La estadounidense Cori Gauff sigue empeñada en escribir capítulos, devorar etapas y demostrar que está para competir con las mejores en un escenario como Wimbledon.
Este miércoles, añadió un verso épico a su historia, un relato que incluye la supervivencia a dos puntos de partido consolidados después con la remontada ante la eslovena Polona Hercog para meterse en los octavos de final de Wimbledon.
Después de completar dos triunfos espectaculares y sorprendentes ante su compatriota Venus Williams y la eslovaca Magdalena Rybarikova, el sueño de la adolescente estuvo muy cerca de tocar a su fin. Pero como toda buena historia, aguardó un giro final en forma de triunfo (3-6, 7-6 (7) y 7-5).
Hercog, mucho más experimentada y segura de sí misma amenazó con expulsar en dos sets a la joven ante una pista central llena y expectante de otra exhibición de la americana.
Pero el nivel de Gauff distaba mucho del visto en jornadas anteriores hasta que se vio al borde del precipicio.
Hercog dominó el encuentro a su gusto y se encontró con una Gauff mucho menos excitante que en los duelos anteriores. Estaba encogida y dubitativa y sus nervios y falta de decisión le trasladaron a un escenario en el que la eslovena poseía la pista y el marcador. 6-3 y 5-2.
Las pocas respuestas que ofrecía al juego y la clarividencia de Hercog auguraban un final rápido y la entrada de Serena Williams y Andy Murray en pista para disputar el dobles mixto. La tarde de tenis aceleraba y Gauff parecía dispuesta a acordar su marcha.
Sin embargo, Hercog dejó pasar el tren. Desperdició dos puntos de partido, uno al resto con 5-2 y otro al saque con 5-3 y atenazada por los nervios de la central entregó su ventaja al amparo del desempate.
Despertó la intimidación de la americana. Un tenso 'tie break', con opciones y variaciones para ambas jugadoras, se lo terminó quedando de forma dramática Gauff por 9-7. Un golpe en la mesa de la adolescente que se veían en condiciones y con ganas de disputar el encuentro.
Llegaron entonces los problemas para un Hercog que había tenido el partido en la mano y que comenzó a sufrir un problema en la parte baja de la espalda que le obligó a recibir atención médica fuera de la pista. Los nervios que antes intuía en la grada le creaban estragos en el cuerpo.
La respuesta de la organización al tercer set fue la de suspender el duelo de Williams y Murray, no había tiempo para más acción debido al alargamiento del encuentro.
Sí le quedaba a las dos jugadoras mucho que decir. Se creció Gauff, se notó otra vez protagonista, recuperó el ritmo y la iniciativa y empujó a la valla a Hercog. Cuando subió a la red en un punto del tercer juego, demostrando valentía, el partido ya era suyo. El guión estaba en sus manos y cual escritora, marcó las pautas, puso el sentido y dio el punto final. La obra final contentaba a la repleta pista central. Había conjugado un relato plagado de sorpresas, heroínas, fortaleza narrativa y un giro final digno de Hitchcok.
Se adelantó por 4-1, vio la luz muy cerca. Tanto, que se cegó. Los flashes de la gloria le apartaron del rumbo que ella tenía marcado. Hercog contraatacó hasta el 4-4 y Gauff respondió con potencia. Subió el 5-4 al marcador y envió de vuelta toda la presión que cargaba a su rival, que no apenas pestañeó para igualar. Misma situación con 6-5 y ya sin tie break en el horizonte. Hercog erró para el 6-6 y una derecha enredada de la eslovena sacó el primer punto de partido de color estadounidense. Un globo largo, confirmó el triunfo de la épica, el triunfo de Gauff.
Con ello, hacía felices a todos los que se congregaban a la luz de su tenis. Su siguiente página en esta historia le enfrenta a la exnúmero uno del mundo Simona Halep, verdugo de Victoria Azarenka.
El premio de seguir adelante ya no es solo una anécdota. Gauff sigue quemando etapas y lo hace con un rapidez que nunca se ha visto. Sigue opositando a ser la campeona de Grand Slam más joven de la historia y ha escalado hasta el puesto 139 del ránking. Sigue devorando etapas y ahora también devora épica.
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