La Super Bowl que se anticipaba como la coronación de los Kansas City Chiefs como el mejor equipo de la historia de la NFL terminó con una de las mayores palizas de la Super Bowl y una victoria de los Eagles por 40-22 en una final en la que el equipo de Philadelphia maniató por completo al bicampeón.
Patrick Mahomes fue engullido por la defensiva de los Eagles en un guión similar a la Super Bowl de 2021 en la que los Buccaneers de Tom Brady también destrozaron a los Chiefs. A diferencia de aquella noche, en Nueva Orleans Mahomes aceleró la desintegración de Kansas con dos intercepciones en el segundo cuarto que esencialmente cerraron el pleito.
Jalen Hurts completó su redención y justificó el contrato que le hicieron tras perder con los Chiefs en 2023 y fue el merecido MVP tras liderar al equipo en yardas de carrera y completar un partido casi perfecto como pasador.
La realidad es que no hubo partido casi en ningún momento. La superioridad de los Eagles se puso de manifiesto desde las primeras series. Con la misma fórmula de Tampa en 2021, la línea de defensa de los Eagles se bastó para reventar el partido y comerse a Mahomes.
Philadelphia consiguió una presión efectiva del 47% de las ocasiones en las que el número quince intentó pasar el balón. La defensa de Vic Fangio se comió a Mahomes sin necesidad de mandar ningún hombre extra a la presión en blitz. No dejaron respirar a Mahomes y lo hicieron sin lanzar ni un solo blitz, una fórmula absolutamente ganadora en una defensa repleta de talento.
El gran trabajo de Josh Sweet, Jalen Carter y compañía en las trincheras y las pegajosas coberturas hicieron que Mahomes nunca tuviera receptores abiertos y que simplemente no hubiera tiempo suficiente para buscar una segunda opción y extender las jugadas con las piernas.
Los Eagles consiguieron cinco sacks y hasta bien entrado el tercer cuarto, y con 34-0 en el marcador, no permitieron a Kansas hacer ninguna jugada en campo contrario. Mientras hubo partido, los Eagles sacaron a patadas del campo a los Chiefs (0/7 en tercer down).
La intercepción retornada para touchdown por Cooper DeJean mediado el segundo cuarto y la de Zack Baun dentro de las últimas veinte yardas antes del descanso que estableció unas jugadas después el touchdown de AJ Brown, sellaron el título para Philadelphia antes del concierto de Kendric Lamar.
Entrando en el partido la mayoría de los análisis empezaban en casi conceder por unanimidad que Philadelphia era el mejor equipo en todas las líneas, y terminaban en la certeza de que Patrick Mahomes era una especie de Supermán capaz de estrechar cualquier diferencia entre equipos, y en la incertidumbre de si Jalen Hurts podía hacer las jugadas necesarias para poder ganar un partido así.
Jalen Hurts, quarterback Philadelphia Eagles, durante el Super Bowl LIX
Si la superioridad de los Eagles fue tan elocuente como esperada, el intercambio de papeles de los quarterback fue chocante. Por más que la superioridad de Philadelphia en las zonas que se ganan los partidos de fútbol americano era incompatible con abrir cualquier puerta al rival, Mahomes aceleró la implosión de Kansas.
Patrick se vio superado por el esquema de Vic Fangio y lanzó dos intercepciones que aniquilaron a los Chiefs, que hasta casi el final del primer tiempo solo habían encajado diez puntos.
Enfrente, Hurts cuajó un partido consagratorio. Estableció un nuevo récord de yardas de carrera en una Super Bowl para un quarterback con 72 y contabilizó un total de tres pases de touchdown. En el peor partido de Saquon Barkley de la temporada, los Eagles acabaron por completo con unos Chiefs que no tuvieron opción.
Philadelphia completó una Super Bowl perfecta y negó la eternidad a unos Chiefs que venían a quedarse solos en el panteón de la NFL y ahora vuelvan de vuelta a Kansas con una de esas derrotas que abren la puerta a pensar en un fin de ciclo. Si esto ha sido el final de esta parte de la dinastía de los Chiefs, el viaje ha sido fantástico.
En el Caesars Superdome de Nueva Orleans, la noche perteneció a los Eagles, a Jalen Hurts y a una defensa que ya está en la historia de la NFL. Honor al campeón indiscutido de esta temporada 2024-25 de la NFL.