Hace poco más de una semana, Jessica Vall tocó la pared para culminar los 200 metros braza y cuando se giró el vio el cronómetro, el mundo se le vino abajo. Había parado el reloj dos centésimas por encima del tiempo mínimo y se quedaba sin su billete para los Juegos Olímpicos de París. La nadadora no pudo contener las lágrimas y rompió a llorar en plena piscina. Tan cerca, pero a la vez tan lejos.
El sueño de acudir a sus terceros Juegos se desvanecía en el agua. Diez días después, las lágrimas que inundaron de tristeza la piscina de Mallorca, empantanaron de felicidad la del CN Sant Andreu. Jessica se encontraba en una pequeña fiesta de su club cuando le comunicaron que la mínima B que había conseguido hace una semana había sido validada por World Aquatics y tras cursar una invitación.
Una vez recibida este miércoles en la RFEN la invitación oficial de World Aquatics para la nadadora Jessica Vall con mínima B, realizada en el pasado Open de Mallorca 2024 en los 200 braza con 2:23.93 (a dos centésimas de la mínima olímpica), la dirección del equipo nacional de natación y aguas abiertas confirma su incorporación al equipo seleccionado para los Juegos de París 2024", informa la Federación, que con Jessica Vall amplía la lista a 19 nadadores en París.
Jessica se convierte de esta manera, y a sus 35 años, en la participante más veterana de los Juegos de París. Serán sus terceros tras superar un cicló olímpico más corto de lo habitual, debido al aplazamiento de Tokio por la pandemia, pero muy intenso a nivel personal. Ha superado todos los obstáculos, el primero de ellos su carrera de biomedicina y la presencia en París.
No estará Mireia Belmonte, quien tampoco logró bajar la mínima. La deportista, que cuenta con un oro, dos platas y un bronce en las pruebas de natación de los Juegos Olímpicos, no acudirá por tanto a los que serían sus quintos JJOO. Para la próxima edición, que acogerá la ciudad de Los Ángeles en 2028, Belmonte contaría con 37 años.
Una lesión en el hombro fue uno de los argumentos que le privaron de competir en pruebas de su especialidad, la mariposa, y competir en los torneos que le hubiera gustado a lo largo de los últimos años. Es más, su última competición internacional data de agosto de 2022 en el Europeo de Roma. Desde aquella época, su relación con el agua se ha limitado a entrenamientos interrumpidos por las lesiones y sus procesos de recuperación.
Se marcó el objetivo de lograr tres mínimas en el Campeonato de España. Una meta complicada de lograr tras su corta preparación. Su rendimiento no invitaba al optimismo y el agua lo confirmó. No logró la mínima para ninguna marca. Es más, tuvo que esperar a la eliminación de una nadadora para poder acceder a la final del 400 libres, ya que no consiguió la clasificación. Se apaga la luz olímpica de Mireia Belmonte, pues para los próximos Juegos ya tendría 37 años. Mientras, a la de Jessica Vall todavía le queda un último reducto.