La Nationale-Nederlanden San Silvestre Vallecana esconde multitud de historias. Este año fueron 41.000, una por cada persona que participó en la carrera popular. La magia volvió a inundar las calles de Madrid durante la tarde del 31 de diciembre, arrancando en los aledaños del estadio Santiago Bernabéu y concluyendo en la calle Candilejas del barrio de Vallecas.
Borja Ignacio Pérez Batet, de 38 años, tiene muchas historias que contar en la tradicional prueba. Desde 2005 corría la San Silvestre Vallecana y esta edición, con la vuelta a la normalidad tras dos años de pandemia, en los que eligió participar en la Cursa dels Nassos de Barcelona, ha regresado a ella.
EL ESPAÑOL, como media partnership de la Nationale-Nederlanden San Silvestre Vallecana, ha querido vivir con Borja su jornada en la carrera de las carreras. Desde que arranca el día nada más despertarse hasta que cruza la línea de meta. Un privilegio verlo todo en primera persona de un corredor que ya ganó la popular una vez (2017) e hizo podio dos veces más (3º en 2015 y 2º en 2016).
Borja tiene gran experiencia como corredor. Entrena siete días a la semana -a veces con sesiones dobles, apunta-, ha participado en varios campeonatos de España y un par de años se atrevió a participar en la carrera internacional de la Vallecana. Este año, además, ha abierto una página web (born2run.es) para ofrecer sus servicios como entrenador de atletismo para todo tipo de atletas.
Y prácticamente no le pudo ir mejor en su reencuentro con la San Silvestre. Siete años después de su primera vez en el podio, repitió tercer puesto en la popular. Con un tiempo de 0:30:16, cruzó la meta menos de un minuto después que el ganador (Nicolás Cuestas, 0:29:18). Así se vivió desde el punto de vista del dorsal 27388, Borja Pérez, una jornada tan mágica como la de este sábado.