Enviado especial en París

Teresa Perales (Zaragoza, 1975) nunca pierde la sonrisa. Siempre se muestra agradecida por todos los éxitos que le ha deparado la vida a pesar de haber tenido que apretar muchas veces los dientes para seguir adelante. Se siente una afortunada. No cualquiera en su situación habría pensado lo mismo.

Su historia está llena de momentos de superación y no hablamos únicamente de la exitosa carrera deportiva que le ha llevado a ser una deportista igual de laureada que Phelps con 28 medallas en Juegos. Va mucho más allá. Un ejemplo a nivel personal y todo un referente para las personas con discapacidad. 

Perales tuvo una infancia tranquila en su Zaragoza natal. Ningún sobresalto respecto al resto de las personas de su edad. Su sueño era estudiar medicina con la intención de irse misionera al terminar la carrera. Ya por entonces, su vocación altruista y solidaria comenzaba a florecer. Sin embargo, en un lapso de cinco años sufrió dos golpes muy duros que le cambiaron la vida por completo.

Con 15 años perdió a su padre y con 19 una enfermedad del sistema nervioso (neuropatía) que se fue agravando sin remisión le fue afectando a la movilidad de la cintura hasta los pies hasta perder la capacidad de caminar en mayo de 1995. En un abrir y cerrar de ojos, justo antes de entrar en la universidad, la vida de Teresa Perales cambió para siempre.

En numerosas ocasiones ha recordado la última vez que pudo andar. "Fue celebrando un gol del Zaragoza en la Recopa. Con ese gol, fue la última vez que yo salí andando de manera convencional. Fue la última vez que yo pude saltar, correr, y a partir de entonces, cuando volví a casa, empezaron los primeros síntomas de mi enfermedad", apuntó en una entrevista hace varios años.

Teresa Perales posa con la medalla de oro en Atenas 2004. CPE

No fue fácil de digerir la situación en los primeros meses. Dejó a su novio porque "se avergonzaba de que andaba raro y me caía". Tenía miedo de salir a la calle y a reencontrarse con conocidos, su condescendencia y miradas de lástima le superaban. Tampoco tenía fácil salir de casa: el edificio donde residía no estaba habilitado y los vecinos votaron en contra a poner una rampa obligándole a ella a salir por el garaje.

Los pilares de su vida

Teresa Perales recibió el apoyo incondicional de toda su familia. Eso le ayudó a superar los primeros meses de angustia. Después de un tiempo de adaptación y de asumir la nueva situación volvió a recuperar su vida. Un día, en Salou, se tiró a la piscina con un chaleco salvavidas. Su hermano a un lado y su tío al otro. El agua fue como un cortafuegos emocional. Allí se sentía libre. 

Sin darse cuenta ese fue el inicio de lo que después se convirtió en una carrera llena de éxitos. Una trayectoria en la que fue encandenando medallas mundiales y paralímpicas hasta convertirse, junto a Michael Phelps, en la deportista más laureada de la historia de los Juegos. Un camino impecable que nunca recorrió en solitario. Su familia, su marido y su hijo han sido y siguen siendo todavía unos pilares imprescindibles en su vida.

La silla de ruedas ha sido parte de la vida de Teresa Perales desde los 19 años y "gracias a ella", como ella confesaba, conoció al amor de su vida. Fue al volver de los Juegos de Sídney. Su hoy marido, Mariano Menor, era productor de televisión y la había llamado varias veces para hacerle una entrevista durante los Juegos. Se casaron en enero de 2005 y Perales llegó hasta el altar por su propio pie apoyada en el brazo de su hermano.

Teresa Perales acompañada por su hijo al recibir el premio Princesa de Asturias. CSD

Cuatro años después nació su hijo Nano, lo más importante de su vida y por el que ha tenido también que aprender a conciliar su profesión con su vida familiar. Ambos se mantienen muy unidos y en numerosas ocasiones ha confesado cómo se enteró su hijo de su discapacidad. 

"Era bastante mayor, con 2 años y pico, cuando se dio cuenta de que yo iba en silla de ruedas. Me acuerdo perfectamente, saliendo de la ducha, que habíamos estado duchándonos los dos juntos, al coger la toalla le di sin querer a la silla, que la había dejado desfrenada. Le dije 'Cariño, se me ha ido la silla, ¿me la puedes traer?'. Entonces me mira y me dice 'Ostras mamá, es verdad, que tú no andas'.

Más allá del deporte

Teresa Perales se ha convertido en todo un referente. Ha sido condecorada en numerosas ocasiones gracias a sus éxitos deportivos, teniendo especial importancia el Premio Princesa de Asturias de 2021. Fue la primera deportista paralímpica en obtener el galardón y no dejó escapar la oportunidad para dejar un mensaje motivacional a los más jóvenes: "No hay que esperar a que alguien nos diga lo que va a pasar o lo que debemos hacer. Hay que pensarlo o soñarlo. Decidir tú lo que quieres e ir a por ello".

Además, ha querido plasmar su historia a través de su libro 'Mi vida sobre ruedas' y 'La fuerza de un sueño'. En este último enseña la enorme fuerza transformadora que se esconde tras la frase "querer es poder". Y es que Teresa Perales es un altavoz de las personas con discapacidad y es también habitual conferenciante en congresos y seminarios tanto en España como en otros países de Europa y Latinoamérica.

Teresa Perales recibe el premio Princesa de Asturias. EFE

Teresa Perales es una mujer a la que le gusta salir de su zona de confort. Plasma su vida lejos de la piscina e incluso ha tenido una etapa en su vida en la que se ha dedicado a la política aragonesa. En 2003 fue elegida diputada por el Partido Aragonés (PAR) por Zaragoza en las Cortes de Aragón. 

Tres años después asumió la Dirección General de Atención a la Dependencia en Aragón y al año siguiente fue presentada por el PAR como cabeza de lista para las elecciones generales de 2008 por Zaragoza y en junio de ese año fue elegida presidenta de las juventudes del Partido Aragonés. Su última participación en el mundo político fue en las elecciones generales del 20 de noviembre de 2011 cuando ocupó el puesto número 7 en las listas al Congreso de los Diputados en la coalición PP-PAR.

A sus 44 años, Teresa Perales ya ha conseguido todo. Es una deportista legendaria, ha formado una familia y ha conseguido ser un ejemplo para miles de personas. Ella se sigue reinventando y seguro que el próximo capítulo de su vida no deja indiferente a nadie.