El polémico combate de boxeo entre Mike Tyson y Jake Paul, celebrado este viernes en Arlington (Texas) no dejó a nadie indiferente. El espectáculo deportivo estuvo lejos de ser lo esperado, con una victoria fácil del youtuber sobre el excampeón peso pesado, que notó el peso de sus 58 años en sus espaldas. Sin embargo, en el plano mediático se puede asegurar que el evento resultó un completo éxito... y Netflix lo celebra.
El Tyson vs Paul ha sido un fenómeno viral en todo el planeta. La pelea, por decepcionante que fuera, se trataba de sólo la guinda de un pastel que ha ido cocinando Netflix desde hace meses. La plataforma en streaming era la poseedora exclusiva de los derechos de retransmisión del evento y ha sabido cómo explotarlo.
Desde el drama por la primera cancelación del combate —por una úlcera de Tyson en mayo— hasta el bofetón de Iron Mike a Paul en el careo previo, Netflix ha tenido en sus manos un producto deportivo que ha podido asemejar a su contenido de entretenimiento con el que acostumbra a sus suscriptores. Antes de la pelea, incluso, pudo estrenar un especial sobre la preparación de los púgiles para la misma, yendo a un formato más manido para la plataforma como es de los documentales deportivos.
El evento, transmitido globalmente a los 280 millones de suscriptores de Netflix sin ningún coste adicional, marcó un hito para la plataforma en su incursión en las retransmisiones deportivas en vivo. Sin embargo, no estuvo exento de problemas técnicos. Durante la pelea, muchos usuarios reportaron fallos en la transmisión, y el sitio web Down Detector registró cerca de 85.000 quejas de interrupciones justo antes del enfrentamiento principal.
"Este será el evento en directo más grande hasta la fecha. Es el mayor desafío al que nos hemos enfrentado porque habrá mucha gente viéndolo de manera simultánea", explicó Brandon Riegg, vicepresidente de series documentales y sin guión de Netflix, durante un encuentro ante la prensa desplazada a Texas.
"Hacía ya unos años habíamos hablado con Tyson sobre la posibilidad y cuando lo volvimos a pensar nos pareció perfecto. Es un icono del boxeo que llega una audiencia generacional. Me recordó un poco a cuando hicimos 'The Last Dance'. Mucha gente conoce a Jordan, pero no creció viéndolo. Para lo mismo con Tyson. Poder llegar, gracias a él, a una audiencia tan amplia y masiva es lo que queríamos para nuestra primera incursión en el deporte profesional", añadió el directivo de Netflix sobre la decisión de apostar por esta pelea.
Esta pelea marcó un ensayo clave para la plataforma, que busca consolidarse en un terreno dominado tradicionalmente por operadores de cable y servicios especializados.
"No soy un gran seguidor del boxeo o de las MMA, pero la idea sería buscar grandes nombres como Tyson Fury o Canelo Álvarez que podrían llegar a un público más allá del boxeo", afirmó Riegg ante la posibilidad de dar una continuidad a la apuesta por el boxeo y los deportes de contacto.
Netflix ya había explorado el terreno deportivo previamente. A inicios de este año, transmitió un partido de exhibición entre Rafa Nadal y Carlos Alcaraz en Las Vegas, denominado El Slam. Este evento mostró que la plataforma puede gestionar grandes eventos deportivos, sentando las bases para un proyecto a largo plazo con retransmisiones en vivo como eje central.
El nuevo hogar del 'pressing catch'
El éxito en deportes de contacto llevó a Netflix a cerrar un acuerdo histórico con la WWE. A partir de enero de 2025, el icónico programa RAW dejará la televisión por cable tras 30 años para convertirse en un producto exclusivo semanal de la plataforma. Este acuerdo, con diez años de duración a cambio de 5.000 millones de dólares, y que se selló a comienzos de este año, se extenderá en buena parte del mundo.
Y eso incluye a España. El pressing catch —como se conoce tradicionalmente en nuestro país este mundillo— regresó a las pantallas en nuestro país el pasado 2 de noviembre, cuando Netflix se estrenó como la nueva casa de la WWE emitiendo en directo el evento Crown Jewel, celebrado en Arabia Saudí.
También los dos últimos premium live events de la WWE en este 2024 se podrán ver en Netflix en nuestro país. Estos serán Survivor Series, a celebrarse en la madrugada del sábado 30 de noviembre al domingo 1 de diciembre, y Saturday Night's Main Event, el 14 de diciembre. El 6 de enero, con el primer RAW del año, llegará el pistoletazo de salida definitiva para esta nueva alianza.
Las miras de Netflix también apuntan a la UFC, la empresa líder a nivel mundial de las artes marciales mixtas (MMA), que comparte grupo con la WWE —TKO—. Riegg confirmó el interés en base a conversaciones informales que ya se han producido de cara al momento en el que la empresa que preside Dana White deba renovar sus derechos televisivos. En Estados Unidos, estos pertenecen a ESPN hasta final de 2025.
NFL y la conquista de la Navidad
La National Football League (NFL) también forma parte de la estrategia de Netflix para diversificar su oferta. Este año, la plataforma retransmitirá por primera vez dos partidos de fútbol americano durante la Navidad, un acuerdo que se extenderá hasta 2026. La doble cartelera del 25 de diciembre incluirá encuentros entre los Kansas City Chiefs de Patrick Mahomes y los Pittsburgh Steelers, así como entre los Baltimore Ravens y los Houston Texans.
El interés mediático se multiplica con la posible presencia de Taylor Swift, pareja de Travis Kelce, estrella de los Chiefs. Una aparición de la cantante desde la grada podría ser un aliciente más para la audiencia, tal como se ha visto en eventos recientes donde su influencia ha sido notable.
Perspectivas futuras
Netflix lleva tiempo explorando los deportes en directo como una extensión natural de su oferta. En 2022, la plataforma presentó propuestas para adquirir los derechos de eventos como el ATP Tour de tenis en países europeos y competiciones de ciclismo en Reino Unido.
Estos movimientos, junto con las recientes alianzas, demuestran una apuesta seria por competir con gigantes como ESPN o Amazon Prime Video en el ámbito deportivo.
El camino, sin embargo, no está exento de desafíos. Problemas técnicos como los experimentados durante el Tyson vs Paul deberán solucionarse si Netflix quiere establecerse como un actor confiable en las retransmisiones en vivo. A pesar de ello, el interés creciente de la plataforma por deportes globales y eventos de alto impacto apunta a un futuro en el que el entretenimiento y el deporte se entrelazan cada vez más.
La capacidad de Netflix para reinventar la manera en que los espectadores consumen deportes, combinando formatos tradicionales con estrategias innovadoras, será clave para determinar si esta incursión se convierte en otro éxito rotundo o en una mera experimentación.