El boxeo tiene este sábado una cita con la historia. Por primera vez en la era de los cuatro cinturones, el peso pesado tendrá un campeón indiscutido. Será el británico Tyson Fury (34-0-1, 24 KO) o será el ucraniano Oleksandr Usyk (21-0, 14 KO). Los dos 'titanes' del cuadrilátero se ven por fin las caras en una velada que se celebra en Riad, capital de Arabia Saudí.

Nunca antes habían estado en la misma bolsa los cuatro títulos de las organizaciones mundiales del boxeo. Fury apuesta su cinturón del WBC y Usyk hace lo mismo con los tres que posee (WBA, IBF y WBO). Aunque el ucraniano se juegue más, quien llega a la pelea con más aura de estrella -y más millones garantizados- es el británico. La contienda pareció que nunca iba a suceder... hasta que apareció el dinero saudí.

El gigante de Oriente Medio capitaliza desde hace unos pocos años las grandes veladas pugilísticas. Una maniobra, conseguida a base de talonario, para blanquear la imagen del país de cara a Occidente utilizando el deporte. El fútbol, el tenis, la Fórmula 1, el wrestling... Pocos escapan ya de las manos del príncipe heredero Mohamed bin Salmán y su ministro Turki Al-Sheikh -también propietario del Almería-.

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El Kingdom Arena de la ciudad de Riad acoge la gran velada que estelarizará la pelea entre Tyson Fury y Olek Usyk. Empezará en torno a las 18.00 hora peninsular y su main event, el combate que unificará los campeonatos del peso pesado, está programada para no antes de las 00.00 horas de la madrugada del sábado al domingo. En España, la cartelera se podrá seguir en DAZN.

Bajo el título Ring of fire ('Ring de fuego', traducido), Fury y Usyk darán una pelea que se colará en los libros de historia del boxeo y, concretamente, del peso pesado. Después de los Rocky Marciano vs Jersey Joe Walcott en los 50, los Muhammad Ali vs. Joe Frazier en los 70 y los Myke Tyson vs Evander Holyfield en los 90, llega la batalla que marcará toda una era en el siglo XXI.

El camino hasta la pelea

El enfrentamiento lleva gestándose varios años y ha ocupado el teórico lugar que parecía pertenecer al duelo entre Fury y su compatriota Anthony Joshua. Pero Fury, que alcanzó la cima cuando destronó a Wladimir Klitschko en 2015, tenía otro compromiso contra Deontay Wilder (su tercer duelo) y fue alargándolo. Esto provocó que Joshua quisiera subirse al ring contra Usyk, perdiendo por decisión unánime y fracasando también en la revancha, que se demoró porque el ucraniano -en 2022- quiso ayudar a su país combatiendo en el frente contra los rusos.

Usyk ha estado persiguiendo desde entonces la oportunidad de pelar contra Fury, que la última vez que defendió su cinturón fue en diciembre de 2022 contra Chisora. El Rey Gitano -apodado así por sus orígenes en los irish travellers (los gitanos irlandeses)- volvió al ring en 2023 midiéndose a Francis Ngannou -excampeón de UFC, novato en el boxeo- y dio el susto al ser enviado a la lona y rozar la derrota contra el camerunés. Para entonces Arabia ya había 'comprado' el Fury vs Usyk y estaba programado para diciembre de aquel año, aunque se retrasó para el pasado 17 de febrero.

Tyson Fury y Oleksandr Usyk, durante el cara a cara previo a su pelea Reuters

El último giro de esta historia llegó diez antes de la fecha prevista para la contienda. Fury sufrió un corte sobre el ojo derecho durante un sparring y la pelea contra Usyk se volvió a retrasar, hasta este 18 de mayo. Ahora el inglés, al que se acusó de 'hacerse' el corte para el aplazamiento de su duelo contra el ucraniano, llega en la mejor forma física que se le ha visto en mucho tiempo. Olek, tan frío como el hielo, luce igual de bien que siempre.

Se habla que el factor físico puede ser lo que decante el combate. Fury mide 2,06 metros y una envergadura de 2,16. Usyk cuenta con 15 y 18 centímetros menos, respectivamente. Además, en el pesaje, el inglés dio 118,8 kilos (su peso más bajo desde 2019) y el ucraniano 105,8 (el peso más alto de su carrera). Trece kilos de diferencia sobre el ring.

Pero la estrategia de cada uno será fundamental. Fury querrá aprovechar la distancia y Usyk pegarse a su rival. Más kilos para el inglés y más velocidad para el ucraniano, que también ha demostrado ser mucho más técnico. Tyson, de 35 años, y Olek, de 37, se miden en búsqueda de la gloria. Las apuestas están igualadas, aunque dan una ligera ventaja al púgil de Mánchester.

Una bolsa de 130 millones

Lo que es seguro es que los dos peleadores se llenaran los bolsillos. Más Fury que Usyk. En juego habrá más de 141 millones de dólares (130 millones de euros), de los que 80 están garantizados para el inglés y 35 para el ucraniano. El resto se dará en base al reparto del PPV, lo cual se calcula que disparará los ingresos Fury hasta los 100 millones y los de Usyk hasta los 50.

Tyson Fury y Oleksandr Usyk, en la conferencia de prensa de su pelea Reuters

Es llamativa la diferencia de ingresos entre Fury, que se juega un título, y Usyk, que se juega tres. El británico es el que más problemas ha dado para que esta pelea se dé, poniendo siempre por delante el requisito de ser él la cara principal. Eso quiere decir, sobre todo, una cosa: dinero. Olek, en cambio, siempre ha antepuesto dejar un legado y ha puesto muchas más facilidades en ese sentido.

Sin Arabia Saudí, esta pelea nunca se habría dado. El ministro Al-Sheikh es quien más ha apostado por el boxeo en el reino árabe, convenció a Fury a base de talonario y ha organizado gracias al dinero una de las peleas del siglo. Así funciona el boxeo. Ahora llega el momento de la verdad, el momento de los golpes.