Los Campeonatos de Europa de atletismo están dejando imágenes muy sorprendentes. España está sacando una muy buena nota gracias a éxitos como el conseguido recientemente por Asier Martínez, que se llevó la medalla de oro en la prueba de los 110 metros valla. El corredor español consiguió su gran éxito por una sola milésima, pero no le hizo falta jugarse el tipo como sí le pasó a Gina Lueckenkemper.
La velocista alemana ya es una de las grandes protagonistas de los Europeos de Múnich. Ha conseguido ganar la medalla de oro en la prueba de los 100 metros lisos y, por lo tanto, puede ser consideraba como la mujer más rápida del Viejo Continente. Una distinción ganada bajo la sorpresa de todos que no daban crédito a la impresionante carrera realizada por la germana.
Después de una salida algo deficiente, se quedó rezagada respecto a sus más directas rivales. Sin embargo, poco a poco, al más puro estilo Usain Bolt, fue abriéndose camino hasta conseguir culminar su remontada con el mayor brillo posible. Remontó una posición tras otras hasta que a falta de 30 metros se estaba jugando la medalla de oro.
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Ahí decidió echar el resto y lanzarse con todo sobre la línea de meta. Gracias a ese empeño consiguió mantener la pelea con corredoras que, a priori, tenían más opciones que ella de éxito. Eso sí, el podio y el metal estaban asegurados. Pero con su último arreón consiguió ganar el oro y, ya de paso, jugarse el tipo.
El momento del accidente
Entró dándolo todo hasta el punto de que perdió el equilibrio pocos metros después de cruzar la meta. Fue corriendo totalmente descontrolada hasta que terminó cayendo de cabeza. Con tan mala suerte de que en su particular accidente rodó sobre el tartán dándose un golpe considerable.
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Poco importaba porque segundos después recibía la alegría de su vida. Era la nueva campeona de Europa. Sin embargo, no todo fueron saltos y lágrimas de felicidad, también hubo alguna de dolor. En su propia caída, tuvo la mala suerte de golpearse con una de sus zapatillas en su piernas.
De esta manera, los clavos de su bota arañaron con fuerza su extremidad hasta el punto de provocarle una espeluznante herida que ya es una de las imágenes de estos Europeos de Múnich. Gracias a su esfuerzo consiguió aventajar en cinco milésimas a la suiza Kambundji y firmar ese registro de 10.99 que no olvidará. Una prueba que estaba marcada por la lesión de Asher-Smith que le dejó fuera de combate.
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La alegría que registraba su rostro dio paso a la preocupación de su equipo y de los servicios médicos de la competición, que se alarmaron al ver la tremenda herida que tenía y que no paraba de sangrar. Los galenos le atendían sobre la pista aplicando un importante vendaje, pero ella solo pensaba en celebrar y disfrutar: "No noto nada en este momento, tengo tanta adrenalina".
La avería terminó siendo importante y por ello tuvo que ir al hospital de inmediato donde le cosieron la herida y le dieron hasta ocho puntos de sutura: "No sé exactamente de dónde vino la herida, si fue por una caída u otra cosa, pero estoy bien". Tras pasar por el centro médico llegó de madrugada a su hotel donde fue recibida como una auténtica heroína. Ahora, es duda su presencia en el relevo.