Los 10 partidos más importantes de la rivalidad que cambió la historia

“Si Nadal se sentara en una mesa junto a Federer y Federer le dijera ‘yo soy el mejor de siempre’, mi primera pregunta sería: ‘Bueno, ¿entonces cómo no me ganas? Porque te ha ganado el doble de veces”. 

La frase de Andre Agassi, ex número uno del mundo y campeón de ocho grandes, refleja claramente la historia de la rivalidad entre el español y el suizo, que el primero domina claramente (23-11, 10-2 en torneos del Grand Slam). 

Antes de la final del Abierto de Australia, donde ambos se volverán a encontrar, repasamos los 10 partidos más importantes entre los dos jugadores que cambiaron la historia del tenis para siempre.

MIAMI 2004 (TERCERA RONDA)

Con melena y vistiendo camiseta roja sin mangas, Nadal necesitó 1h10m para derrotar a Federer (6-3 y 6-3) en el partido que inauguró la rivalidad entre los dos en la tercera ronda del torneo de Miami. El mallorquín, número 34 del mundo, sorprendió al suizo, que por aquel entonces ya estaba en lo más alto de la clasificación y había ganado sus dos primeros torneos del Grand Slam (Wimbledon 2003 y Abierto de Australia 2004).

ROLAND GARROS 2005 (SEMIFINALES)

Federer le había devuelvo el golpe a Nadal en Miami, tumbándole en la final, pero el español afrontó el primer cruce ante el suizo en un Grand Slam sin ningún complejo de inferioridad. Al revés: el mallorquín destruyó 6-3, 4-6, 6-4 y 6-3 al suizo y alcanzó su primera final en un grande, que terminó ganando ante el argentino Puerta.

ROMA 2006 (FINAL)

Posiblemente, el primer gran encuentro entre los dos. Nadal necesitó 5h05m para superar 6-7, 7-6, 6-4, 2-6 y 7-6 al suizo, salvando dos bolas de partido. Así, el mallorquín consiguió igualar el récord de las 53 victorias seguidas sobre tierra batida de Guillermo Vilas, marca que estiraría hasta 81 triunfos.

WIMBLEDON 2006 (FINAL)

El triunfo de Federer en el All England Tennis Club (6-0, 7-6, 6-7 y 6-3) le cerró la puerta en la cara a Nadal, que le había vuelto a derrotar semanas antes en la pelea por la copa de Roland Garros. El suizo volvería a ganarle al año siguiente sobre la hierba londinense, pero la historia cambiaría radicalmente en 2008.

HAMBURGO 2007 (FINAL)

Federer fue el encargado de cortar la racha de Nadal sobre tierra batidas, dejándola en 81 victorias. El suizo, que jamás había superado a su máximo rival en un encuentro sobre arcilla (5-0), tuvo fe para reponerse y vencer 2-6, 6-2 y 6-0.

ROLAND GARROS 2008 (FINAL)

Nadal empleó 1h48m en destruir a Federer en la final de Roland Garros, prácticamente sin darle opción a respirar. El español le propinó un 6-1, 6-3 y 6-0 al suizo y conquistó así su cuarta Copa de los Mosqueteros, abriendo en canal las defensas de su rival.

WIMBLEDON 2008 (FINAL)

Según una buena parte de los expertos, y con el respaldo de la mayoría de los aficionados, el partido más importante de la historia. El mallorquín llegó al encuentro después de perder sus dos primeras finales en Wimbledon, pero con la firme intención de hacer suyo el torneo que había soñado ganar desde pequeño. Necesitó 4h48 y un marcador lleno de curvas (6-4, 6-4, 6-7, 6-7 y 9-7) para acabar destronando a Federer en su territorio.

ABIERTO DE AUSTRALIA 2009 (FINAL)

“Dios, esto me está matando”. La frase no necesita explicación alguna: después de volver a perder una final de Grand Slam con Nadal, la primera en el Abierto de Australia (7-5, 3-6, 7-6, 3-6 y 6-2 y la tercera consecutiva), Federer rompió a llorar, lleno de impotencia por el dominio de la rivalidad que había conseguido el español.

COPA DE MAESTROS 2010 (FINAL)

Bajo el techo del O2 Arena de Londres, Federer le negó la posibilidad a Nadal de levantar el único gran título que todavía hoy sigue faltando en su carrera. El suizo se impuso 6-3, 3-6 y 6-1 y acabó con la copa entre los brazos, pese a que el mallorquín estuvo más cerca que nunca del triunfo en la Copa de Maestros.

ABIERTO DE AUSTRALIA 2014 (SEMIFINALES)

Federer empezó en tromba, pero acabó inclinando la rodilla en el último partido de Grand Slam entre los dos. La victoria de Nadal (7-6, 6-4 y 6-4) le dio el pase a la final, que luego acabaría perdiendo con Stan Wawrinka, pero evidenció el control que seguía teniendo sobre el suizo.