Rafael Nadal quiere cenar sushi con guacamole. Son las tres de la mañana del miércoles en Nueva York y el tenista acaba de detallarle a Benito Pérez-Barbadillo el pedido. A pocos metros de distancia, el jefe de prensa del tenista toma nota de la comida mientras el número uno se estira para responder las preguntas de los periodistas españoles. El campeón de 17 grandes acaba de superar 0-6, 6-4, 7-5, 6-7 y 7-6 a Dominic Thiem en un eléctrico partido de cuartos de final y hay un puñado de interrogantes abiertos sobre esas 4h49m que suponen el encuentro más largo de Nadal en el Abierto de los Estados Unidos.
“Un 6-0 es un resultado muy peligroso”, dice el mallorquín, que por primera vez en su carrera consigue ganar un partido en un grande tras ceder un set en blanco. “Si empieza el segundo set y me hace el break de entrada habría estado en una situación desagradable. Ha pasado el primero y a partir de ahí tocaba empezar de nuevo”, añade. “Tenía que intentar ganar mi saque por primera vez y luego por segunda. Cuando vienes de perder 6-0 el primer objetivo es llegar al 2-2 porque así empiezas a sentirte un poco más en el partido”, sigue el español. “Lo he conseguido, he ganado el set y luego era un encuentro nuevo, de tú a tú. A partir del tercer set, mi nivel ha sido bueno, el mejor del torneo”.
Desde que empata el duelo, Nadal juega con la brillantez que le falta en los dos primeros parciales. Así es como el mallorquín alcanza su objetivo: la remontada se gestiona en la cabeza del jugador, pero se culmina con la raqueta en la mano.
“Ha sido un partido especial porque ha tenido de todo, pasando por muchas fases”, asegura el mallorquín. “Ha sido bonito, emocionante para los espectadores y también para los jugadores que hemos sido parte de ello”, reconoce. “Para mí hay algo muy positivo: mi nivel de juego ha ido a más durante el partido y los últimos tres sets creo que han sido los mejores de todo el torneo”, prosigue. “Y la otra: Thiem es un compañero ejemplar dentro del circuito y me sabe mal por él. Cuando llegas a esa situación en el quinto es una moneda al aire. Ya te pueden contar que uno tiene experiencia o lo que sea, pero cualquiera puede ganar y dependes un poco de la suerte”, insiste. “He jugado un buen partido a partir del tercer set y estoy muy contento de estar en semifinales”.