París fue el principal foco del deporte mundial en 2024. La capital gala acogió los Juegos Olímpicos y Paralímpicos en verano, dejando infinidad de historias que conmocionaron y emocionaron al mundo entero.
Desde lesiones hasta hitos imposibles, pasando por ejemplos de superación máximos que pusieron en liza a miles de deportistas de todas las partes del mundo. No existe nada igual que el deporte olímpico y paralímpico.
Los olímpicos abrieron el telón en julio y fueron testigos de los récords de Duplantis, la grave lesión de Carolina Marín, el último baile de Nadal en Roland Garros... Cada jornada dejó su pequeña aportación a la historia del deporte.
Lo mismo sucedió a inicios de septiembre con los Juegos Paralímpicos. Quizá menos mediáticos, pero con historias personales que poner los pelos como escarpias. Atletas compitiendo con cáncer, embarazadas, huidos de la guerra... A cada cuál más impactante todavía.
La desolación de Carolina Marín
Por desgracia, una de las imágenes más emotivas de los Juegos Olímpicos la dejó Carolina Marín. La badmintonista española tenía agarrado el pase a la final, pero un infortunio en forma de lesión le privó de colgarse una medalla. Retorcida en el suelo y llorando desconsoladamente, la onubense tuvo que decir adiós a los Juegos de la peor manera posible.
Unos días después, He Bing Jiao, la rival que salió beneficiada de la lesión de Carolina Marín, quiso tener un gesto con ella tras perder la final. Se subió al podio y posó con su medalla de plata junto a un pin de España.
El último baile de Nadal en París
Los Juegos Olímpicos supusieron la despedida de Rafa Nad de la tierra batida de Roland Garros. Un lugar conquistado innumerables veces por el tenista balear y que le convirtió en uno de los mejores tenistas de todos los tiempos.
El destino quiso que dijera adiós frente al gran rival de su carrera: Novak Djokovic. Un duelo en el que el serbio fue netamente superior, pero en el que Rafa dejó una reacción titánica que cerca estuvo de darle la vuelta al marcador. El respetable de la Philippe Chatrier le despidió a lo grande. A la altura de una leyenda como él.
Marchand, héroe galo
Francia buscaba un héroe en sus Juegos y lo encontró en las aguas de La Defense con Leon Marchand. Un nadador total con un hambre insaciable que emocionó a propios y extraños con sus cuatro medallas de oro.
Sus pruebas fueron un auténtico acontecimiento en las tierras parisinas. Decibelios al máximo y una afición que guiaba a su estrella en cada una de sus respiraciones al salir del agua. Marchand brilló con luz propia y ya amenaza al legendario Michael Phelps.
Djokovic y su broche de oro
París vio llorar a Novak Djokovic y con él todo el mundo del tenis dejó escapar algunas lágrimas tras ver al serbio cerrar el círculo a su carrera. Ganador de los 4 Grand Slams al serbio se le resistía el oro olímpico, pero alcanzó la eternidad sobre la arcilla de Roland Garros.
Lo hizo además con una de las finales más exigentes de los últimos tiempos, teniendo que imprimirse al máximo para firmar un partido sobresaliente contra Alcaraz, en aquel entonces número 1 del mundo. El serbio se mostró intratable y se llevó los dos sets en el tie break.
Noah Lyles, el rey de la velocidad
Lleno de carisma, con una historia de superación detrás y acaparando toda la escena, Noah Lyles hizo vibrar al Stade de France al convertirse en el hombre más rápido del mundo.
Se ganó al mundo entero, pero más heroico fue su medalla de bronce en los 200 metros compitiendo con coronavirus. El estadounidense es el nuevo rey de la velocidad y en Los Ángeles buscará revalidar su corona.
El regreso de Biles
Simone Biles regresó a unos Juegos a lo grande siendo la gran dominadora de las pruebas. Ganó tres oros, pero se quedó a las puertas de la perfección con una plata en el ejercicio de suelo.
La rivalidad quedó a un lado cuando las estadounidenses Simone Biles y Jordan Chiles, plata y bronce en la final de suelo de los Juegos, se postraron en el podio para recibir a la brasileña Rebeca Andrade, que ganó el oro en ese aparato. Fue un gesto de respeto de las norteamericanas hacia Andrade, con la que rivalizan desde hace años, pero con quien mantienen una relación de respeto y amistad.
