Loading...
Oleksandr Usyk, nuevo campeón de boxeo de peso pesado.

Oleksandr Usyk, nuevo campeón de boxeo de peso pesado. REUTERS

Otros Deportes BOXEO

Oleksandr Usyk, nuevo campeón indiscutido del peso pesado tras vencer a Fury en Arabia Saudí

El ucraniano hace historia al unificar por primera vez los cuatro cinturones de los pesos completos de boxeo con una merecida victoria a los puntos.

19 mayo, 2024 08:12

Oleksandr Usyk ha escrito su nombre con letras de oro en la historia del boxeo al convertirse en Arabia Saudí en el primer campeón indiscutido, absoluto, de la actual era del boxeo en la categoría de los pesados.

Para ello ha tenido que derrotar a los puntos, por decisión dividida, a un gitano inglés de más de dos metros de altura, el magnífico Tyson Fury, que había sido hasta esta noche el dominador de los pesos completos y que pierde la imbatibilidad (34-1-1).

Fury se tambaleó contra las cuerdas después de una buena y dura serie de golpes de un Usyk que dominó el resto de la pelea desde ese crucial momento. Aunque habrá revancha a finales de año, el ucraniano endosó a 'The Gypsy King' su primera derrota profesional en 16 años y se convirtió en el primer campeón unificado en 25 años, desde que lo lograra Lennox Lewis en 1999.

Parecía que estaba vencido después del octavo round e incluso parecía desesperado por no encontrar el camino para abrir la guardia de Fury, pero en los instantes finales se repuso y remontó lanzándose con todo en un desesperado intento por demostrar ser el mejor de su división. Tyson Fury, por su parte, jugó su papel de villano tratando de desquiciar a su rival y, aunque en momentos lo logró, finalmente se impuso la cordura.

Máxima igualdad

Usyk empezó dominante en los primeros asaltos frente a un británico que utilizó su distancia para evitar que todos los golpes del ucraniano le llegaran a buen destino. No obstante, varios impactos sí que aterrizaron en la mandíbula de Fury quien apeló al cansancio de su oponente para intentar abrir su guardia.

Poco a poco, Fury empezó a lastimar el hígado y, con el paso de los minutos, el juego mental del gigante británico empezó a surtir efecto sobre un todavía disciplinado Usyk.

Oleksandr Usyk golpea a Tyson Fury. REUTERS

A partir del cuarto round, Fury empezó a lastimar en verdad a Usyk con uppers al mentón, una vez que las partes bajas estaban ya 'blandas' para lo que eran las llegadas a corta distancia. Las combinaciones del británico mermaron a Usyk especialmente en el sexto asalto, en donde Fury dominó a placer, solamente para empezar a sufrir de nueva cuenta en el round siguiente.

El octavo round fue el punto de inflexión nuevamente para la pelea para marcar el regreso del ucraniano, mientras que Fury estaba confiado en su distancia, Usyk supo romperla y prender ahora sí al británico. 

El ucraniano le movió el piso a Fury quien sentía cómo las piernas empezaban a hacerse más delgadas y solo las cuerdas le hacían evitar visitar la lona, pero no evitar el conteo en el noveno, el combate estaba prácticamente decidido. Fury sacó un par de uppers más, de esos que lastimaron mucho a Usyk, pero insuficientes para evitar el triunfo del ucraniano vía decisión dividida.

Arabia se frota las manos

Este combate, uno de los más importantes de los últimos tiempos en el mundo del boxeo, se celebró en Arabia Saudí. Una maniobra más del país asiático para blanquear su imagen a través del deporte.

Y es que desde el país saudí se están adueñando de muchos de los grandes eventos deportivos de la actualidad. Fórmula 1, MotoGP, fútbol, tenis, golf... Muchas disciplinas pasan por sus manos para lavar la imagen de su régimen.

[Los jeques conquistan el deporte: de Arabia a EAU, el 'sportswashing' alcanza a nivel más alto en 2024]

Arabia Saudí ha irrumpido en el panorama global de una manera tan determinante que todo parece apuntar a que en los próximos años su capital dictará muchas de las reglas de este negocio. Una apuesta que, recientemente, se cifraba por encima de los 5.700 millones de euros en los últimos dos años, según el medio británico The Guardian. Para poner en contexto, el deporte mundial, en lo que respecta a tratos empresariales, movió unos 17.000 millones en 2022.

El interés saudí por el deporte global no es nuevo, a pesar de que países vecinos como Qatar o Emiratos Árabes se le habían adelantado, pero sí lo es como punto de apoyo estratégico de algo mucho más grande. Porque explicar esta apuesta como un método de 'sportswashing', es decir, de lavado de imagen, puede ser demasiado simplista. Se engloba en lo que se ha llamado 'Visión 2030', un proyecto de reforma social y económica del país que tiene como uno de sus pilares convertirse en "potencia mundial de inversión".

Siguiente Portada