Augustin Maillefer (Morges, Suiza, 1993) era hasta hace poco tiempo un remero que llegó a competir en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016. Hoy es regatista y 'ciclista'. Cambió de un día para otro el remo por la vela y desde el pasado mes de enero se convirtió en nuevo 'cyclor' del Alinghi Red Bull Racing. Su misión a lo largo de toda la Copa América de vela ha sido pedalear para generar potencia y garantizar así la aerodinámica de su embarcación.

Los 'cyclors' se colocan en un área designada en el barco, generalmente hacia la parte trasera, estratégicamente para optimizar la producción de energía y la eficiencia de los sistemas. Los pedales están conectados a un sistema de engranajes y bombas hidráulicas que convierten el movimiento del pedaleo en presión hidráulica. Esta presión se utiliza luego para controlar los complejos sistemas del barco.

"Pedalear dentro de un barco es muy diferente a pedalear en una bicicleta de carretera en Barcelona o en la montaña. El barco se está moviendo por lo que, en cierto modo, es como si todo va y viene. Un poco como las turbulencias del avión. Se sienten las subidas, las bajadas y los movimientos laterales, especialmente por el oleaje que es lo más difícil porque puede conllevar maniobras", relata Augustin Maillefer durante su conversación con EL ESPAÑOL.

Los 'cyclors' fueron utilizados por primera vez en la 35ª Copa del América por el Team New Zealand en Bermudas 2017, fueron prohibidos en la 36ª edición en Auckland 2021 y han sido autorizados de nuevo en la de Barcelona 2024. Son los encargados de generar potencia para el barco pedaleando sobre bicicletas estáticas adaptadas. Generan fuerza utilizando las piernas y pueden producir entre un 30 y un 40% más de potencia que los 'grinders', que lo hacen con los brazos.

"Nos situamos dentro de una pequeña caja, por lo que se pasa bastante calor y los oídos sufren bastante presión. Nos comunicamos por el habla, porque realmente por los ojos no se ve con claridad. Tenemos una pantalla con la información y datos del barco. Pero realmente no se ve por fuera. También es diferente la presión sobre el pedal comparado con el de un barco normal", detalla el suizo a este periódico.

La Copa del América ha abierto las puertas a numerosos deportistas que han encontrado en las cabinas interiores de los veleros una nueva vida, siempre que puedan generar una media de 450 vatios a base de pedales durante los cerca de 25 minutos que dura una regata. La mayoría de equipos cuentan con campeones en remo, ciclismo e incluso crossfit.

"Muchos de nosotros.venimos de otro deporte olímpico, en mi caso el remo. Y lo complicado es que en cierto modo tienes que entrenar físicamente para tener una buena estructura, pero también tienes que navegar mucho. Y eso es un poco lo complicado. Tienes que navegar mucho, pero también tienes que entrenar correctamente. Es cierto que es más cómodo ahora que podemos ejercer la fuerza con las piernas en lugar de los brazos", explica Augustin.

Un español cambió las normas

Los cyclors fueron en 2017 el arma secreta con la que el Emirates Team New Zealand logró alzarse con una incontestable victoria por 7-1. Su introducción llegó gracias a la intervención del abogado español Luis Sáenz Mariscal, quien buscó que el reglamento cambiara una sola palabra, pero tremendamente crucial: "manual" por "humano". Hasta entonces, la fuerza la proporcionaban los grinders a través de sus brazos.

"Quise hacer una definición específica de manual y propuse que significara humano; que los controles tenían que estar gestionados por un humano. Me contestaron que no, que bastaba con decir que eran acciones realizadas por la tripulación y que no estaban limitadas exclusivamente para las manos", señaló Sáenz Mariscal en declaraciones recogidas por la agencia EFE.

Los "cyclors" neozelandeses, durante una regata de la Copa América de vela. Emirates Team New Zeland. Emirates Team New Zeland

El calor, el peor rival

La mayor batalla librada por los cyclors durante la regata es contra el calor. "Usamos un montón de chalecos de hielo para mantener el cuerpo lo más frío posible antes y después de meternos en el barco. Una vez allí, no hay mucho que puedas hacer porque estás en una pequeña caja de fibra de carbono y el ambiente se caldea bastante", detalla el exremero olímpico.

"Por ello, tuvimos que pasar muchas pruebas para convertirnos en cyclors de Alinghi Red Bull Racing. Todavía no estaban claras las reglas a principios de año, si iba a ser con los brazos o con las piernas. Así que hicimos un poco de todo. Todo es realmente importante. Pero aún así la resistencia yo diría que un poco más. La potencia es importante, pero la resistencia más", cierra Augustin, que no compara su labor de cyclor con el ciclismo "por respeto al ciclismo. No tendríamos ninguna oportunidad ante un ciclista profesional. Lo nuestro está en el barco", sostiene. Allí pedalea y hace navegar a su embarcación.