"Me sorprende haber ganado el oro con una preparación nula"
El mallorquín, que se colgó el oro en dobles durante los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, charla con EL ESPAÑOL antes de jugar el Abierto de los Estados Unidos, que arranca el próximo lunes.
24 agosto, 2016 01:46Noticias relacionadas
La cabeza de Rafael Nadal (Mallorca, España; 1986) necesitaba un descanso, posiblemente más que su cuerpo. Después de jugar más de 23 horas en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, donde reapareció tras casi tres meses sin competir por una lesión en la vaina cubital posterior de la muñeca izquierda y se colgó la medalla de oro junto a Marc López en dobles, el mallorquín tomó la decisión de viajar a Cincinnati para seguir el ritmo del calendario, perdió en octavos con el croata Coric y se tomó unos días de descanso, sin aparecer por la pista ni tocar la raqueta.
Antes de retomar los entrenamientos en Nueva York, donde desde el lunes prepara el próximo Abierto de los Estados Unidos (a partir del próximo 29 de agosto), el campeón de 14 grandes se sentó a solas con EL ESPAÑOL para recordar lo sucedido en Río, valorar el estado de su lesión en la muñeca y mirar hacia lo que le espera de ahora en adelante, un desafío bastante importante: Nadal busca recuperar el nivel con el que se marchó obligado el pasado mes de mayo en Roland Garros.
Tras más de dos meses sin jugar, reapareció en los Juegos Olímpicos, pasó más de 23 horas en pista en una semana y cuando terminó decidió volar a Cincinnati para disputar otro torneo, como si nada.
La razón es simple: llevo dos meses y medio sin jugar. Soy consciente de que llegaba muy al límite a Cincinnati, no lo voy a negar. Me he pegado una paliza importante en Río de Janeiro, tanto mental como física, pero no me iba a volver a casa. Necesito seguir compitiendo y entrenando. Al final, llevo mucho tiempo sin entrenar también. Esa es la realidad. Necesito entrenar y me apetece hacerlo, estar entrenando y compitiendo lo que ha sido posible en Cincinnati. Creo que es lo que necesito en este momento.
Y, al segundo partido, su cuerpo dijo "basta".
No es un tema solo de cansancio, es un tema de sensaciones corporales desagradables. Se hace complicado después de varios meses sin poder competir y sin poder entrenar, que es lo más importante. Si uno no puede competir, pero al menos puede entrenar… la readaptación a las cargas es positiva y paulatina. Desgraciadamente, no he podido ni entrenar. He pasado de entrenar una hora al día, y sobre todo sin golpear derechas, a jugar mil horas. Era consciente de que llegaba a Cincinnati en una situación complicada, pero en sus palabras, "lo he intentando y me fui satisfecho de haberlo intentado".
Las sensaciones han sido desagradables: me dolía un poco el codo, también el hombro… ha habido un cambio de bolas de Río a Cincinnati y eso nunca ayuda. Y más cuando vienes al límite físicamente. En general, no me sentía lo competitivo que me tengo que sentir para jugar partidos como el de Coric. Fui a Cincinnati a competir y a intentar seguir con la dinámica de juego. Y lo he hecho: el primer día hice un buen partido y el segundo uno malo. Es lo que hay, estaba dentro de las posibilidades más lógicas.
¿Cómo tiene la muñeca?
Dentro de lo que cabe, la muñeca está bien. He aguantado muchísimas horas de juego. Con molestias, pero al menos no han ido a más. Sé que voy a tener molestias y en algún momento eso me limita un poco, pero también sé que si no van a más la lesión está en el proceso adecuado. Eso es una buena noticia.
En el vestuario los jugadores hablan mucho de porcentajes, ¿puede pegar su derecha al 100%?
No. Necesito recuperar la confianza y que pasen semanas de jugar sin dolor, cosa que todavía no ha ocurrido. Pero si alguien me ve jugar y no sabe cómo estoy a día de hoy, creo que tampoco se nota mucho, sinceramente.
