El show de intermedio del Super Bowl LIX dejó una impresión imborrable en los espectadores con una presentación cargada de simbolismo, mensajes implícitos y una energía arrolladora.
Kendrick Lamar, rapero galardonado con cinco premios Grammy, se encargó de encender el estadio con una actuación que fusionó espectáculo, reivindicación y referencias políticas en una combinación que pocos esperaban.
Lamar hizo su aparición sobre un automóvil negro mientras un grupo de bailarines vestidos de rojo y blanco lo rodeaban, creando un impactante efecto visual que evocaba la bandera de Estados Unidos.
La primera canción que interpretó fue "Squabble Up", dando inicio a una serie de éxitos que mantuvieron a los espectadores en un estado de euforia permanente. Con un juego de luces meticulosamente diseñado y una puesta en escena vibrante, el rapero californiano supo cómo captar la atención de todos desde el primer minuto.
Uno de los momentos más inesperados de la noche fue la intervención del legendario actor Samuel L. Jackson, quien apareció caracterizado como el Tío Sam para dar inicio a la actuación. En ese instante comenzó a sonar "Siezi Ditch", un tema que, con la presencia del actor, adquirió una potente carga simbólica.
La música como relato
A lo largo de su presentación, Lamar interpretó algunos de sus temas más icónicos, como "HUMBLE" y "Peekaboo", construyendo un recorrido musical que mezcló clásicos con sus composiciones más recientes. Pero el punto álgido de la noche llegó con la aparición de la cantante SZA, quien, vestida completamente de rojo, interpretó junto a él los temas "All The Stars" y "Luther".
La química entre ambos artistas fue innegable y, aunque su participación ya se había anunciado con antelación, el momento generó gran entusiasmo entre el público. Lamar demostró una vez más su capacidad para contar historias a través de la música y conectar con la audiencia de manera única.
Por si fueran pocos ingredientes para el espectáculo, Serena Williams formó parte del cuerpo de baile y fue protagonista de todas las miradas durante unos segundos del show.
Las referencias ocultas
El Super Bowl no solo fue el escenario de una gran actuación musical, sino que también sirvió como plataforma para que Lamar continuara su enfrentamiento con Drake. Durante la interpretación de "Euphoria", el rapero lanzó una indirecta que encendió aún más la polémica en redes sociales.
En medio de su show, hizo una pausa para ironizar sobre la disputa legal que mantiene con el canadiense, diciendo: "Quiero tocar su canción favorita, pero ya sabes que les encanta demandar". La frase no pasó desapercibida y de inmediato se viralizó en internet.
Sin embargo, la máxima expresión de su postura en este beef llegó con la interpretación de "Not Like Us", un tema que ha sido considerado por muchos como un dardo directo a Drake. Lamar cerró su presentación con "TV Off", generando un impacto que dejó a los asistentes completamente cautivados.
El gesto hacia Palestina
Si bien la actuación de Lamar estuvo plagada de referencias y guiños, uno de los momentos más controvertidos ocurrió cuando varias banderas, una de Sudan y otra de Palestina, se hicieron visibles en el estadio.
Aunque las cámaras oficiales de la NFL evitaron captarlas, diversos espectadores lograron documentar el momento, que rápidamente se propagó en redes sociales.
El gesto no pasó desapercibido, y menos aún porque Donald Trump estaba presente en el estadio. La reacción de los agentes de seguridad fue inmediata, retirando a las personas que portaban las banderas.
Las reacciones al espectáculo de medio tiempo han sido diversas. Mientras que algunos lo consideraron una de las mejores actuaciones en la historia del Super Bowl, otros lo criticaron duramente por introducir la política en evento así. Aún no está claro si Lamar estaba o no al tanto de se enseñaría la bandera palestina y sudanesa durante la actuación.
Independientemente de las opiniones divididas, lo cierto es que el Super Bowl LIX pasará a la historia no solo por la contundente victoria de Philadelphia Eagles sobre Kansas City Chiefs por 40-22, sino también por el show de Lamar, que logró combinar espectáculo, crítica social y provocación en una actuación que no dejó a nadie indiferente.