Roland Garros se jugará sí o sí. Es el deseo de la Federación Francesa de Tenis, que va a hacer todo lo posible para que la edición de este año se celebre pese a ser aplazada durante esta crisis del coronavirus. El segundo Grand Slam de la temporada, que debía disputarse del 18 de mayo al 7 de junio, lo hará finalmente en otoño y apunta a que se pospondrá una semana más.
El torneo debería comenzar el 20 de septiembre y terminar el 4 de octubre, pero el diario francés Le Parisien adelanta que el torneo se retrasará una semana más para no coincidir con el final del Tour de Francia en París. La Grande Boucle es otro de los eventos que se han movido a después del verano y las autoridades francesas quieren evitar que se pueda producir una gran acumulación de aficionados en la ciudad.
Roland Garros, así como el resto de eventos deportivos hasta 2021, se celebrará sin público tal y como ya se afirman desde todos los gobiernos. El objetivo es frenar cuanto se pueda la tasa de contagios una vez empiecen a haber menos restricciones.
Tour y Roland Garros coinciden en sus fechas y si esto ocurre se podría producir algún riesgo innecesario de contagios. En los Campos Elíseos, donde acaba la prueba cada año, es donde se aloja la mayoría de los tenistas que participan en Roland Garros. Este sería uno de los peligros en estos nuevos tiempos que corren.
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