Roselyne Bachelot, la exministra francesa de deportes que acusó a Rafael Nadal de dopaje en un programa de televisión en marzo de 2016, tendrá que pagarle al tenista 10.000 euros en daños y perjuicios tras la resolución de la sentencia, que se hizo pública este jueves por la mañana.
El Tribunal Correccional de París señaló a Bachelot como culpable de un delito de difamación contra el mallorquín y le impuso una multa de 10.000 euros en concepto de daños y perjuicios más otros 2.000 por las costas del juicio, creando un montante total de 12.000 que Nadal destinará a obras sociales en Francia. Además, la exministra se enfrenta a otra sanción de 500 euros, exentos de cumplimiento salvo en caso de reincidencia.
“Reiterar el máximo respeto al procedimiento judicial del que hemos conocido hay su resolución, queriendo dejar constancia una vez mas de mi máximo respeto y confianza en la Justicia francesa y en sus Tribunales que han dictado sentencia sobre este lamentable asunto”, dijo Nadal a través de un comunicado. “Cuando presenté la demanda pretendí no solo defender mi integridad e imagen como deportista sino también los valores que he defendido a lo largo de mi carrera y evitar futuras conductas en cuanto a que, cualquier persona pública o privada pueda lanzar acusaciones injuriosas en un medio de comunicación contra un deportista, sin fundamentos ni datos que puedan demostrarlo, quedando impune”, añadió el tenista. “La motivación como ya dije en su momento nunca fue económica. Tal y como dije desde el mismo día que presenté la demanda, la totalidad del importe de la condena irá destinada a obras sociales en Francia y lo único que lamento es que no haya sido mayor para poder llegar a un mayor número de organizaciones que atienden a personas con algún tipo de necesidad”, cerró el campeón de 16 grandes.
“Sabemos que la famosa lesión de siete meses de Nadal es sin duda debido a un positivo”, dijo la francesa en el programa Le Grand 8, apuntando al período de inactividad que el mallorquín afrontó entre finales de 2012 y principios de 2013 como consecuencia de una hoffitis en la rodilla izquierda y una rotura parcial del ligamento rotuliano, una de las peores lesiones de su carrera. “Cuando ves a un jugador de tenis parado durante meses es porque ha dado positivo”.
“He estado trabajando mucho desde que tengo cinco años”, le siguió Nadal unos días después en Indian Wells, tras ganar su partido de segunda ronda ante Gilles Muller. “He trabajado durante toda mi carrera para tener el éxito que he tenido y siempre de la forma correcta, siempre entrenando con pasión, con intensidad y con amor por el juego”, continuó el español. “He oído un par de veces comentarios como este, pero esta vez va a ser la última porque la voy a demandar. Estoy cansado de estas cosas. Lo he dejado pasar en el pasado, pero ya no más”, aseguró. “En el pasado no quería demandar a las personas que habían dicho cosas así porque pensaba que no eran graves, pero una ministra de Francia debe ser seria. Esta vez es el momento y la voy a demandar. Y voy a demandar a todo el mundo que diga algo similar en el futuro porque estoy cansado”.
En abril de 2016, Nadal dio ese paso al frente y cumplió su palabra al presentar una querella contra Bachelot en la que solicitaba una indemnización de 100.000 euros. La exministra francesa, que estuvo en el Gobierno de Nicolas Sarkozy (2007-2010), volvió a reafirmarse entonces de sus acusaciones y llegó al juicio del pasado 13 de octubre dispuesta a plantar batalla, pese a que la defensa del balear se mostró convencida de que no tenía nada que hacer porque sus argumentos eran insostenibles ante el tribunal.
Patrick Maisonneuve, el abogado del jugador, había asegurado en la vista celebrada hace más de un mes que las declaraciones de la exministra eran “de enorme peso debido al cargo que ostentaba” y de “consecuencias significativas respecto a los actuales o futuros patrocinadores”.
Mientras, Olivier Chappuis, el abogado de la defensa, desveló que Bachelot no recurrirá la sentencia aunque “no se arrepiente en absoluto de sus palabras” y “constata con satisfacción que los jueces han visto desproporcionadas las peticiones de Rafael Nadal”, según dijo Chappuis a la agencia AFP.
Algo, en cualquier caso, quedó muy claro con la sentencia definitiva que dio la razón al jugador: intentar manchar el nombre de Nadal ya no sale gratis.