Usted ha tenido lesiones en las rodillas, en el pie, en la espalda… ¿Es más fácil volver a competir después de haber pasado tantas veces por ese proceso?
No, no es más fácil volver. Es igual que siempre. Por un motivo u otro, hay momentos en los que las cosas salen mejor desde el comienzo y otras peor. También es importante el momento en el que estabas al lesionarte. La memoria del jugador es clave. En este caso, lo positivo a la hora de volver y lo muy negativo al lesionarme es que estaba jugando muy bien cuando paré en la tercera ronda de Roland Garros. Tienes un poco en la memoria las cosas que estabas haciendo bien. Lo malo es que evidentemente tuve que parar en un momento en el que venía muy bien y que me podría haber ayudado mucho a hacer una gran temporada, tal y como llegaba después de una buena gira de tierra batida.
La muñeca en un jugador de tenis es como los dedos en un pianista.
La lesión que he tenido es una lesión muy complicada y delicada. Hay dos caminos con esta lesión: o se cura de la manera conservadora o se tiene que operar. De momento, las cosas parece que han ido por el camino adecuado, pero de la misma manera podrían haber ido por un camino diferente y tendría que haber parado y operarme. Ojalá que las cosas sigan por el buen camino. Parece que así es porque después de muchas horas de carga la muñeca no ha ido peor, ha ido un poco a mejor. Esto es importante y muy positivo. Ojalá que día a día y semana a semana la muñeca se vaya sintiendo más cómoda y yo me pueda encontrar más libre a la hora de golpear.
La medalla de oro está a la altura de un torneo individual grande, no estoy diciendo de un Grand Slam, pero sí de un torneo individual grande
Lo tiene prácticamente todo en su carrera: los cuatro grandes, un oro individual, la Copa Davis, 28 Masters 1000, el número uno… ¿Dónde coloca la medalla de oro en dobles de los recientes Juegos Olímpicos?
A nivel personal, que al final es lo que cuenta, cada momento es especial. No me gusta comparar, pero una medalla de oro en unos Juegos es una medalla de oro en unos Juegos. En dobles y encima compartiéndola con uno de mis mejores amigos. La verdad, la medalla de oro está a la altura de un torneo individual grande. No estoy diciendo un Grand Slam, porque no es así ni mucho menos, pero sí de un torneo individual grande.
¿Le sorprendió ganar?
Me sorprende haber ganado el oro porque llegué con una preparación nula. No mala, fue una preparación nula. Una semana y media antes no sabía si podría ir a Río de Janeiro y horas antes apenas había entrenado. También me sorprende haber competido como lo he hecho en el cuadro individual. Ganar en dobles… claro que al final sorprende porque es un evento muy complicado que todo el mundo quiere ganar. En los torneos individuales, normales y corrientes, los jugadores individuales juegan el dobles y les sirve un poco como entreno. No digo que no quieran ganar, pero no lo juegan con la misma intensidad que el cuadro individual. En unos Juegos no pasa eso. En unos Juegos hay la misma intensidad que en individuales y todo el mundo quiere ganar. El sentimiento de estar en unos Juegos es inigualable.
Por distintos motivos, muchos jugadores renunciaron a Río. ¿El tenis debe ser deporte olímpico?
¿Por qué no íbamos a estar en unos Juegos Olímpicos? En mi opinión, los Juegos es lo que más se acerca a un Grand Slam para un jugador de tenis. Es el evento más importante del mundo del deporte y además es el evento más complicado de ganar porque en la carrera de un tenista hay muy pocas oportunidades de hacerlo. Mire yo, solo he podido jugar en Pekín y en Río porque en Londres me lesioné. Y al final, pasan dos cosas: para los Juegos es importante contar con el tenis y para el tenis es importante estar en los Juegos.
¿La complicidad que tiene con Marc fuera de la pista ayuda tanto dentro?