Duplantis, el hombre récord
Nadie voló más alto que Armand Duplantis en París. El sueco, que lucha contra sí mismo en todas las competiciones, emocionó a todo el Stade de France con un salto que alcanzó los 6,25 metros.
Todo el mundo esperaba con ansia el día de su participación y no falló en el momento más delicado cuando la presión era máxima. Por algo es considerado el mejor pertiguista de la historia.
Los matrimonios perfectos
Otro de los momentos que nos dejó la cita olímpica en Francia llegó con la pedida de matrimonio que protagonizaron varios deportistas. Es el caso de Tara Davis-Woodhall y Hunter Woodhall o de Josean Aranda y Laura Martínez. París demostró que es la ciudad del amor.
Nada Hafez, en compañía
Una de las historias más especiales de los Juegos de París la protagonizó Nada Hafez. Saltó a la pista del Grand Palais, cogió el sable, se colocó frente a la americana Elizabeth Tartakovski y se ajustó la máscara. El combate acabó con la victoria de la tiradora egipcia (15-13), que se colocó en octavos de final.
Algo que no escapa fuera de lo común, pero que tomó relevancia unas horas después al anunciar que había competido estando embarazada. "Lo que os parecían dos personas en la pedana éramos en realidad tres. Yo, mi oponente y mi pequeño bebé, a punto de llegar a este mundo", publicó en redes sociales.
El drama de Kipchoge
Era una de las grandes figuras de París 2024. No hubo en maratón el esperado duelo entre el etíope Kenenisa Bekele y el keniano Eliud Kipchoge. Ninguno rindió como se esperaba y pronto quedaron al margen del podio. Kipchoge se paró en el kilómetro 28 y se puso a hablar con un policía. Siguió su trayecto a pie por el carril de seguridad ante la mirada sorprendida de los aficionados que le vieron andar, al margen de la carrera, hasta el 31.
No tuvo fuerzas. No pudo lograr su tercer oro seguido. Se despidió como una leyenda. Ovacionado por el público esperó a que pasara el último corredor. Se dirigió a la grada, lanzó sus zapatillas y se retiró.
Loida Zabala y su lucha
En los Juegos Paralímpicos, el estadio de la Porte de La Chapelle fue testigo de un acontecimiento insólito. En el centro del recinto, Loida Zabala levantaba peso, todo el que podía en la final, ante las miradas de reconocimiento de la grada. Loida se acercó, en silla de ruedas, a la zona de pesas. Se subió e hizo historia. Su registro, no le dio pelear por el podio, pero ya había conseguido la victoria.
La resurrección de José Arnuflo Castorena
Se trata de uno de los destacados nadadores paralímpicos mexicanos que ha superado múltiples adversidades desde su nacimiento. Su madre murió en el parto y su padre lo abandonó, dejándolo al cuidado de su abuela materna.
Nacido con malformaciones en las piernas y un brazo, Arnulfo fue llevado a un programa de rehabilitación en la Ciudad de México, donde una monja descubrió su talento para la natación.
A los 12 años, regresó a Guadalajara tras la muerte de su abuela, enfrentándose a la pobreza, la violencia y las drogas. A pesar de ello, continuó entrenando en fuentes públicas, incluso salvando a un niño de ahogarse. Su perseverancia lo llevó a un programa de alto rendimiento a los 18 años. Allí nació la historia de un joven que ya es leyenda con ocho medallas en Juegos Paralímpicos (cuatro de ellas de oro).
La adaptación de Oksana Masters
Nacida en Ucrania en 1989, fue una de las muchas personas afectadas por la radiación de Chernóbil. Nació con severas malformaciones: seis dedos en cada pie, ausencia de tibias y solo un riñón. Sus padres biológicos la abandonaron al nacer, y pasó siete años en un orfanato donde sufrió torturas.
El deporte fue su salvación, encontrando en el remo una nueva sensación de libertad. En 2012, ganó una medalla de bronce en los Juegos Paralímpicos de Londres. Buscando nuevos retos, se destacó en el esquí y el biatlón, consiguiendo medallas de oro en los Juegos Paralímpicos de Invierno de 2018 y 2022. Ahora brilla en la natación.
Fadi Aldeeb, ejemplo de un pueblo
A sus 39 años,Fadi Aldeeb fue el único representante de Gaza en los Juegos Paralímpicos de París 2024. Aldeeb es un sobreviviente del conflicto palestino-israelí. En 2001, durante la Segunda Intifada, recibió un disparo en la espalda por un francotirador israelí, quedando paralizado. Desde entonces, ha convertido su dolor en determinación, usando el deporte como medio para representar a su pueblo.
