Arabia Saudí se ha metido de lleno en el deporte. Su incursión en las competiciones más prestigiosas del mundo a través la organización de grandes eventos, patrocinios, fichajes y sueldos millonarios ha conseguido cambiar por completo el paradigma del deporte tal y como lo conocíamos hasta ahora. Europa y Estados Unidos siguen estando en primera línea dominando la industria, pero este nuevo actor procedente de Asia llega con mucha fuerza.
El primer paso del país saudí fue albergar eventos deportivos. En 2019 se disputó en Yeda la Supercopa italiana de fútbol. Ese mismo año se vivieron en territorio saudí dos combates de boxeo de renombre. En 2020 aterrizaron en Arabia la Supercopa de España de fútbol y el Dakar y en 2021 el país del golfo Pérsico confirmó su desembarco en la Fórmula 1 con la celebración de un Gran Premio.
Sin embargo, en los últimos tiempos han decidido dar un paso más allá. Han cambiado la estrategia y ahora el foco está puesto en las figuras individuales. Quieren crear una marca y que mejor manera de hacerlo que tener como cabeza de cartel a deportistas de primerísimo nivel.
Comenzaron con Cristiano Ronaldo, quizá el jugador más mediático en la historia del fútbol. Y ahora parece que han puesto el foco en los deportistas españoles. Y es que tres de los más importantes de nuestro país están en manos de Arabia Saudí: Rafa Nadal, Jon Rahm y Fernando Alonso.
Embajador en Arabia
La última gran incorporación a su colección de estrellas ha sido Rafa Nadal. El tenista español firmó esta pasada semana un acuerdo "a largo plazo" como embajador de la Federación de Tenis de Arabia Saudí.
Una alianza que tiene el objetivo de "ayudar al crecimiento del deporte e inspirar a una nueva generación de atletas en Arabia Saudí". Para ello, se creará una nueva Academia Rafa Nadal para contribuir de manera más determinante al desarrollo del tenis.
"Mires donde mires en Arabia Saudí, puedes ver crecimiento y progreso, y me emociona formar parte de ello. Sigo jugando al tenis porque me encanta, pero más allá de jugar, quiero ayudar a que este deporte crezca en todo el mundo, y en Arabia Saudí hay un gran potencial", apuntó Nadal tras hacerse oficial el acuerdo.
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El próximo paso de Arabia Saudí en el mundo del tenis pasa por tener su propio Masters 1.000. Desde el fondo de inversión saudí quieren comprar una licencia y Miami y París-Bercy aparecen como las futuribles a cedérsela a cambio de un grueso de millones. Además, la operación ya ha sido desvelada por algunas personas relevantes dentro del tenis.
"Espero que el Masters 1000 que la ATP regalará a Arabia en enero de 2025, quizás combinado con la WTA, sea suficiente para satisfacer sus ganas de tenis", eran las palabras del presidente de la Federación Italiana de Tenis, Angelo Binaghi.
Contrato millonario
Hace un mes quien se puso en manos de Arabia Saudí fue Jon Rahm. El golfista vasco dejó el PGA Tour para desembarcar en el LIV Golf, circuito saudí. A cambio de un valor de 500 millones de dólares, el jugador español tomaba una decisión también inesperada por sus críticas previas al transgresor formato de juego de tres jornadas y su apuesta por 'lo tradicional' del golf.
Fue una decisión inesperada del número 3 del ránking mundial. Dejaba el circuito más emblemático de la historia del gol para unirse a uno que hasta ahora no cuenta con tantas estrellas.
El de Barrika no podrá jugar los torneos del PGA Tour, ya que dejará de ser miembro de este circuito, pero esto no implica que no vaya a estar presente en las grandes citas de la temporada.
The Players (pertenece al PGA Tour) es el único gran torneo que se quedará fuera de su calendario. Pero para los 'Majors' tiene por ahora plaza garantizada. En concreto, el Masters de Augusta lo podrá jugar de por vida al ser ganador de este evento. Para el US Open tiene exención hasta el año 2031 y para el British Open y el PGA Championship durante cuatro años.
Patrocinio multimillonario
Fernando Alonso también está bajo la influencia del dinero de Arabia Saudí, pero su caso es diferente al de sus dos compatriotas. El piloto asturiano está vinculado con Arabia de una forma indirecta.
Y es que, desde su fichaje por Aston Martin siempre ha pilotado con el patrocinio de Aramco en su monoplaza. Aramco es una compañía saudí que explota petróleo, gas y productos petroquímicos que, a partir de la temporada 2024, será el patrocinador principal y aparecerá en el nombre oficial durante el Mundial.
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Aramco es la segunda empresa más valiosa del mundo (solo por detrás de Apple y por delante de Microsoft) con un valor de 1.887 billones de dólares y se convierte así en el gran sustento económico de la escudería dirigida por Lawrence Stroll y, por lo tanto, el valedor del contrato del dos veces campeón del mundo.