sensaciones que sintió al ser campeón del mundo por primera vez.
"Ahora ves a jugadores conquistando títulos de Grand Master a los 12 o 13 años, por lo que en este deporte tienes que empezar muy joven para llegar a ser un buen jugador", reflexionó Carlsen.
Pero ahora los campeonatos del mundo, el éxito y los récords pasan a un segundo plano. Carlsen ha decidido que no quiere seguir defendiendo su corona por falta de motivación y de retos, una decisión que, aunque no es inédita, se ha dado muy pocas veces antes en la historia del ajedrez.
Pocos precedentes
Desde 1886, en la historia de los Campeonatos del Mundo solo ha habido tres renuncias a defender el título, aunque por diferentes razones. El estadounidense Bobby Fischer desapareció de la escena pública en 1975 después de que la FIDE no atendiese ninguna de sus sugerencias, mientras que el ruso Anatoly Karpov en 1999 y la china Yifan Hou en 2017 lo hicieron por el cambio de formato a eliminatorias de muy pocas partidas que hizo el máximo organismo del ajedrez.
Distintas razones, pero que en ningún caso tienen relación con la que ha esgrimido ahora el Gran Maestro noruego para bajarse de la lucha por el campeonato.
"A mí, personalmente, lo que siempre me ha movido en el ajedrez ha sido lo divertido e interesante que me parece, y eso es algo que todavía perdura. Por lo que diría que, cuando uno empieza a jugar al ajedrez, ha de ser un poco paciente si al principio no sale como esperas, no se va a conseguir todo inmediatamente. Dicho esto, que cada uno haga lo que le parezca interesante y divertido. Si es el ajedrez, fenomenal, porque pienso que es un juego precioso y trascendental", decía hace apenas unos meses sobre los motivos que le llevaron a practicar el ajedrez.