Gerard Piqué está inmerso en un proceso de negociación para crear un evento paralelo a la Copa Davis que rivalice directamente con la competición por países más importante del mundo y que cumpla las peticiones que los jugadores llevan realizándole tanto tiempo a la Federación Internacional de Tenis (ITF), según ha podido confirmar EL ESPAÑOL.
Con la idea reunir a 16 equipos (entre los que estaría España), y concentrando el juego en una semana del calendario (formato de play-off), Piqué cuenta con el respaldo de la ATP (un contrato de larga duración, presumiblemente entre 300 y 500 millones de euros) y con el apoyo de muchos de los tenistas más importantes del vestuario para construir el nuevo campeonato, que posiblemente se celebraría por primera vez en Doha (la opción de otra sede sigue abierta) y en una fecha todavía por determinar.
El defensa del Fútbol Club Barcelona, que viajó dos días a Madrid durante el Mutua Madrid Open para reunirse con altos dirigentes de los organismos que rigen el tenis (entren ellos Chris Kermode, presidente de la ATP) y seguir puliendo detalles, ya estuvo en la Copa de Maestros de Londres el pasado mes de noviembre alimentando esos contactos y dándole forma a la idea que nació tiempo atrás en su cabeza, durante varias conversaciones con personas del mundo del tenis que clamaban por una importante reforma de la Davis, herida de muerte desde hace años por el inmovilismo de la Federación Internacional.
Con su paso al frente para embarcarse en un proyecto tan ambicioso como complicado, en una fase bastante avanzada de gestación, Piqué viene a cumplir las peticiones que los jugadores llevan tanto tiempo solicitando a la ITF para la Davis (dinero, un formato menos exigente…), aprovechando su faceta emprendedora y la experiencia que tiene en los negocios para meterse de lleno en un deporte que le encanta.
De 1978 a 2012, la ATP organizó en Düsseldorf la Copa Mundial por Equipos (ATP World Team Cup, su nombre en inglés), un torneo sobre tierra batida que reunía a ocho países, considerado la segunda competición por países más prestigiosa tras la Davis y que desapareció hace cinco años. Ahora, y de la mano de Piqué y otras partes interesadas e implicadas, la idea para impulsar un nuevo campeonato que fagocite a la Davis está en marcha.