Kelvin Kiptum ha entrado a lo grande en el olimpo histórico del maratón. A los 23 años, el atleta keniata marcó un registro mundial estratosférico de 2.00:35 sobre las calles de Chicago destronando a Eliud Kipchoge.

El keniata mejoró por 34 segundos la marca que su compatriota Eliud Kipchoge estableció en el maratón de Berlín de 2022 (2h01:09) y se convirtió en el primer atleta en bajar de las dos horas y un minuto en los 42,195 kilómetros.

Kiptum sube así a lo más alto de la maratón después de darse a conocer hace apenas un año. Lo hizo en Valencia. donde logró una marca de 2:01:53 que sorprendió a todos. Seis meses después rebajó su marca en Londres cerrando el crono en 2:01:25. Ahora ya es la mayor leyenda de esta disciplina.

Para la historia

Este domingo, en Chicago, en una jornada sin viento y excepcional para este tipo de pruebas Kiptum se coronó ante el mundo y recogió el testigo de su compatriota Kipchoge.

Ya en el kilómetro 5 llegaron los primeros problemas con las liebres, que no lograban mantener la cadencia de Kiptum. Tras cubrir ese primer parcial en 14:26,el keniata y su compatriota Mateiko fueron los que se quedaron solosen cabeza junto a una de las liebres, Ronald Kirui, a la que pidieron colocarse delante para que les resguardara.

Los tres atletas pasaron el kilómetro 10 en 28:42, con una proyección unos segundos por debajo del récord del mundo de Kipchoge (2.01:09). Todavía quedaba mucho por delante, pero se empezaba a cocer una hazaña histórica.

El paso por el kilómetro 15 rebajó las expectativas al llegar a ese punto por debajo del tiempo del todavía recordman. Kiptum y Mateiko se quedaron ya solos en cabeza para pasar el medio maratón en 1.00:48.

En el kilómetro 33 Kiptum decidió ir a por el récord del mundo. Dejó atrás a su compatriota con un gran cambio de ritmo y se marchó solo en busca de llevarse la carrera y hacer historia. Al igual que en su segunda maratón en Londres, el jovencísimo atleta keniata mejoró el ritmo en la segunda parte de la carrera y pudo recuperar los segundos que le separaban de batir la marca de Kipchoge.

Pasó por el kilómetro 40 con un tiempo de 1.54:23 y se desgastó en los instantes finales en busca de dejar más díficil de batir un récord que ya tenía en la mano. Lanzó dos besos al público en sus últimos metros, se tocó el pecho y cruzó la línea de meta con los brazos abiertos dispuesto a abrazar su nueva plusmarca mundial, la mejor de la historia.