Las autoridades mantienen una lucha constante contra el dopaje en el deporte. La mejora del rendimiento a través de la ingesta de sustancias prohibidas o con métodos declarados como ilegales es una sombra que siempre planea con la competición de más alto nivel, pero lo cierto es que también existen muchas de estas oscuras triquiñuelas en el 'otro' deporte, en el amateur.
En los últimos años, se ha convertido casi en algo habitual ver cómo varios casos de dopaje salpicaban a diferentes atletas que se encuentran lejos de la élite. Deportistas aficionados, que compiten en categorías máster (las que catalogan a los veteranos) o incluso en pruebas de menor calado a nivel local, que decidieron participar en condiciones diferentes a las de sus rivales.
Si ya el oscuro asunto del dopaje planteaba multitud de dilemas éticos y morales en la alta competición, en este tipo de niveles mucho más inferiores las aristas de cada caso se disparan. ¿Merece la pena arriesgarse a ingerir sustancias prohibidas para ganar una prueba amateur? ¿Hasta qué punto compensa poner en riesgo la salud de uno mismo para obtener este reconocimiento?
Mientras deportistas de la más pura élite como Miguel Ángel López en el ciclismo tratan de luchar por esclarecer su situación en la que se le acusa de la ingesta y posesión de menotropina, en el lado no profesional de la balanza ha surgido recientemente el caso de Celestino Fernández.
El nombre de este atleta fue publicado en una web del Ministerio de Cultura y Deporte, acusado de incumplir las normas antidopaje, pero lo más llamativo de todo es que se trata de un policía. Las reacciones no se hicieron esperar, tratándose de un miembro de las fuerzas de seguridad que también son una parte activa en la pelea contra el dopaje, aunque el implicado se ha encargado de asegurar su inocencia.
Campeón de España de duatlón
Hace unos días saltó la sorpresa. La web de Sanciona2, que pertenece al Ministerio de Cultura y Deporte y que recoge todos aquellos atletas sobre los que pesa una sanción por dopaje, añadió a su listado el nombre de Celestino Fernández.
La multa que se le impuso al policía fue de seis meses sin poder competir, una sanción que tenía su fecha de inicio en el pasado 24 de mayo de 2023 y que finalizaría, por lo tanto, el 24 de noviembre de este mismo año. Sin embargo, pocos más detalles se ofrecieron en este portal más allá de asegurar que se trataba de una "medida provisional", es decir, que ni siquiera era firme.
Junto al nombre de Celestino Fernández no se ofrecieron más datos acerca de esta pena, y sobre todo no se dio información acerca de las sustancias prohibidas por las que se sancionaba a este deportista, ni tampoco el deporte en el que se aplicaba la medida.
En unas declaraciones al portal TriatlonChannel el propio Celestino Fernández quiso tratar de limpiar su nombre asegurando su inocencia. "Yo no he tomado jamás la sustancia por la que me acusan. No entiendo cómo ha aparecido en mi cuerpo, pues nunca la consumí", aseveró.
Además, Fernández mostró su malestar por cómo se había llevado el procedimiento: "La sanción cautelar se ha publicado por la web del Gobierno de España cuando mis alegaciones y recurso aún no se han resuelto. Es un daño irreparable para una situación que me ha afectado muchísimo desde hace más de un mes", confirmó acerca de la sanción de la Comisión Española para la Lucha Antidopaje en el Deporte (CELAD).
[Dopaje, fútbol y Premier: el informe que pone en duda la transparencia]
La trayectoria reciente de este deportista que compite en la categoría máster 40 había sido exitosa. El año pasado se proclamó campeón de España de duatlón y también en este pasado 2022 consiguió la victoria en la prestigiosa prueba de la Challenge de la Plana, unos logros importantes que ahora pasan a estar mirados con lupa.
La sanción de la CELAD es provisional y Celestino Fernández ya ha anunciado que ha solicitado una prueba de ADN para demostrar su inocencia, por lo que aún pueden pasar muchas cosas en el caso.
Las trampas en el deporte amateur
Al margen de este positivo que todavía está por resolverse en el caso de Celestino Fernández, en los últimos tiempos han surgido varios episodios de deportistas amateur que han jugado con las normas antidopaje en busca de una mejora de su rendimiento.
Que existe el consumo de sustancias prohibidas en este 'otro' deporte es un hecho que queda constatado con la desarticulación de algunas redes de tráfico para este tipo de categorías. Marcos Maynar, médico con el que se ha relacionado a Miguel Ángel López en el marco de su sanción, ya fue detenido hace tiempo y acusado de tráfico de medicamentos en gimnasios.
Alexis Rodríguez, el que fuera ciclista profesional, también fue salpicado por una operación contra el dopaje y fue detenido en 2015. Se le sancionó con cuatro años de inhabilitación al estar implicado en una red dedicada a la fabricación y venta de sustancias prohibidas.
Hace unos años los Mossos desarticularon una gran trama de dopaje en la que estaban envueltos ciclistas y culturistas amateurs. En esta operación se detuvieron a doce personas, entre ellas algunas que revendían en el mercado negro la hormona de crecimiento que les suministraban en un hospital para su hija menor. En este golpe los agentes se incautaron de 5.700 dosis de sustancias como EPO, insulina, clembuterol o anabolizantes.
En 2016 otra importante operación se llevó a cabo en Asturias con el desmantelamiento de otra red que proporcionaba sustancias prohibidas a deportistas amateur. Otra docena de personas, incluidas un guardia civil y un médico, fueron detenidas por distribuir anabolizantes y otros medicamentos dopantes a sus clientes.
Son algunas de las acciones que se han llevado a cabo en los últimos tiempos, pero no son las únicas. El dopaje en el deporte aficionado está instaurado y son muchos los adeptos que tratan de mejorar su rendimiento de manera ilegal, por lo que la lucha contra estas trampas sigue vigente.