La estadística no es para pasarla por alto. Al final del partido, Rafael Nadal se clasificó para disputar los cuartos de final del Masters 1000 de Roma tras derrotar a Denis Shapovalov (6-4 y 6-1) con un impresionante 90% de puntos ganados con su primer saque. El mallorquín, citado con Fabio Fognini (6-4 y 6-4 al alemán Gojowczyk) este viernes, fabricó su clasificación desde el servicio, la remató jugando al nivel del estreno contra Damir Dzumhur y se marchó a descansar con una de sus certezas favoritas: ya tiene de nuevo la dinámica ganadora que se interrumpió hace unos días en los cuartos de Madrid ante Dominic Thiem. [Narración y estadísticas]
“He tenido un buen día al saque, pero también es verdad que me ha regalado mucho al resto”, reflexionó Nadal cuando le recordaron sus números en el partido. “No se puede ganar tantos puntos al servicio si el rival no te regala, por muy bien que uno juegue”, insistió el balear. “Personalmente, sacar tan bien me ayuda a tener tranquilidad y me da calma”.
Como siempre que se enfrenta a un rival que le ha ganado el último precedente, Nadal arrancó alertado del peligro. Con el canadiense, sin embargo, lo hizo multiplicando esa precaución. El año pasado, en verano, Shapovalov se impuso al español en los octavos de Canadá y desde entonces se ha mantenido como uno de los pocos jugadores que poseen un récord positivo de victorias ante el mallorquín (1-0), algo que en activo también tienen Novak Djokovic (26-24), Dustin Brown (2-0). En Roma, camino de los cuartos de final, eso cambió.
Durante los primeros 19 minutos del partido, Shapovalov salvó ocho pelotas de rotura (tres en el juego inaugural del encuentro y otras cinco en el tercero). El canadiense, que salió a jugar pasado de revoluciones, demasiado acelerado en la búsqueda de las líneas, evitó el break de milagro, agarrándose a su poderoso saque para escapar de esas ocho situaciones de peligro que amenazaron con romper el cruce demasiado pronto.
Sin desesperarse pese a las oportunidades desaprovechadas, decidido a perseverar en su plan de juego de toda la vida ante contrarios que pegan el revés a una mano, Nadal ahogó por ese lado al canadiense con pelotas altas y pesadas. Obligado a cazar bolas combadísimas, que una vez tras otra subieron por encima de su hombro, Shapovalov se fue desgastando poco a poco y el mallorquín consiguió su objetivo: aunque el canadiense aguantó 32 minutos con el marcador igualado (3-3), aunque esquivó con habilidad un puñado de problemas, terminó muerto por los errores no forzados que cometió (29) y se marchó eliminado.
A diferencia de lo que sucedió en Canadá, donde la pista rápida respaldó los ataques de Shapovalov, la tierra de Roma frenó esas arremetidas y le permitió a Nadal defenderse de casi todo lo que intentó el número 29. Sin posibilidad de morder al resto, con el español jugándolo prácticamente todo con primer saque (84%) y ganando esos puntos (28 de 31), el canadiense dijo adiós y el número dos avanzó a toda velocidad.
A Nadal le espera ahora Fognini y en casa, una buena batalla, pero el campeón de 16 grandes está sobradamente preparado.