Buffalo Bills y Josh Allen: ¿Este año sí?
- El equipo del norte de Nueva York nunca ha sido tan sólido y parece mejor posicionado que nunca para acabar con los Chiefs.
- Más información. Make Running Back Great Again
Casi siempre que emerge una dinastía en algún deporte, grandes jugadores o atletas acaban instalados en el ostracismo. Ha ocurrido en el tenis, donde la convivencia de Nadal, Federer y Djokovic ha sepultado un par de generaciones que venían a quitarlos y finalmente solo ha sido el padre tiempo el que va terminando con ellos. La NFL actual, y especialmente la AFC, vive bajo la tiranía de los Kansas City Chiefs, el equipo que ha ganado tres de los últimos cinco Super Bowls y ha jugado el campeonato de la AFC en seis temporadas consecutivas, todas en las que Patrick Mahomes ha sido titular.
A falta de cinco jornadas para terminar la temporada regular, los Chiefs, que persiguen el hito de ser el primer equipo en la historia de la NFL en ganar tres Super Bowls, son el mejor récord de toda la competición con 11-1. De todas formas, todas las miradas en la AFC conducen al norte de Nueva York, donde los Bills (10-2), están establecidos como el mejor equipo de la conferencia.
Josh Allen volvió a dejar el domingo por la noche una jugada de fantasía con ese touchdown tras el pase lateral de Amari Cooper. Hace algunas semanas acabó con el invicto de los Chiefs con una carrera de 26 yardas en cuarto down en la que dejó atrás a toda la defensa de Kansas. Máximo favorito para el MVP 2024, si la carrera de Josh Allen terminara hoy, sin duda sería ya considerado como uno de los mayores talentos que han jugado la posición de quarterback en la historia de la NFL.
Para seguir cementando esa carrera de elegido, Allen necesita ganar en enero y febrero y llevar a los Bills a su primer título de la NFL. La temporada 2024 de Josh Allen seguramente explica todo lo que tenemos que saber sobre los Bills y por qué son un equipo diferente. El exquarterback de la Universidad de Wyoming va camino de hacer su ‘peor’ temporada a nivel estadístico en yardas de carrera y la ‘peor’ en cuanto a yardas de pase y lanzamientos de TD desde que se convirtió en una súper estrella de la NFL en su tercera temporada. En las dos últimas temporadas, Josh Allen intentó 648 pases en cada una de ellas. Esta temporada va camino de lanzar 504 veces. En 2022 y 2023 Allen corrió con el balón 133 veces de media. en 2024 apunta a 100 acarreos. Lanza un 22% menos por partido y corre un 25% menos.
La realidad detrás de estos ‘malos’ datos de Allen no podría tener una lectura más positiva para los Bills: ya no necesitan que Josh sea Superman en cada partido. Y Josh no falla a su cita de ser Superman, como en ese touchdown en cuarto down para terminar a los Chiefs, cuando su equipo lo necesita. Sus 33 intercepciones sumando las últimas dos temporadas son el techo de la NFL. Este curso va camino de acabar con siete en una reducción de más del 50%. La salida de Stephon Diggs, uno de los receptores más sobrevalorados de la NFL en este punto de su carrera (igual después de esta temporada no tanto) ha hecho que Allen, como ya ocurriera a final de la temporada pasada y desde que Joe Brady asumiera la coordinación ofensiva, pueda jugar sin ese peaje de buscar a un Diggs que siempre estaba menos abierto de lo que pensaba.
La adición de Amari Cooper mediada la temporada le da más jerarquía a un cuerpo de receptores donde Shakir se ha convertido en el arma favorita de Allen. La defensa es una unidad respetable que además es la segunda que más turnovers ha provocado. Por encima de todo los Bills son un equipo en una misión al que le queda escalar la última montaña. En estas cinco semanas buscarán meter la máxima presión posible a los Chiefs para ver si les pueden robar ese seed 1 de la AFC y en enero por fin avanzar hasta la Super Bowl.