Enviado especial París

España ya sabe lo que es lograr un oro en los Juegos Paralímpicos de París 2024. Lo hizo por medio de la nadadora Anastasiya Dmytriv. A sus 16 años, la española de origen ucraniano dio una exhibición sobre el agua de 'La Défense' pulverizando a todas sus rivales y parando el crono con casi un segundo y medio de margen sobre la británica Brock Whiston en la prueba de 100 braza SB8. 

Anastasiya realizó una actuación impecable. Dejó su huella en las series destrozando al resto de nadadoras y no falló en el momento clave. Jaleada por el público parisino braceó hasta la extenuación y se estrenó en una cita paralímpica de forma impecable. Dejó su huella, la primera de una carrera que apunta a ser de quilates. En París tendrá todavía la opción de lograr tres medallas más.

El oro ante el respetable francés no fue más que la confirmación de una superioridad abrumadora. En su palmarés cuenta también con tres oros en Campeonatos del Mundo y uno en Europeos, además de una plata y dos bronces repartidas en ambos torneos.

El estreno del atletismo

Otra de las grandes esperanzas del deporte español en estos Juegos Paralímpicos, el atletismo, cantó su primera medalla. Lo hizo con un bronce de Alba García Falagán en salto de longitud. A la madrileña, que sufrió por culpa de la lluvia, le bastó su 4.76 en el primer intento para asegurarse el tercer cajón del podio.

La igualdad fue máxima, hasta tal punto que estuvo a un centímetro de quedar apeada de las medallas en detrimento de la italiana Dedaj. Una presea conseguida "con mucho estrés", según confirmó la propia Alba tras finalizar la prueba.

Alba García Falagán, en salto de longitud mujeres -T11 CPE

"podía haberlo hecho mejor pero viendo las condiciones, el ruido, el tener que parar de forma constante o el clima, no puedo pedir más", añadió. Ahora, a la española de 22 años le queda disputar la prueba de 100 metros lisos para intentar llevarse una nueva alegría de París.

La tercera medalla de España llegó a mediodía y unas horas después, esta vez en el Velódromo, fue Alfonso Cabello quien hizo lo propio y se colgó al cuello el bronce en la contrarreloj de 1.000 metros de ciclismo en pista. 

El andaluz soñaba con volver a saborear el oro en esta prueba y en la clasificatoria marcó el tercer mejor registro, parando el crono en 1:02.050, a menos de un segundo del líder Korey Boddington. Se vislumbraba una posibilidad de medalla y así acabó siendo. En la final, Cabello marcó un extraordinario tiempo de 1:01.969, rebajando en milésimas su crono anterior y superando con creces al británico Jody Cundy, cuarto clasificado.

Y el día, bañado en oro para la delegación española, se cerró con una grata sorpresa desde el Stade de France. La que materializó en bronce Joan Munar en salto de longitud. De manera agónica. Iba tercero hasta que en el ecuador de la prueba el chino Tao Ye le aventajó. Los saltos se sucedieron sin que el balear lograra restituirse en el bronce. Hasta que en el último y definitivo salto, Munar alcanzó los 6.32 metros y se coló en el último escalón de un podio liderado por dos atletas chinos.