“No sabía si iba a poder terminar el partido”.
Media hora antes de que el miércoles acabase oficialmente en Nueva York, Novak Djokovic habló claro y lanzó un aviso para lo que queda de torneo, que es bastante: el serbio está clasificado para la tercera ronda del Abierto de los Estados Unidos (6-4, 7-6 y 6-1 a Juan Ignacio Londero), pero difícilmente podrá jugar con libertad, si es que decide continuar su participación en el último Grand Slam de la temporada. Una lesión en su hombro izquierdo, que casi le cuesta la retirada en el segundo encuentro contra el argentino, condiciona desde ya la defensa del título del vigente campeón del US Open.
“No fue fácil jugar con esta sensación”, confesó el número uno mundial tras superar a Londero. “Ha sido un obstáculo para mi juego, especialmente con el saque y el revés. No he experimentado este dolor muchas veces en mi carrera”, prosiguió el serbio. “Lo que ha sucedido hoy en la pista, cómo me he sentido, ha sido muy duro e impredecible, pero he conseguido lidiar con esta situación y encontrar el camino para seguir adelante”.
Djokovic comenzó a llevarse la mano al hombro en el arranque del partido ante el argentino, y en un segundo se habían activado todas las alarmas. De repente, Londero se colocó 3-2 y saque, aprovechando las dificultades de su oponente para poner la pelota en juego, debilitado por el lado del revés. El serbio, con cara de susto, recurrió al fisioterapeuta para intentar rebajar el dolor, objetivo mantenerse en el partido, y se tomó también un antiinflamatorio, utilizando todas las cartas posibles antes de sacar bandera blanca.
“La ayuda del fisio me ayudó a permanecer en el partido”, reconoció Nole. “Es algo nuevo en el sentido de que nunca he tenido este problema en mi carrera, pero llevo sintiéndolo desde hace casi un par de semanas”, reveló Djokovic, derrotado en las semifinales de Cincinnati por el ruso Medvedev. “He tenido días con más dolor y otros con menos, ha ido subiendo y bajando”, prosiguió. “Como cualquier otro tenista, he sufrido dolor en algunos momentos durante todos estos años y he tenido que descubrir la forma para poder terminar el partido”.
Ante Londero en la segunda ronda, Djokovic encontró la forma de sobreponerse a la lesión, y mira que se le pusieron las cosas feas. Además de ver al argentino dominando en el primer parcial (3-2 y saque), Nole tuvo que reaccionar cuando su oponente le rompió dos veces el servicio en el segundo set (3-0) y olfateó un empate que habría endurecido aún más el pase a la tercera ronda para el serbio, que ahora tendrá 24 horas para explorar a fondo su hombro y decidir cómo atacar la lesión.
“Voy a evaluar esta lesión con expertos en medicina deportiva”, avisó Djokovic. “Lo bueno de un Grand Slam es que tenemos un día libre entre los partidos. Con ayuda médica, y los tratamientos adecuados, espero poder estar en un estado mejor y jugar sin dolor, si eso es posible”.