Esto es estar con el agua al cuello: con 1-1 en la eliminatoria de la ATP Cup entre España y Bélgica, jugándose el pase a semifinales en el dobles decisivo, Rafael Nadal y Pablo Carreño se fabricaron las tres primeras pelotas de break del encuentro cuando el reloj ya sumaba 1h37m. Sander Gille y Joran Vliegen, dos desconocidos en el circuito, habían ganado el primer parcial (7-6) y estaban cerca de celebrar la victoria (5-5). Ocurrió que los belgas salvaron los dos primeros puntos de ese 0-40 decisivo (30-40), y también el tercero. Sucedió que el número uno solicitó que revisasen a través del vídeo (una de las novedades de la competición) el remate de Vliegen que habría puesto el 40-40, y las imágenes demostraron que el belga había invadido el otro lado de la pista con la raqueta antes de golpear la bola. En consecuencia, el árbitro le dio el punto a los españoles, que consiguieron el break, se llevaron a continuación la segunda manga y abordaron el super tie-break con la energía necesaria para ganar un cruce que habían tenido perdido desde el arranque. En menos de 24 horas, la Australia de Nick Kyrgios se enfrentará a La Armada por el pase a la final. [Narración y estadísticas]
"Es el primer partido que jugaba en esta pista y las condiciones con respecto a Perth son mucho más duras en cuanto a humedad y calor, pero además es que he notado la superficie más rápida", dijo Carreño después del encuentro. "No he encontrado nunca la distancia al resto y ellos han sacado muy bien. Eso lo ha complicado todo", prosiguió el gijonés. "Al final, un dobles con super tie-break y punto de oro suele ser muy igualado, pero hemos hecho un gran esfuerzo para poder ganar".
"Entre comer, llegar al hotel… es difícil que nos vayamos a dormir antes de las cuatro de la madrugada", le siguió Nadal, mientras cargaba con un plato de pescado y pasta hacia el vestuario. "Mañana a las cinco tenemos que estar aquí preparados para volver a jugar contra uno de los equipos más duros posibles", añadió el número uno sobre Australia, el rival de España por el pase a la final. "Somos conscientes de que será una eliminatoria muy difícil, pero también sabemos que tenemos un buen equipo, acostumbrado a soportar situaciones complicadas".
Pocos minutos después de encajar la derrota ante Goffin en un encuentro que se estiró casi dos horas y media, Nadal regresó a la pista con Carreño para intentar arreglar una clasificación que se complicó muchísimo cuando había estado al alcance de la mano después del triunfo de Bautista ante Coppejans en el primer partido de la serie. En previsión de lo que podría pasar en la fase final de la competición, Nadal y Carreño se probaron en el último encuentro de la fase de grupos en Perth, un partido intrascendente ante Japón, para sincronizarse por si llegaba el momento de resolver una serie en el punto por parejas. Y eso fue exactamente lo que sucedió en Sídney ante Bélgica, con los españoles obligados a una victoria que abrocharon para meter a España en las semifinales del torneo.
Durante más de una hora y media, Nadal y Carreño no pudieron leer el saque de los belgas. Así, la pareja rival ganó el primer parcial en el desempate y amenazó con llevarse la victoria en el segundo. Ocurrió que los españoles consiguieron un break cuando el partido se acercaba al final, gracias a esa revisión del vídeo, y el pulso cambió por completo. En el super tie-break, imparables de energía, Nadal y Carreño se llevaron por delante a Gille y Vliegen, protagonistas de un encuentro muy serio, y celebraron que siguen vivos en la ATP Cup, una competición exigente que mañana volverá a poner a prueba la firmeza de la selección.
De momento, recuperarse es el primer paso para llegar enteros a la cita con Australia.