El boxeo, el salvavidas de Kali Reis, campeona del mundo, tras sufrir abuso policial y refugiarse en el alcohol y los analgésicos
- La estadounidense encontró en el deporte la vía de escape a sus problemas y la forma de ser aceptada en una sociedad que empezó marginándola.
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Kali Reis ha sido una de las deportistas más influyentes en el mundo del boxeo tras haber ganado el título de peso mediano femenino del CMB y los cinturones de peso wélter ligero de la AMB, la OMB y la IBO. La deportista estadounidense consiguió llegar a la cima tras recorrer un camino de piedras desde los cuatro años.
Su infancia estuvo marcada por la marginalidad a causa de sus orígenes. Kali Reis tiene ascendencia caboverdiana, pero también pertenecía a una tribu algonquina llamada los wampanoag o pokanoket. La joven Kali creció entre niños nativos y personas que la juzgaban por no ser realmente de raza negra y tampoco blanca, por lo que ella no sabía en qué parte de la sociedad encajaba. "Estaba muy confundida cuando era niña", admitió.
Cuando apenas tenía cuatro años, fue considerada una estafadora junto con su madre por buscar piedras sucias, limpiarlas, pintarlas y venderlas en las calles haciendo parar a los coches. En una etapa discreta en un colegio de Providence, Rhode Island, Kali Reis encontró su refugio en el boxeo.
Con 14 años, la joven estadounidense empezó dando sus primeros pasos en el deporte en el arte del pugilismo. "Luchar con todas esas cosas en la infancia significó que necesitaba salidas y eso lo obtuve en el baloncesto, el béisbol, la pintura... pero sobre todo el boxeo", reconoció.
Sobre el ring Kali Reis encontró la forma de canalizar todo el sufrimiento que había tenido durante la infancia: "Fui muy expresiva. Fue extraño tratar de encontrar mi equilibrio. En retrospectiva, las veces que pensé que no encajaba en un sitio se ha convertido en una especia de superpoder ahora", admitió en declaraciones recogidas por la BBC Sport.
El traumático accidente
El gimnasio de Peter Manfredo en Pawtucket, Rhode Island, le cambió la vida. Por primera vez se sintió aceptada por la sociedad. "Era un lugar al que iba y no pensaba en lo que me había pasado cuando era niña. ¿Por qué ese niño me hizo eso? ¿Por qué se fue mi padre?", confesaba que era el lugar donde de alguna manera se podía desahogar.
"Hay algo en la comunidad del boxeo que permite la entrada de personas de todo tipo de orígenes, razas y estatus sociales. En ese gimnasio de boxeo todos son iguales", añadió una Kali Reis que se convirtió en luchadora profesional en 2008.
La vida de la protagonista dio un giro de 360 grados cuando los médicos le aconsejaron no volver a subirse a un ring tras sufrir un accidente de moto. Kali Reis sufrió una fractura del menisco y se dañó los ligamentos. Sin embargo, lo peor llegaría unos meses después cuando fue víctima de los abusos policiales.
Tras la operación, Kali Reis estaba trabajando como portera de una discoteca para conseguir ganar algo de dinero cuando una noche alegó que fue agredida por un agente de policía. "Me golpeó, me roció con gas pimienta a quemarropa y luego me tiró al suelo. Yo tenía puesta la rodillera y él me puso la rodilla en la espalda, me puso las esposas y me roció con gas pimienta de nuevo. Me levantó y me insultó con todo tipo de nombres despectivos", confesó la boxeadora.
"Yo solamente quería volver a trabajar, luchaba por subirme de nuevo al ring y pensé que ya no iba a poder volver a boxear". Reis interpuso una denuncia a la comandancia de policía de la ciudad de Providence y en el juicio llegó a un acuerdo por el que recibió 46.000 euros.
El alcohol y los analgésicos
Kali Reis tocó fondo, de hecho, pulsó "el botón de autodestrucción". La boxeadora se refugió en el alcohol y en los analgésicos como vía de escape para evadirse de los trágicos acontecimientos que habían protagonizado los últimos años de su vida.
"Hubo un día que me desperté en la fogata del patio de mi casa con una botella vacía de Jack Daniel's en la mano. Sin embargo, salí de esa situación y pensé que esta no podía ser mi vida, que esto no era lo que se suponía que debía estar haciendo. Había algo que me decía que tenía que levantarme y empezar a caminar", reconoció.
La boxeadora se recompuso cuando recibió una llamada de la excampeona del mundo Shelly Vincent para mudarse a Nueva York y empezar una nueva vida, ligada otra vez al boxeo. El resto es historia. Reis ganó la corona de la IBA derrotando a Teresa Perozzi y en 2016 ganó su primer campeonato del mundo contra Maricela Cornejo en la categoría de peso mediano del CMB.