Aliona Bolsova (Moldavia, 1997) es una tenista española de tan solo 21 años que se ha convertido en la gran sensación en Roland Garros, pese a ocupar el puesto 137 en el ranking de la WTA. Hace unas semanas, el nombre de la joven era prácticamente el de una desconocida para el gran público, incluso en el gran abierto de Francia no contaban ni con una sola fotografía de ella en su perfil de la web.
Del anonimato a acaparar protagonismo por haber logrado colarse entre las 16 tenistas que optan a ganar Roland Garros en este 2019. Y Bolsova quiere más, quiere mucho más. Antes de que su nombre se colase en todos los medios, la tenista de origen moldavo ya dejaba patente una fuerte personalidad. En su brazo lleva tatuado esa fuerza que imprime con cada golpe o con cada palabra que dice.
El deporte lo lleva en las venas. Sus padres, Vadim y Olga, fueron atletas olímpicos en Barcelona '92 y 'culpa' de ellos que que Aliona tenga pasaporte español, ya que cambiaron Moldavia por Palafrugell (Girona). Allí es donde ha crecido esta leona desde los 3 años, que lleva a la reina de la selva en su propio nombre de pila y también en su brazo. La tenista asegura que llevar una leona tatuada es un símbolo feminista: "Es la reina de la selva, está por encima del león. Aquí estoy yo, soy mujer y soy fuerte".
La tenista, que compite por España, va camino de convertirse en un icono en el nuevo orden del tenis. ¿El motivo? Un estilo propio y la firme idea de no ajustarse a los cánones establecidos. "No me gusta llevar el perfil que todo el mundo lleva. Me gusta ser yo. Estoy justo en la edad de encontrarme, de encontrar mi personalidad", afirmaba Aliona Bolsova.
Uno de sus sellos de identidad en las pistas es que siempre juega en pantalón corto, en lugar de la típica falda corta, cada vez más polémica. "Me gusta más. Es más cómodo y también me queda mejor. No me gusta llevar la misma falda que lleva todo el mundo", apunta una Aliona que tiene claro su propósito cuando todo esto acabe: "Quiero estar orgullosa de la persona y deportista que he llegado a ser".
Un camino a la cima
La china Shilin Xu y la húngara Tímea Babos fueron sus rivales en las rondas previas. A la primera la ganó por un claro 6-1 y 6-2, aunque para vencer a la segunda tuvo que irse hasta el tercer set para ganar y pasar a la primera ronda de Roland Garros por 6-2, 2-6 y 6-3. En esa primera se enfrentó a la rusa Vera Zvonariova, a la que ganó por 6-4 y 6-2. Pero Bolsova continuó encadenando sorpresa tras sorpresa al ganar a Sorana Cirstea, también en dos sets, y a Yekaterina Aleksandrova para meterse en octavos.
Bolsova no ocultó lo contenta que estaba después de saber que es una de las 16 mejores tenistas del gran torneo francés: "Estoy muy feliz, quiero disfrutar del momento. Cuando volví a España para probar a nivel profesional no tenía nada. Gracias a mis entrenadores aprendí a ir ganándome la vida poco a poco. Con lo que ganaré en este torneo ya me aseguro poder pagar a mi equipo hasta final de temporada".
Un equipo de trabajo en el que es muy importante el trabajo psicológico: "Mi madre es fisio y me ayuda a cuidar el cuerpo, pero la mente es complicada. Yo soy muy trabajadora y desde hace poco tiempo me acompaña una psicóloga, su labor es muy importante". Aliona Bolsova es una tenista diferente, natural y espontánea. "Estoy muy cansada. Esta noche me tomaré una valeriana y a dormir", decía sonriente tras ganar el billete para los octavos de Roland Garros. Ahora solo le queda seguir soñando y para estar en cuartos deberá superar a la estadounidense Amanda Anisimova, 51 en el ranking de la WTA. La nueva generación ya está aquí.