Andrés Gimeno (Barcelona, 1937) ha fallecido este miércoles fruto de una larga enfermedad. Una leyenda del tenis español que pasará a la historia como el campeón más veterano de Roland Garros en la era Open. El extenista catalán logró el mayor hito de toda su carrera en la edición de 1972 a los 34 años. Tras batallar durante un largo tiempo contra un cáncer, el mundo del tenis se despide de una de sus glorias a los 82 años.
Además del Roland Garros, Gimeno alcanzó antes la final del dobles de los Internacionales de Francia junto a Arilla. Aquel, en 1960, fue el primero de sus logros. También alcanzó la final del Open de Australia en 1969, siendo el primer español en lograrlo. Fue homenajeado por ello en 2009, edición en la que se enfrentaron Rafa Nadal y Roger Federer en la final y que se decantó del lado del español.
En 1970, Gimeno alcanzó las semifinales de Wimbledon. En 1972 conquistó el Roland Garros, justo un año antes de su retirada. Entre sus logros están también otros cuatro torneos ATP.
Los éxitos deportivos de Andrés Gimeno
Tras su adiós al tenis pasó a ser entrenador y fundó el club que lleva su nombre en Castelldefels, localidad de Barcelona. Gimeno también es conocido por su conexión con el periodismo deportivo. Cuando colgó la raqueta se pasó a los micrófonos como comentarista de televisión de tenis. Era integrante del Salón de la Fama del tenis desde 2009. El Consejo Superior de Deportes le condecoró ese mismo año con la Medalla de Oro de la Real Orden del Mérito Deportivo.
En 2011, los principales españoles tenistas como Nadal o Ferrer se movilizaron para recaudar fondos para ayudar a Gimeno. Entonces se supo que atravesaba graves problemas económicos y no tenía "ni para pagar la luz", como reconoció en una entrevista a El Diario Montañés. En la actualidad, llevaba tiempo sin aparecer delante de los focos aunque seguía manteniéndose en contactos con sus ilustres amigos como Manolo Santana y apoyado por otras grandes figuras del tenis de nuestro país.
Rafa Nadal junto al extenista Andrés Gimeno en un partido homenaje en Barcelona
Andrés Gimeno quedará por siempre en los libros de historia del tenis español. Recogió el testigo de Manolo Santana, primer campeón español de un Grand Slam, y será recordado como el primer profesional español de este deporte en una época de división entre los amateurs y los tenistas pagados. Gimeno estaba con estos últimos, vetados en los Grand Slam y la Davis. Tuvo tiempo, tras la unificación, para conseguir el título que puso el broche a una carrera de leyenda.
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