Manizha Talash nació en Kabul, la capital de Afganistán, tiene 21 años y el break dance le ha salvado la vida, literalmente. La música siempre ha marcado el ritmo de sus pasos, pero carga con experiencias vividas muy duras e incluso crueles, que han dejado cicatrices profundas en ella. Ahora en España tiene la oportunidad de reivindicar y hacer algo por todas las mujeres que sufren en su país.
Nació en un mundo que no deseaba para ella, con sueños que se quedarían simplemente en eso, en sueños. Sin embargo, solo necesitó una pizca de esperanza para abrirse paso a través del baile para huir de esa vida, y hacer lo que le apasionaba.
Con motivo del Día Mundial del Refugiado, 20 de junio, desde EL ESPAÑOL recordamos la historia de Manizha Talash, una superviviente. Huyó de su país con apenas 18 años, recorriendo un escabroso camino, y ahora participará en los Juegos Olímpicos de París 2024 junto al Equipo Olímpico de Refugiados, en una disciplina incorporada por primera vez en la historia: el break dance.
Una historia desafiante
Todo comienza en Kabul, un lugar definido por el régimen talibán. Una sociedad marcada por la desigualdad, la falta de libertad y el miedo, donde no se respetan los derechos de las mujeres: "La vida es muy difícil para una chica bajo el régimen talibán. Siempre que yo quería hacer algo, me decían que no podía hacerlo porque era chica", explicaba Manizha Talash en la rueda de prensa organizada por el Comité Olímpico Español.
En 2020 a través de sus redes de Facebook encontró un vídeo que la inspiró, aportando un poco de alegría a su monotonía. Esas imágenes mostraban al breaker Sajad Temuriam bailando:"Vi a un hombre girar sobre su cabeza y al principio no sabía si era verdad o no, pero me encantó y dije que yo quería hacer eso. Busqué en YouTube y era real". Fue en ese momento cuando quiso empezar a practicar ese nuevo deporte del breakdancing.
Mientras ayudaba a su madre a cuidar de sus hermanos, acudía a los entrenamientos de breaking, en Kabul, junto a los Superiors Crew. “Había 55 chicos y yo sola. Después, se sumaron seis chicas más, pero ya no entrena ninguna”, explicaba, y añadía que "había mujeres que me decían que yo no podía hacer eso porque era una chica".
Talash, apellido ficticio que utiliza para garantizar la seguridad de su familia, llegó a sufrir en su país hasta tres ataques de bomba por practicar deporte y ser mujer: "Habían explotado algunas bombas cerca del gimnasio. Y nos dijeron que aquí ya no podíamos estar. Que ya no podíamos seguir haciendo lo que hacía". Esta situación era insostenible para ella, y solo veía posible una única solución: huir del país.
Junto a su hermano de 12 años salió del país, llegando hasta Pakistán, al único sitio que podía llegar sin su pasaporte afgano. Estuvo 11 meses en el país recluida en una misma habitación junto a 22 personas. Todos sin papeles. "No podía salir a la calle, estaba ilegal en ese país", recuerda Talash de una época difícil.
En 2022, consiguieron llegar a España, a Huesca concretamente, gracias a las ayudas ofrecidas por la asociación People Help, una organización que de forma voluntaria ayuda a salir del país a las familias afganas que, por su actividad, vinculación a países occidentales o posicionamiento a favor de los derechos humanos, se encuentran en peligro de ser asesinadas por los talibanes.
"La verdad es que yo no hice nada. Sólo cuidaba de mi hermano, pero ellos se movieron, escribieron una carta al Gobierno y nos sacaron en un avión militar. Lo pasé mal y sufrí depresiones muchas veces porque no sabía cómo estaba mi familia realmente. Sé que alguna persona fue a hablar sobre mí a mi familia. Y mi abuelo, padre de mi padre, quería llevarse a mi hermana y mi hermano, pero era algo peligroso", lamentaba la deportista en la rueda de prensa.
Su vida cambió radicalmente. Pudo dedicarse a su pasión de la mano del COE, incorporándose al centro de refugiados de Getafe. Según relató el presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco, "El Comité Olímpico Internacional nos hizo una llamada para decirnos que la deportista estaba en España. Desde el COE nos involucramos con la situación y nos pusimos manos a la obra, conseguimos la beca de Solidaridad Olímpica y logramos que se trasladase a Madrid".
Pese a que su vida era mejor, Talash no tenía la conciencia tranquila: su madre y sus hermanos continuaban en Afganistán. Por ello Blanco quiso recordar que en la primera reunión que tuvieron con ella, les pidió que ayudaran a su familia para que pudiese venir a España: "Hicimos la gestión con la embajada de Pakistán, y un mes después ya estaba su madre y su familia". Eso si, su padre continúa desaparecido: "Mi padre fue un día a trabajar y ya no hemos vuelto a saber nada de él. Así es vivir en un régimen talibán", recalcó Manizha Talash.
Desde entonces entrena seis veces a la semana con David Vento y David Morota en el auditorio de Vallecas. Hace físico y técnica, y lleva entrenando tres años para participar en los Juegos de París.
Ahora es feliz. El break dance le ha cambiado la vida: "Cuando estoy haciendo breaking no pienso en mis problemas. Llegar a este sueño fue muy difícil, pero estoy feliz de poder ir a competir, a decir quién soy, de dónde vengo y cómo he llegado hasta aquí".
Estreno olímpico
El breakdance ha sido incluido como deporte olímpico para los Juegos Olímpicos de París 2024. Surgido en los barrios del Bronx, Nueva York, durante la década de 1970, se ha convertido en una disciplina competitiva. La propuesta para incluir el breakdance junto con otros deportes urbanos como el skateboarding, el surf y la escalada deportiva fue presentada por el Comité Organizador de París 2024 y aprobada por el Comité Olímpico Internacional (COI) en diciembre de 2020.
La competición de breakdance en los JJOO incluirá eventos tanto masculinos como femeninos, donde los participantes serán evaluados por su técnica, creatividad, musicalidad, interpretación y dificultad de movimientos. Las rondas eliminatorias enfrentarán a los bailarines en batallas uno contra uno.
Alejandro Blanco quiso animar y tranquilizar a la b-girl de cara a los Juegos: "Vas a ser una luz impresionante en los Juegos Olímpicos de París. Nos sentimos inmensamente satisfechos de que puedas representar a los deportistas, pero también a todos los refugiados". A lo que la deportista contestó: "Creo que estamos entrenando duro y vamos a ganar".
11 nacionalidades, un equipo
El Equipo Olímpico de Refugiados, una iniciativa del Comité Olímpico Internacional (COI), permite a los atletas refugiados competir en los Juegos Olímpicos bajo la bandera olímpica. Creado para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, su objetivo es ofrecer a los deportistas desplazados por conflictos, persecuciones o desastres naturales la oportunidad de participar al más alto nivel deportivo y enviar un mensaje de esperanza y solidaridad.
En Río 2016, 10 atletas de Siria, Sudán del Sur, Etiopía y la República Democrática del Congo compitieron en disciplinas como atletismo, natación y judo. Para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 el equipo creció a 29 atletas de 11 países, subrayando las difíciles condiciones de vida de los refugiados y la importancia del apoyo internacional.
Este año 2024 el Equipo Olímpico de Refugiados estará compuesto 36 atletas de 11 países diferentes, y competirán hasta en 12 disciplinas presentadas este verano en París: el atletismo, el judo, el taekwondo, el piragüismo, la natación, el ciclismo, el boxeo, el tiro, la lucha, la halterofilia, el breaking y el bádminton.