Londres

“Eres lo más sucio que he visto en 20 años de carrera. Eres un sucio. Lo que haces es patético”. Como broche a una remontada vertiginosa (3-6, 6-7, 6-3, 6-3 y 6-3 a Fabio Fognini, logrando el pase a la tercera ronda de Wimbledon), las palabras de Feliciano López contra José Perlas, entrenador español del italiano, destaparon una discusión tremenda, que nació durante el corazón del encuentro y explotó al final, con Perlas llamando “cobarde” a López y acusándole de “no tener huevos” ni “educación” ante la mirada atónita del público presente en la pista 16 del torneo.  “¿Me vas a pegar?”, le preguntó Feliciano mientras Carlos Bernardes, juez de silla del partido, le frenaba. 

“Estaba enfadado conmigo”, dijo el 21 mundial tras el partido, abierto como siempre a dar explicaciones. “En ningún momento me he dirigido a Fognini o a su entrenador. Estaba cabreado y cuando he ganado el tercer set me he animado. Al ir a cambiar de lado su entrenador se ha levantado y no me creía lo que me estaba diciendo”, prosiguió el español, que vio cómo Perlas le insultaba desde la grada.

“Me he quedado mirando, pensando que no podía ser que me estuviese diciendo eso y su reacción ha sido decirme: ‘Sí, sí. ¿Ahora no tienes nada que decir?”, siguió el toledano. “No lo he entendido. En mi vida me había insultado el entrenador de un rival. Jamás. Puedes tener un enfrentamiento con el rival en un momento de tensión, pero que el entrenador del otro te hable de esa manera… no me ha pasado en 20 años. Me ha parecido muy feo”.

Tras volver después de una interrupción por lluvia, López fue capaz de mantener la rotura que había logrado antes de irse al vestuario y aprovechó que Fognini empezó a acumular errores para lograr una remontada que le cita ahora con el australiano Kyrgios con el pase a octavos en juego. La trifulca, sin embargo, engulló el protagonismo de la victoria.

“No he hablado con Perlas, ni ganas tengo ahora mismo”, aseguró Feliciano. “Debería reflexionar. En ningún momento me he dirigido a él y que de repente me hable así cuando todos nos conocemos en el mundo del tenis… hay unos códigos mínimos”, insistió antes de usar el ejemplo de su propio entrenador. “Es como si Pepo (Clavet) le dice a Fognini en un cambio de lado que es un payaso. Voy, cojo a Pepo del cuello y le pregunto que de qué coño va. Es lo que le he dicho luego a Fabio, que no puede permitir que su entrenador me hable así”, continuó Feliciano, que al lograr la victoria se llevó las manos a la boca, moviendo los dedos hacia Perlas. “Cuando he ganado el partido le he dicho: ‘Gracias a que tú has hablado, he ganado el partido. Eso era lo que le quería decir. Aunque parezca absurdo, me ha ayudado a motivarme. Era la única manera de callarle la boca, ganando el partido”, se despidió López, que no se cruzó con Fognini en sala de prensa por un segundo.

“¿Podrías dar tu versión de lo que ha pasado?”, le dijeron al italiano nada más sentarse en la silla. “No”, respondió mirando al suelo. “¿Podrías darla para tener el otro punto de vista?”, le insistieron. “No”, repitió. “¿Habías vivido alguna vez una situación así?”, intentó otro periodista, cambiando ligeramente el rumbo. “He dicho que no voy a comentar nada sobre el tema”, zanjó Fognini con gesto torcido.