Hilaree Nelson, una mujer récord del esquí en el duro Manaslu: aludes, grietas y una 'muerte casi segura'

El mundo del esquí, y también del alpinismo, se encuentran en estado de shock absoluto después de la enorme tragedia que ha acontecido en el Manaslu, una de las montañas más altas y peligrosas del planeta. Sus 8.163 metros le convierten en el octavo pico más alto del mundo y se encuentra en el macizo Mansiri Himal, en la parte del Himalaya más centroccidental de Nepal.

Durante una de las últimas expediciones se ha producido una terrible tragedia. Una avalancha ha provocado la muerte de un escalador y ha dejado a otros trece heridos, algunos de ellos de gravedad. De hecho, cuatro de los damnificados se encuentran en estado crítico. Sin embargo, el suceso que ha dado ya la vuelta al planeta es la desaparición de varias personas. 

Entre ellas se encuentra uno de los miembros más reconocidos y mediáticos de la expedición, la esquiadora Hilaree Nelson. Esta cayó por una grieta vertical de unos 25 metros y no se ha vuelto a tener noticia alguna de su paradero. Todas las previsiones indican que ha perdido la vida, pero ni siquiera se ha podido obtener rastro de su cuerpo o de alguna de sus pertenencias. 

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Hilaree Nelson junto a su expedición en el Manaslu

El origen del desastre

La avalancha se produjo debido al mal tiempo que se registraba en la zona, especialmente en el área más cercana al Campo IV. Desde el Departamento de Turismo se confirmó rápidamente la muerte de uno de los miembros de la expedición. Además, se informó también que varios sherpas especializados procedentes de diferentes agencias habían sufrido daños al intentar transportar material. 

Dawa Sherpa de Imagine Nepal Treks, apuntó que cinco de sus miembros de expedición sufrieron heridas y que incluso dos de ellos estaban en estado crítico. Rishi Bhandari de Satori Adventure añadió también que en su caso eran otros tres los sherpas heridos, uno muy grave. Thaneswar Guragai, de Seven Summit Treks, la agencia más importante, aseguró también que dos de sus miembros sufrieron heridas graves. De estos 12 heridos, tres ya han conseguido ser rescatados y trasladados en helicóptero a Katmandú.

Los problemas se han acentuado durante las últimas días ya que el mal tiempo ha provocado que las labores de búsqueda hayan sido imposibles de realizar. El Manaslu se encuentra saturado en estos momentos ya que se ha excedido el número licencias que estaban permitidas y se calcula que casi 500 alpinistas se encuentran en algún punto de la montaña esperando poder hollar la cima. 

El número de licencias ha doblado las permitidas en cursos anteriores y junto con los 300 guías que se calcula que han viajado hace que en el Manaslu pueda haber en estos momentos más de 700 personas. El mal tiempo y la masificación de gente habían provocado que en las últimas semanas se realizaran varios avisos importantes sobre la posibilidad de que se produjeran múltiples avalanchas. 

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Imagen del Manaslu tras una intensa nevada Europa Press

La tragedia de Nelson

Muchos de los reportes que llegan desde la zona hablan de la trágica situación de Hilaree Nelson, una de las personas que ha estado presente en esa expedición que ha sufrido las consecuencias más graves de la avalancha. De momento, ha sido dada por desaparecida después de despeñarse por una impresionante grieta. Esa es la última noticia que se ha tenido sobre su situación. Muchos califican ahora su reto de una 'muerte casi segura' por la dificultad que presenta esta montaña cuando las inclemencias meteorológicas toman el control. 

Realizaba su misión junto a su pareja Jim Morrison y juntos habían hecho ya cima en el colosal Manaslu, una de las montañas cuyas condiciones meteorológicas son más cambiantes. En pleno descenso, fueron sorprendidos por este terrible acontecimiento. Hilaree estaba haciendo una travesía especial, ya que pretendía poder bajar esta imperial cota esquiando, su gran pasión. Sin embargo, fue víctima de un brutal accidente al caer desde unos 25 metros por una grieta vertical. 

Las esperanzas de un milagro, lo que supondría que Hilaree siguiera con vida, son más que remotas. De momento, no se ha podido continuar con las labores de búsqueda de su cuerpo debido las dificultades que ha ocasionado el mal clima. "Debido a la mala visibilidad, la misión de búsqueda y rescate ha sido suspendida", informó a EFE Jeevan Ghimire, director de la compañía Shangrila-Nepal, encargada de esta expedición en el Manaslu.

Un helicóptero de la aerolínea nepalí Simrik Air sobrevoló durante más de cuatro horas la zona en la que se vio a Hilaree Nelson por última vez antes de su fatal accidente. "Además de la búsqueda aérea, este miércoles se movilizarán entre cinco y seis guías sherpas". La intención es batir la zona lo máximo posible. Jim Morrison, pareja de Nelson, ha decidido también participar en las labores de búsqueda. 

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Hilaree Nelson y Jim Morrison antes de su fatal aventura

Una mujer de récord

Hilaree Nelson es una conocida esquiadora estadounidense que también alterna su pasión por los esquís con el alpinismo. De hecho, los mayores retos de su carrera muchas veces unen las dos disciplinas. Escalar grandes picos para después bajarlos con sus esquís. Eso pretendía hacer en el Manaslu hasta que la tragedia se ha hecho protagonista. 

La americana es la capitana del equipo de aventuras de la marca The North Face y una consumada experta en la montaña. A sus 49 años, tiene un gran historial de impresionantes conquistas en el universo de la montaña. De hecho, es la primera mujer en enlazar las cumbres del Everest y del Lhotse en 24 horas. Dos colosos que superan los 8.500 metros de altitud. Una locura que consiguió cumplir en el mes de mayo del año 2012. 

Este año intentó, y completó, otra de sus grandes hazañas. Decidió regresar al Lhotse para realizar el primer descenso en esquíes de este ochomil, una experiencia muy similar a la que estaba realizando desde el Manaslu. Sus continuos proyectos y logros en la montaña le llevaron a ser elegida entre los Aventureros del Año por parte de National Geographic. Ahora, cada vez son menos los que mantienen la esperanza de que al menos su cuerpo pueda ser encontrado entre la inmensidad del Manaslu y sus avalanchas.