El boxeo femenino está inmerso en una gran guerra. La Asociación Internacional (IBA) ha tomado una decisión que ha sido enormemente polémica y que ha generado un revuelo total. Permitirá a las boxeadoras de Rusia y Bielorrusia participar en el próximo Campeonato del Mundo defendiendo incluso los colores de su propia bandera.
Esta decisión ha provocado que muchos países hayan decidido realizar un boicot contra la competición, contra la propia Asociación Internacional y contra Rusia y Bielorrusia, ya que consideran intolerable que se permita la presencia de las deportistas de estos países y que lo hagan además defendiendo los colores de sus enseñas nacionales.
Lógicamente, el descontento de los países es por la implicación del estado de Vladímir Putin en la guerra contra Ucrania que lleva paralizando el planeta durante más de un año. De momento, ya son once los países que se han bajado de la competición y que han anunciado que si no cambia esta decisión, no inscribirán a sus púgiles en el campeonato femenino.
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El último estado en sumarse a esta lista que ha colgado los dos dígitos es Noruega. El país europeo ha decidido unirse a una iniciativa que comenzó Estados Unidos y que rápidamente empezó a contar con adeptos. La propia Ucrania fue una de las primeras también que se negó a compartir cartel con las boxeadoras rusas y bielorrusas.
Países europeos como Polonia, Países Bajos, Gran Bretaña, Irlanda, República Checa o Suecia secundaron y apoyaron esta medida. Y también otros como Canadá. Una decisión que de momento parece haber colonizado Europa y parte de América y que todavía espera que se produzcan algunos apoyos desde oriente.
Además, no serán bajas menores, ya que las representantes de estas once naciones tuvieron una participación muy importante en el Mundial de 2022 celebrado en Turquía. Tanto es así que se colgaron hasta 48 medallas en Estambul. Una corriente que poco a poco se está extendiendo y que no solo se ha producido en el Mundial de boxeo femenino.
De hecho, la decisión de Noruega ha sido totalmente transversal y ha abarcado varios campeonatos como el Mundial masculino de Uzbekistán o el Campeonato de Europa juvenil de Armenia. Todo por intentar detener la entrada de Rusia y Bielorrusia en el deporte de nuevo tras el estallido de la guerra en el pasado mes de febrero del 2022.
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Algunos países están meditando si unirse también a este gran listado de renuncias. Aunque no será el caso de España, que ya ha anunciado que tendrá a seis representantes en el campeonato que se celebrará del 15 al 26 de marzo en Nueva Dehli.
Los conflictos de la IBA
La decisión de la Asociación Internacional de Boxeo (IBA) ha sido muy polémica, aunque hay que poner varias cosas en contexto. La más importante seguramente sea que la IBA se encuentra presidida por el ruso Umar Kremlev. Este empresario incluso se ha ofrecido a costear los gastos de aquellas boxeadoras que quieran participar en la competición al margen de sus países y de sus federaciones.
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"No deben estar sujetas a ningún juego político. Las decisiones de las Federaciones Nacionales no reflejan las opiniones de sus deportistas, entrenadores y oficiales". Un ofrecimiento que ha sido confirmado por George Yerolimpos, secretario general y director ejecutivo de la IBA.
La prohibición de que los boxeadores rusos y bielorrusos pudieran competir bajo su bandera quedó levantada por la IBA en el mes de octubre del año 2022 a pesar de las recomendaciones realizadas por el Comité Olímpico Internacional. El conflicto entre el COI y la propia IBA viene de lejos y está relacionado con los problemas que está teniendo este deporte para estar en la lista de los deportes olímpicos.