Por supuesto. Soy consciente de que Marc y yo siempre nos hemos entendido bien. Normalmente, cuando hemos jugado lo hemos hecho bien. Ganar es muy difícil, pero si jugamos bien somos una pareja que puede ganar, eso está claro. Somos una pareja que está preparada para competir contra todos.
En el tercer set de la final, con 2-2 y 30-40, se golpeó el pecho con el puño cerrado varias veces mientras saltaba tras salvar una bola de break. Es solo un ejemplo, dejó varias imágenes así durante la semana. ¿Se transforma aún más cuando juega por España?
El hecho de jugar unos Juegos Olímpicos, de representar a España, es una ilusión única e inolvidable. He querido aprovecharlo al máximo y me he dejado todo lo que tengo dentro. Siempre que he competido por España las cosas se me han dado bien. La motivación por representar a mi país siempre ha sido algo especial. Normalmente, cuando llevo la camiseta de España puesta los resultados han sido muy positivos. Es una camiseta que me sienta bien.
¿Y el partido por el bronce contra Nishikori? Explique de dónde saca fuerzas para volver de la nada, con todo perdido.
Es que el partido estaba prácticamente perdido. Lo normal era perder 6-2 y 6-2 aquel encuentro. Igualmente, yo también pensaba que perdía 6-2 y 6-2. En ese instante vas punto a punto. Intentas disfrutar del momento, de saber que lo has dado todo. Normalmente es así. Intento disfrutar cuando sé que estoy vacío, intento disfrutar sabiendo que no me queda nada más. Al final, ante Nishikori estaba con la conciencia tranquila porque el partido que estaba jugando en aquel momento no daba para más. Quería también morir dando todo lo que tenía y lo intenté durante todo el encuentro. Y también hay otra cosa que es cierta: a la hora de cerrar un partido, normalmente el que tiene que ganar se encuentra con más dudas y tú te sueltas, eso es habitual. Me entraron dos bolas buenas, él falló otras dos y me pude meter en el partido de nuevo.
El partido contra Nishikori esta prácticamente perdido, lo normal era perder 6-2 y 6-2
¿Han sido sus últimos Juegos? Da la sensación que tras los de 2012, cuando estuvo casi ocho meses parado por una una hoffitis en la rodilla izquierda y una rotura parcial del ligamento rotuliano, quiere alargar su carrera lo máximo posible.
No tengo pensado alargar mi carrera o no alargarla, mi carrera durará lo que tenga que durar. Mientras mi cuerpo me lo permita y mi felicidad sea la que es hoy en día… Ahora mismo me hace feliz. No sé si habrán sido mis últimos Juegos Olímpicos o no, porque esto no se puede saber y no sé lo que va a pasar mañana, pero ahora mismo tampoco me lo planteo. Voy a hacer lo posible para intentar llegar a Tokio, no sé si podré, pero los de Río los he disfrutado al máximo, los he vivido al máximo. Ahora toca pensar en lo siguiente. Mi próxima parada es el Abierto de los Estados Unidos y después supongo que será la Copa Davis contra India en Nueva Delhi.
El Abierto de los Estados Unidos arranca el próximo lunes. ¿Está listo para aspirar a cosas importantes en Nueva York?
Eso no lo sé. Evidentemente, llego con poco bagaje y con una lesión en medio de la temporada. Todo eso lo hace más complicado. Ahora bien, la ilusión y las ganas van a estar ahí. Espero que la muñeca siga mejorando un poco más, que me permita jugar con más soltura mi derecha. Una vez recuperado físicamente de los Juegos Olímpicos soy consciente de algo: tengo muchas ganas de volver a competir. Me siento competitivo de nuevo. Tengo muchas ganas de jugar y de disfrutar en la pista, como he hecho en Río de Janeiro. Desgraciadamente, en Cincinnati no he podido hacerlo porque a nivel corporal me notaba muy tocado.