El cricket no es, ni mucho menos, uno de los deportes mayoritarios en España, pero eso no significa que millones de personas en todo el mundo no lo sigan día a día en otros países como la India, Pakistán o Reino Unido.
Naciones tradicionalmente muy unidas al cricket, algo que no ha pasado en España, donde, por ejemplo, el Madrid Cricket Club ha tenido que pelear y mucho simplemente para conseguir un campo en el que entrenar y jugar sus partidos.
Ha sido una odisea de 20 años, pero ahora una concejala de deportes de Madrid, Sofía Miranda, les ha concedido un terreno donde los jugadores del Madrid Cricket Club utilizarán el renovado estadio de La Elipa, que cuenta con un campo de béisbol donde se puede jugar al cricket.
"Es un campo de béisbol que tiene dimensiones suficiente para jugar cricket. El campo ha sido restaurado hace poco con la instalación de césped artificial y es impresionante. Las gradas tienen espacio para cientos y cientos de espectadores. Estamos muy contentos", asegura Jonathan Woodward, su presidente, en EL ESPAÑOL.
El club fue fundado en la década de 1970, pero fue posteriormente abandonado en la década de 1990. El club se refundó en 2001 gracias al propio Woodward, el presidente de la entidad, que puso un anuncio en un periódico de la época.
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Dese entonces no encontraron, ni por asomo, un campo como los que hay en la India o Reino Unido para poder disfrutar de su pasión en Madrid. En ese momento tenían que desplazarse lejos de la capital, prácticamente hasta Toledo, para jugar en un terreno que en poco se asemejaba a las condiciones ideales de un campo de cricket.
"Empezamos en 2001 y no había ningún club aquí en Madrid. El deporte no era nada conocido y, hablando de él, mis amigos y conocidos pensaban que estaba hablando de otros deportes como el polo. Así que, intentar convencer a los ayuntamientos de lo que podíamos hacer y la demanda que podemos generar era casi imposible. Sin federar y sin liga en Madrid, no estaban interesados para nada. Creo que hemos hablado con alrededor de 12 ayuntamientos en la Comunidad, además de buscar campos privados", asegura Jonathan Woodward.
Sin campo y con largos viajes
En 2016 pudieron convencer a un club de polo para que les permitiera usar sus campos durante un año, pero el club de polo quebró y volvió a dejar a los jugadores de cricket sin hogar nuevamente.
Durante los últimos años, los partidos como local contra otros equipos los disputaron principalmente en la costa mediterránea, en lugares como La Manga. Y es que no solo el desplazamiento a tantos kilómetros era un problema, los jugadores tenían que pagar de su bolsillo los viajes.
"Llevamos 20 años viajando hasta la costa para jugar en la liga. Nuestro campo como local era La Manga (La Manga Club Resort).... 950 kilómetros ida y vuelta para jugar dos partidos. Uno el sábado y otro el domingo. Íbamos el viernes para volver el domingo. Cada jugador gastaba entre 150 y 200 euros cada viaje en transporte, hotel y partido. Era muy difícil a veces conseguir jugadores que pudieran gastar tanto dinero. Pero lo hemos conseguido, aunque nunca tenemos el equipo más fuerte posible. Entre el coste y el tiempo ha sido casi imposible".
Pero, poco a poco, parece que la pasión por el cricket se va haciendo un pequeño hueco en la capital de España. El club ha crecido hasta tener más de 60 jugadores registrados (de hasta doce nacionalidades), así como diez juveniles y diez mujeres. Pero nunca han llegado a presentar un equipo completo.
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El presidente del Madrid Cricket Club indica que "cuando empezamos, solo había 8 equipos jugando al cricket en una liga en España. Ya tenemos más de 100. Con un campo en el capital podemos conseguir mucho. Ahora mismo solo tenemos el campo disponible tres horas algunos domingos al mes, más tres días enteros para un torneo solidario que se celebrará en octubre.
Para ese torneo, cuenta Wodward, estará un equipo de Inglaterra, uno de Suecia, el Barcelona Internationals y un XI de la selección de España.
"Poco a poco esperamos tener más tiempo para jugar en Madrid y hacer más torneos, ligas, etc. y con eso el deporte va a disparar. Además, empezamos clases de cricket los viernes en La Elipa, donde esperamos niños de todas las edades para aprender sobre este deporte", añade Woodward.
Función solidaria
Al club se le han asignado espacios de tres horas para albergar partidos de T20 (una variación de la forma original del cricket) los domingos por la noche en La Elipa, de hecho, el torneo que tendrá lugar en octubre tendrá un fin benéfico y lo que se recaude irá destinado a los refugiados ucranianos.
"Organizamos 2 torneos solidarios cada año. Recaudamos dinero para los refugiados en campos en Serbia, Bosnia y Líbano y algo para ayudar el club pagar gastos. También organizamos días de cricket en colegios e institutos para enseñar el deporte y tenemos un club de niños en el centro. Para practicar, hemos instalado redes de prácticas en la Universidad Complutense, donde entrenamos los domingos por la mañana. Todo lo que tenemos lo hemos pagado nosotros, sin ayuda financiera", cuenta el presidente sobre la labor solidaria del club.
Son pequeños pasos hacia delante los que ha ido dando el Madrid Cricket club en los últimos tiempos. A largo plazo, Woodward espera conseguir varios equipos de niños y equipos femeninos, ligas en Madrid y un campo permanente para la práctica del cricket. Además, espera seguir usando el deporte para fines sociales para los madrileños y para ayudar en causas solidarias.
Cuando se le pregunta sobre las posibilidades de que un deporte como el cricket cuaje en Madrid, lo tiene claro: "Hay que probarlo y seguir jugando. Solo podemos conseguir esto si tenemos un campo dedicado al cricket. La liga en Madrid y el campo en La Elipa son un gran logro y nos vamos moviendo por el buen camino".