España ha conquistado este fin de semana un nuevo territorio deportivo. Una disciplina que parecía estar reservada a unos pocos, concretamente a los países del continente americano. Se trata del polo y es que el equipo nacional ha conseguido en Wellington el primer mundial de toda su historia.
Un éxito sin precedentes y que se podría definir como la mayor geste del equipo español en este deporte en el último siglo, ya que la otra gran conquista que consiguió la selección fue la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Amberes en el año 1920. El polo, que ya no es una disciplina dentro del programa realizado por el COI, sí fue olímpico desde el año 1900 hasta el 1936.
Ahora, el conjunto español formado por Nico Álvarez, Luis Domecq, Nico Ruiz Guiñazu, Pelayo Berazadi y Jaime Serra ha escrito una nueva página en la historia de este deporte después de vencer al equipo anfitrión, Estados Unidos, en la gran final por un resultado de 11-10 en una competición que se ha celebrado en Wellington.
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El polo, a pesar de tener una larga tradición en España, sigue siendo un deporte minoritario en nuestro país. Su cuartel general se sitúa en Sotogrande y se calcula que en el territorio nacional hay unos 800 jugadores profesionales que lo practican de manera habitual entre españoles y extranjeros.
Una victoria sin precedentes
España acudía a la cita de Wellington con el objetivo de hacer el mejor Mundial de todos los tiempos. Sin embargo, ni en las mejores previsiones estaba alzar el título. El objetivo que la delegación nacional se había colocado era estar, por lo menos, en semifinales. Sin embargo, la disputa del campeonato de este 2022 estaba llamada a ser histórica.
El equipo que entrena Benjamín Araya ha realizado una participación espectacular ya que solo ha cedido un partido de todos los que ha disputado en Estados Unidos. Fue ante el teórico mejor equipo del mundo y máximo favorito en el arranque de la competición a llevarse la corona mundial, Argentina. La albiceleste, que defendía título, venció a España por 6 a 3,5. El resto de duelos se han saldado con victorias.
El conjunto de Araya cerró la fase de grupo con victorias frente a México por 11-4,5 y a Pakistán por 9 a 7,5 y siguió con su camino triunfal en la competición al ritmo que los sueños y las ambiciones iban creciendo de forma considerable. El siguiente duelo, el de semifinales, fue una de las mejores actuaciones del combinado español, llevándose el triunfo contra Uruguay por 10,5 a 7.
Superado ya el objetivo marcado desde el inicio y con las expectativas por las nubes, el equipo nacional no se rindió y decidió salir con todo a la pelea por lo máximo en una final que fue agónica. Pelayo Berazadi se convirtió en el héroe del último duelo frente a Estados Unidos consiguiendo un gol de oro que valía un título y una nueva página brillante en los libros de historia del deporte nacional.
Con este triunfo, España escribe su nombre en la lista de campeones del mundo consiguiendo ser el primer equipo no americano que lo logra. La reina indiscutible con cinco coronas es Argentina a pesar de que en Wellington no pudieron pasar del cuarto puesto. Brasil, Chile y la propia Estados Unidos son las otras selecciones con algún cetro mundial. Por su parte, España no había pasado del cuarto puesto, posición que alcanzó en 1997 y 2008. Ahora, el reto ya está conseguido.