A lo largo de su carrera, ha competido en diversas disciplinas, como tenis de mesa, baloncesto y atletismo, destacándose en lanzamiento de peso, jabalina y disco, obteniendo medallas en competiciones internacionales, incluyendo las Reuniones Internacionales de Atletismo para Discapacitados en Túnez.
El talento precoz de Sheetal Devi
La arquera india de 17 años ha sorprendido al mundo en los Juegos Paralímpicos de París 2024 al ganar la medalla de bronce en la categoría mixta junto a Rakesh Kumar. Nacida sin brazos debido a un trastorno congénito llamado focomelia, Devi ha aprendido a usar sus piernas para realizar tareas que otros hacen con las manos. Es la única mujer en el tiro con arco que compite utilizando los pies y una de los cuatro arqueros sin brazos en esta disciplina.
Su técnica es asombrosa: sujeta el arco con la pierna derecha, lo estira con el hombro y suelta la flecha con la mandíbula. Este método único la ha llevado a destacar a nivel mundial. Con solo 15 años, ya había ganado dos medallas de oro y una de plata en los Juegos Paralímpicos Asiáticos de 2022.
El ascenso al olimpo de Teresa Perales
Teresa Perales, la deportista española paralímpica más laureadas en Juegos, afrontó un nuevo reto mayúsculo en París al tener que adaptarse a otra categoría después de perder la movilidad en el brazo izquierdo.
Estar en sus séptimos Juegos ya era una hazaña, pero se empeñó en seguir agrandando su leyenda. Se colgó la plata en 50 m espaldas S2, logrando igualar las 28 medallas de Michael Phelps.
La nueva vida de Ali Truwit
Esta nadadora y exalumna de la Universidad de Yale sufrió un ataque de tiburón en mayo de 2023 mientras hacía snorkel en las islas Turcas y Caicos, lo que le costó la amputación de su pierna izquierda.
Truwit, quien recuerda el ataque con claridad, nadó 70 metros de regreso al barco con ayuda de su amiga Sophie Pilkinton, quien le salvó la vida al hacerle un torniquete. A pesar del trauma y del miedo al agua, Ali regresó a la natación competitiva tres meses después del ataque y, diez meses después, se clasificó para los Juegos Paralímpicos.
El refugio de Zakia Khudadadi
Esta atleta afgana hizo historia en los Juegos Paralímpicos de París 2024 al ganar la medalla de bronce en para-taekwondo, convirtiéndose en la primera integrante del Equipo Paralímpico de Atletas Refugiados en lograr una medalla. Zakia, que huyó de su país antes de los Juegos de Tokio 2020, derrotó a la turca Nurcihan Ekinci para asegurar el bronce en la categoría K44-47kg.
Khudadadi, campeona europea en 2023, fue aclamada por el público del Grand Palais y dedicó su medalla a todos los refugiados del mundo. Tras una impresionante trayectoria, donde venció en su primer combate y aseguró su lugar en el podio, se ha consolidado como una figura inspiradora para millones de desplazados forzados.
La resistencia de Mykhailo Serbin
Este nadador ucraniano con discapacidad visual, decidió quedarse en Járkov, su ciudad natal, para entrenar a pesar de la invasión rusa y los bombardeos constantes. A sus 18 años, Serbin, campeón paralímpico y mundial en los 100 metros espalda S11, optó por resistir y prepararse para los Juegos Paralímpicos de París 2024 en medio del conflicto bélico, con el apoyo de su entrenador y su familia.
A pesar de las dificultades, como interrumpir entrenamientos para refugiarse de los bombardeos, Serbin nunca se arrepintió de su decisión de quedarse en Ucrania, declarando que "estar en casa siempre es lo mejor". Serbin ya había logrado el oro en los 100 metros espalda y la plata en los 200 metros libres en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020, pero su preparación para París 2024 fue particularmente desafiante debido a la guerra.
El embarazo de Jodie Grinham
La arquera británica, Jodie Grinham, ganó una medalla de bronce en los Juegos Paralímpicos París 2024 en el abierto individual femenino, todo esto estando embarazada de siete meses.
"Estoy muy orgullosa, he tenido dificultades y no ha sido fácil. Pero mientras esté sana y el bebé también, sabía que podríamos competir", dijo Grinham. "Sabía que si disparaba lo mejor que podía, podría volver con una medalla".