Mientras Novak Djokovic y Juan Martín Del Potro se marchaban al hotel con su partido de cuartos de final del torneo de Roma a medias, obligados a retomarlo el sábado por la mañana como consecuencia del violento temporal que se desató sobre la ciudad la noche anterior, Rafael Nadal ya descansaba en su cama de Porto Cristo, en Mallorca. Tras caer con el austríaco Thiem, que rompió una racha de 17 victorias seguidas sobre arcilla, el español salió disparado hacia el aeropuerto y se montó en un avión para volver a casa, donde combinará el descanso con algunos entrenamientos antes de viajar a París el próximo miércoles 24 de mayo y ponerse a pensar en Roland Garros.
“Evidentemente, llevo muchos días gastando energía, con momentos de tensión, jugando cada partido a un nivel muy alto”, recordó el número cuatro del mundo tras disputar 18 encuentros en 31 días, una buena paliza. “Ganar cuatro torneos antes de llegar a Roland Garros no se ha hecho nunca, o al menos yo no lo he logrado nunca. Creo que he igualado casi lo mejor que había conseguido antes de llegar a París en mi carrera”, prosiguió el balear, que hasta en siete años (2005, 2006, 2007, 2008, 2009, 2012, 2013) aterrizó en el segundo grande del año con tres títulos en la gira de tierra batida europea. “Luego, las cosas pueden salir mejor o peor, pero creo que estoy preparado para jugar bien en Roland Garros”.
Con la raqueta guardada en la bolsa, Nadal gastará las horas en la pesca y en el golf, dos de sus grandes aficiones, y aprovechará para pasar tiempo con los suyos. A principios de semana, cuando vuelva a la pista, el balear iniciará la preparación de Roland Garros con calma, porque la base ya está construida y lo que le queda ahora es darle continuidad a las sensaciones que ha ido adquiriendo en Montecarlo, Barcelona, Madrid y Roma antes de enfrentarse al reto de las dos semanas y los partidos al mejor de cinco mangas en París.
“Un poco de descanso me puede venir bien”, aseguró el mallorquín. “Hace mucho tiempo que no paso cuatro días seguidos en mi casa. Me vendrá bien seguro. Son muchas semanas bajo presión, Me apetece estar con mi familia y con mis amigos. Quiero desconectar, estar un poco a mi aire”, prosiguió el campeón de 14 grandes. “Espero estar preparado para París con lo que he hecho estas semanas. Es lo que deseo y voy a hacer lo posible para llegar listo. Sé que llevo muchos meses trabajando bien y ahora llega el momento de hacer un último esfuerzo”.
Ese “último esfuerzo” ya está aquí. Roland Garros arranca el 28 de mayo y Nadal es el principal candidato para levantar la Copa de los Mosqueteros. Antes, sin embargo, un poco de aire para la cabeza del mayor favorito al título.